-Lo lamento muchísimo, Hoseok. Me siento fatal por lo que pasó. Debería haber intervenido. Debería haber sido yo el que le calló la boca. No me puedo creer que fuera tan imbécil. Es un milagro que vuelvas a hablarme, de verdad. Y doy gracias de no haberme cruzado nunca con tu gancho derecho. Lo siento mucho. No debería bromear con eso. Soy un idiota. Que me cuelguen si no merezco un puñetazo en la cara. Lo siento mucho.
-Haré como si no hubieras dicho nada.
*******
Tenía que ordenar mis ideas. Así que hice lo único que siempre me ayuda a sentirme mejor.
Correr.
Como la temporada de futbol había terminado, no tenía que preocuparme por correr demasiado o por quemar calorías de más. No tenía que pensar en ganar peso. Ni en nada.
Me bastaba con correr.
Reconozco que atrapar el balón y oír los aplausos fue alucinante. Entiendo que la gente se clave en momentos así. Que quieras revivir una y otra vez esa fracción de segundo en la que te sientes invencible.
Mi papá tiene un amigo de la época de la secu que siempre lo obliga a narrar la historia de cierto partido de beisbol. Cada vez que ese tipo viene a casa, la cuenta. Y los demás nos quedamos allí escuchando, como si no la hubiéramos oído ya un millón de veces. Antes me parecía patético que alguien volviera la vista una y otra vez hacia un único partido, hacia una jugada, y la considerara el momento más importante de su vida.
Ahora lo entiendo.
Yo era el alfote. El héroe. El jugador más valioso del equipo. Lo único que tuve que hacer fue atrapar un balón. Un balón que Jacob me había lanzado con la máxima precisión. ¿Recibió él los elogios que merecía? No tantos como yo.
Allí estaba yo, en pleno apogeo de mi ego, cuando Hoseok tuvo que venir a arruinarme la fiesta.
¿Y qué hizo el alfote, el héroe, el jugador más valioso del equipo? Se quedó allí, aterrorizado, sin mover un dedo.
No hizo nada de nada.
Me tocó relatar lo sucedido no solo a la directora, sino también al padre de Hoseok.
Parecía preocupadísimo cuando llegó al colegio. Luego tuvo que escuchar lo valiente que había sido su hijo.
Mientras yo estaba allí sin intervenir.
Me tocó repetir las horribles palabras que Yoongi había pronunciado.
Mientras yo lo escuchaba todo de brazos cruzados.
Jamás en la vida me he sentido tan fracasado.
Antes de pensar siquiera a dónde me dirigía, acabé en el parque Riverside. Había corrido tan deprisa que veía salir mi propio aliento en forma de breves vaharadas.
Caminé un poco para tranquilizarme, aunque el frío ya me estaba causando ese efecto.
Por lo general, no suelo forzarme tanto a principios del invierno, pero necesitaba poner distancia con lo sucedido el día anterior.
Había echado a andar hacia los columpios cuando divisé a alguien haciendo estiramientos en la zona de las mesas de picnic. Me detuve en seco cuando reconocí a Hoseok. Había apoyado la pierna derecha en la mesa y se inclinaba sobre sí mismo para estirar los tendones.
Fui presa de la confusión. ¿Debía acercarme a el o marcharme antes de que me viera?
Decidí aproximarme. Ya iba siendo hora de que me comportara como el alfa rudo que había fingido ser a lo largo de la semana pasada. O, para ser más exactos, de los meses pasados.
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¿Simplemente amigos? (VHOPE)
Hayran Kurgu¿Es posible que un alfa y un omega sean solo amigos? ¿O están siempre a una pelea de no volverse a hablar jamás ya un beso de distancia del verdadero amor? (ADAPTACIÓN) Pareja: VHOPE (V+Hoseok)