12

35 8 0
                                    

-Uf, qué incómodo.

-Bro, ¿te das cuenta de que si hubieras hablado en aquel momento todo habría sido distinto?

-¿En qué sentido? ¿Habrías dejado de llamarme "bro"?

-Si te empeñas, bro... Pero no vuelvas a decir que soy melodramático, porque fuiste tú el que nos hundió en la miseria.

-En eso te doy la razón.

-Entonces, ¿reconoces que estoy en lo cierto?

-No. Porque debes admitir que la vida es más interesante con un poco de melodrama.

-¿Hablas en serio? El melodrama es la peste de la vida.

-Ay, espera, vuelves a tener razón. Retiro lo dicho.

*******

Desde que Hoseok había vuelto, estaba eufórico. El verano no era tan bueno sin el.

Solo cuando se marchó a miles de kilómetros de distancia me di cuenta de la cantidad de tiempo que pasábamos juntos durante los meses estivales. Y sí, tenía a mis amigos, pero no hay comparación. No me sentía igual de bien. Nada era lo mismo sin el.

Al principio, me dio coraje que se fuera, pero luego lo entendí. Seguramente Hoseok necesitaba poner distancia y replantearse las cosas.

Amaba a Hoseok, ya lo creo que sí. Sin embargo, saltaba a la vista que el no sentía lo mismo que yo, y si para poder disfrutar de su compañía teníamos que quedar como amigos, que así fuera.

Lo reconozco, estaba guapísimo cuando cruzó la puerta de llegadas del aeropuerto.

Exhibía ese aire adormilado que tiene siempre cuando está supercansado o bajo mucha presión. Guardó silencio durante el trayecto de regreso a casa y también durante la cena, pero el mero hecho de tenerlo cerca ya me hacía sentir mejor.

Reconozco que debería haberle hablado de Stacey mientras estaba en Irlanda, pero es que nunca encontraba el momento. Y aunque Stacey es una omega genial, si empecé a salir con ella fue porque me pareció conveniente tener pareja al regreso de Hoseok.

Para evitar más situaciones tensas y cosas así. No quería que se sintiera incómodo o que pensara que me había roto el corazón. Yo tenía que superar el desengaño si quería retomar nuestra amistad.

Ojalá pudiera decir que muy pronto las cosas volvieron a ser como antes de que empezaran los problemas, pero no. Hoseok se puso muy raro, como si se sintiera incómodo conmigo. Al principio, lo atribuí al desfase horario. A ver, un día, en la cocina de su casa, estuvo a punto de cortarse un dedo cuando le pedí consejo sobre algo relacionado con Stacey, y eso que Hoseok siempre es muy cuidadoso cuando guisa.

No pensé más en ello. Sin embargo, al cabo de una semana de ver cómo se le caían las cosas cada vez que me acercaba y cómo evitaba mirarme cuando le hablaba, comprendí que mi confesión había provocado en la relación un daño difícil de reparar. Estaba dispuesto a darle una tregua y lo que hiciera falta con tal de que volviera a sentirse cómodo conmigo.

Dos semanas antes del inicio del curso, Hoseok estaba haciendo cosas en la cocina con mi mamá. Había pasado por la casa para platicar, pero en cuanto apareció mi mamá cargada con la compra, Hoseok corrió a ayudarla y desapareció de mi vista.

Yo tenía la sensación de que cada vez que intentaba pasar un rato con el, Hoseok se buscaba algo que hacer. Algún otro compromiso.

Supongo que así se había sentido el a finales de segundo de secundaria: ignorado.

¿Simplemente amigos? (VHOPE)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora