Cap 1

2.2K 171 293
                                    

Leipzing, Alemania 2002

Un pequeño iba emocionado viendo por la ventana del auto de su mamá su nueva escuela, hoy era un gran día por que hoy era su día de poder ir a la escuela secundaria tenía una gran sonrisa en su rostro al ver como aquel edificio el cual era su escuela estaba más cerca de ellos.

La madre vio en los ojos de su pequeño hijo un brillo aunque le daba mucho nostalgia ver como su pequeño bebé crecía rápido.

- ¿Emocionado Tom? - dijo aquella mujer mientras estacionaba el auto. Acomodo un poco el cabello castaño de su bebé haciendole una coleta ya que tenia el cabello un poco más abajo de los hombros y le dio un beso en la nariz- espero y sea un gran día para ti mi amor, ya quiero que llegues a casa y me cuentes como te fue

Tom asintió entusiasmado y salió del auto casi corriendo, en su mano llevaba un papel el cual le decía el número de su salón hasta que lo pudo encontrar "salón 43" estaba grabado en aquella puerta, empujó la puerta y entró todavía no había llegado su profesor así que se fue a sentar en uno de los pupitres y empezó a mover sus pies de arriba hacia abajo en lo que esperaba a que el resto de sus compañeros y su nuevo maestro entrarán. Sólo bastaron unos minutos y el salón se iba llenando, a su lado se sentó un chico rubio y este lo saludo con una gran sonrisa.

- ¡Hola! Soy Andreas - dijo extendiendo su mano para estrecharla con la de Tom el cual no dudo en hacerlo y sonreirle

- Soy Tom, mucho gusto

Tom fijo su mirada en la puerta ya que se había abierto pensando que era su profesor pero no era...¿una chica? No ¿un chico? No podía descifrar que era ya que esa personita tenía el cabello hasta más abajo de los hombros pero sus facciones lo hacían dudar un poco aunque parecía más chica que un chico y saco en conclusión que era una niña. Sus ojos viajaron con esa ¿niña? Hasta que vio que se sentaba hasta el fondo del salón.

Su profesor llegó y empezaron las clases, fue muy agotador para Tom y para el resto de sus compañeros ya que cada dos horas cambiaban de maestro y unos explicaban las clases más aburridas que otros, Tom solo quería que llegará la clase de natación y hoy le tocaba a última hora y eso le emocionaba mucho

Por lo bueno llego la hora del descanso, se a junto con Andreas ya que querían ser buenos amigos, se sentaron en una banca en el patio de la secundaria con sus comidas y empezaron a charlar

- Aunque sabes, me gustaría conocer Italia cuando sea grande, me parece un lugar hermoso y tú? - dijo el rubio mientras comía su emparedado pero no recibío respuesta así que lo volteo a ver y se encontró a Tom con la mirada fija y también fijo su mirada hacia donde Tom veía.
Tom tenía puesta su mirada en una ¿chica? La cual estaba sentada bajo un árbol sola leyendo un libro - ¡Tom te estoy hablando! -golpeo la mesa levemente haciendo que se sobresaltara

- Perdón Andy, me perdí un poco - dijo apenado por no haberle puesto atención a su amigo

- Si...eso se nota - habló Andreas mientras terminaba de comer

El receso terminó y regresaron al salón, otra vez aquel aburrimiento en serio que Tom se imaginaba que la secundaria sería mejor pero no, esto ya no le estaba gustando para nada se estaba empezando arrepentir de las tantas veces que pidió ser un niño grande y llegar a la secundaria.

Lo bueno es que las horas pasaron rápido y llegó la última, su clase de natación. Todos sus compañeros y él a excepción de uno iban corriendo hacia la clase de natación, tal vez después de todo la secundaria no sería tan mala para su suerte tenía clases de natación dos veces a la semana y eso le fascinaba.

- Bueno niños, bienvenidos sean - habló su maestro mientras sus alumnos miraban las piscinas con ganas de zambullirse - vestidores de mujeres a la izquierda y vestidores de varones a la derecha, allí tendrán sus trajes de natación se cambian y vuelven

Selenofilia - TollDonde viven las historias. Descúbrelo ahora