Cap 3

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El rubio y el castaño estaban confundidos, miraban como su nuevo amigo estaba ido con la mirada perdida que incluso no quiso ni probar la comida de su lonche.

- Bill, ¿pasa algo? - pregunto Andy acercándose a él para tomarlo de la mano pero este reaccionó casi de inmediato y la apartó

- Yo...quiero estar solo- tomó sus cosas y se fue, dejando confudido a Tom y a Andy.

Pero Tom no lo dejaría ir fácilmente necesitaba saber que tenía Bill por en serio odiaba verlo así, se puso de pie y lo siguió.

- Bill - llamó Tom pero no recibío respuestas - Bill...- nada e ignoró a Tom caminando más rápido - ¡BILL!

- ¡Déjame en paz! ¡Quiero estar solo, vete! - alzó la voz, sus ojos estaban cristalizados, se estaba poniendo rojo del enojó y Tom no hizo nada más que dejarlo

Bill tomó rumbo a los baños, se escondió en uno de los cubículos y bajo la tapa del servicio para poder sentarse en ella, abrazo sus rodillas y empezó a sollozar, todo lo que paso ayer le dolía, su madre hoy estaba demacrada pero aún así intento fingir que estaba bien y que no le dolía nada, pero él sabía que mentía, él vio en sus ojos la mentira.

Odiaba a su padre, deseaba que se muriera, odiaba el infierno que vivía con su madre, desde que tiene memoria solo sabe sufrir junto a su madre, desde que tiene memoria solo sabe escuchar los gritos desgarradores y las súplicas de Simone.
Su sollozo se volvió muy audible, quería gritar, sacar todo el dolor que tenía acumulado en su pequeño corazón pero no podía.

La puerta del cubículo donde estaba él empezó a ser golpeada con fuerza, empezó a ser pateada para que se abriera, Bill no entendía hasta que está se abrió con brusquedad...Oh, no...

- jajaja, yo sabía que eras un tremendo maricon ¿por qué llora la nena? - dijo burlándose. Bill se levantó del servicio y tomó su lonche para ignorar a Ethan el cual era el bravucon que lo había golpeado la primera vez - ah, tienes el descaro de ignorarme, maldito marica

Ethan lo tomó del cabello y se lo jalo con fuerzas tirandolo al piso.

- déjame...yo no te he hecho nada - dijo Bill en un hilo, odiaba ser tan pequeño y no poder defenderse

- mi papá dice que los maricones como tú no deben existir, por eso hay que exterminarlos - saco unas tijeras de su bolsillo y sonrió mirando a Bill- Yo mismo te voy a volver hombre

Bill se sintió asustado, no sabía lo que haría con esas tijeras pensó en muchas cosas pero Ethan se subió encima de él tomó su cabello y empezó a trasquilarlo con las tijeras, mechones por mechones caían al lado de él.

- ¡YA! ¡DÉJAME! ¡POR FAVOR! ¡PARA YAAAAAA! -intentaba quitárselo de encima, pero no podía, él era un saco de huesos mientras que Ethan era sin duda una roca.

Ethan le cortó más de la mitad de su cabello, Bill miro todos sus mechones en el piso y empezó a llorar, a llorar con ganas mientras tomaba los mechones en sus manos

<<Mamá, mamá ama mi cabello largo y ahora...>> Pensó Bill

- Ahora si te ves como un verdadero hombre, puto maricon- se fue, Ethan se fue después de a ver cortado todo su cabello, el cabello que a Simone por años le costó cuidar y por esa razón se lo dejo crecer tanto, por que su madre amaba tanto cepillarlo, acariciarlo y cuidarselo

<< mamá estara triste>> volvió a pensar

Tom entro al baño sin imaginar lo que vería allí, Bill estaba en un rincón con su cabello destrozado, varios mechones por todos lados y el llanto que daba era realmente doloroso

Selenofilia - TollDonde viven las historias. Descúbrelo ahora