Capítulo 5

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Con un cambio de tres caballos, Darcy sabía que podía alcanzarlos antes de llegar a Greta, ese tonto de Wickham creía que andaba más deprisa no cambiando su equipo, que equivocado. Estaba asustado por Elizabeth, ella debía estar aterrada y si él le había hecho daño lo pagaría muy caro. Aún quedaba por descubrir cómo se enteró George de su compromiso cuando no estaba hecho público, y con él en Brighton, era imposible de un rumor, alguien tenía que habérselo comunicado y esperaba que hubiera sido accidental y no mal intencionado, porque entonces alguien más pagaría por el daño que le estaban infringiendo a su futura esposa.
Horas atrás Richard Fitzwilliam le había preguntado si aún seguiría con el compromiso ahora que la reputación de su prometida estaba arruinada, su primo creía conocerlo, pero se equivocaba, nada le importaba más que llegar a ella, y sí, se casaría con ella, y si por algún motivo Wickham la obligaba a casarse, él solo tendría que matarlo. Elizabeth Bennet terminaría siendo su esposa de una forma u otra, no había luchado tanto para volverse a dejar vencer por este hombre que desde niño siempre quiso robarle su tranquilidad. Se arrepentía de no haber terminado con él cuando lo descubrió con Georgiana, esto no estaría pasando sino hubiera sido tan correcto en el pasado.
Su amigo Bingley lo había asombrado la mañana anterior cuando buscando a Elizabeth y sabiendo que estaba secuestrada por alguien que aun desconocían, se declaró ante Jane Bennet, la muchacha lloró en sus brazos, quizás pensó que los abandonaría ahora que se sabía que su hermana no aparecía. Darcy estaba orgulloso de él y más cuando al caer la noche y sabiendo hacia donde la llevaban y quién, se había ofrecido para acompañarlos, con una determinación que silencio a los Bennet de su llanto.
Mientras el caballo corría esa mañana, sintió que esta sería la prueba mayor que superarían como pareja, si sobrepasaban esto serían capaces de todo. Su familia, los Fitzwilliam, tendrían que apoyar sus nuevas decisiones, había mucho que cambiar en su forma de vida, pero para eso necesitaba a Elizabeth y por ello concentró toda su determinación en lograr encontrarla.
………
A pesar de la poca comida que Wickham le había proporcionado en la posada, Elizabeth se sentía débil y somnolienta, habían vuelto al bamboleo del carruaje y está vez con caballos frescos el ritmo era apremiante. Como pudo levantó su cabeza donde reposaba sobre el asiento y observó a Wickham dormido en el asiento de enfrente, estaba desparramado y roncaba estridentemente aún con su uniforme todo arrugado. Analizando su situación no podía aventarse del carruaje en movimiento, no llegaría muy lejos corriendo, aunque lo intentara, sin embargo, podría correr hacia el bosque que bordeaba el camino, siempre fue hábil al esconderse, era silenciosa, aunque no sabía si con lo mal que se sentía llegaría muy lejos. No podía dejar todo a la suerte, una vez en Greta Green no habría escapatoria, allí nadie la ayudaría.
Respiró una, dos veces y jaló la manija de la puerta. Era momento de comprobar si podía vencer a George Wickham por sí misma.

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