Daphne Greengrass y el niño que vivió -COMPLETO-

Capítulo 29: Encuentro con los Dursleys

Capítulo veintinueve: Encuentro con los Dursleys

Esa noche, papá había traído a casa ropa de muggle para él y mamá. Daphne simplemente estaría desilusionada.

"Finny, ¿podrías decirle a Harry que lo recogeremos a las ocho?" Daphne preguntó.

"Sí, señora Daphne."

Un par de minutos después, Finny regresó, diciendo que Harry probablemente necesitaría empacar su baúl en el último minuto cuando llegaran, porque sus parientes definitivamente no lo dejarían.

"Bueno, bueno que nunca hemos dejado que las reglas nos detengan", dijo papá. Parecía emocionado de hacer algo diferente a sentarse en reuniones del Ministerio o Wizengamot para variar. "Daphne, ¿cómo dijo Harry que se llamaba su supuesta escuela?" preguntó.

"Er, St. El Centro Seguro de Brutus para Niños Incurablemente Criminales ", respondió Daphne. "Por qué?" ella agregó con incertidumbre.

"Ya verás", dijo papá neutralmente, y Daphne sintió un escalofrío bajando por su columna vertebral.

Sus padres se prepararon —, parecían lo suficientemente cercanos a las fotos que Daphne había visto en el libro que Hermione le había dado, por lo que probablemente se parecía lo suficiente a Muggles.

Papá desilusionó a Daphne. No era del todo invisible, pero solo la notarías si realmente la estuvieras buscando, y con suerte los parientes de Harry no lo harían.

Mamá y papá agarraron las manos de Daphne y se volvieron en el acto. Daphne sintió que la estaban apretando a través de un tubo muy estrecho, y luego aparecieron en medio de un parque vacío.

"Está bien, Privet Drive debería estar a la vuelta de la esquina, allí. Número cuatro ", dijo Daphne.

Se sentía muy fuera de lugar en el mundo de Muggle, especialmente porque llevaba túnicas. Claro, ella era casi invisible, pero aún así. Caminaron por la calle tranquila, y Daphne tomó las vistas de las casas Muggle. Parecían bastante apagados, aunque las luces eléctricas la fascinaban.

Llegaron al número cuatro, caminaron hacia la casa y tocaron el timbre ( que Daphne les había contado a sus padres sobre ).

Poco tiempo después, un hombre muy gordo casi sin cuello y un gran bigote abrió la puerta.

"Si?" él dijo.

"Sr. Dursley?" Papá dijo, acercándose a su altura máxima y elevándose por encima del Sr. Dursley.

"Quién quiere saber?" Preguntó el señor Dursley.

"Edmund Greengrass, del Centro Seguro de San Bruto para Niños Incurablemente Criminales. Estamos aquí por Harry Potter ", dijo papá.

Daphne suprimió un gemido. Por supuesto, papá tuvo que jugar una estúpida broma mientras podía.

"St. – St. Brutus?" El Sr. Dursley repitió estúpidamente.

"Si. Que es donde enviaste a tu sobrino, ¿correcto?" Papá preguntó.

"Yo – Tú – ¿Eres de su suerte?" Preguntó el señor Dursley.

Papá se estrechó los ojos. "No estoy seguro de lo que está insinuando, Sr. Dursley, pero estoy seguro de que no lo aprecio. Nuevamente, estamos aquí por Harry Potter, así que si fuera tan amable de ir a buscarlo, por favor."

El Sr. Dursley miró sospechosamente a mamá y papá. "Dónde está tu auto?" preguntó.

Papá suspiró. "Sr. Dursley, estoy seguro de que tanto usted como yo tenemos mejores cosas que hacer que intercambiar bromas sin sentido. Puedes traer a Harry aquí para que pueda venir con nosotros, o yo mismo iré a buscarlo. O está bien conmigo."