𝑬𝒍 𝒑𝒂𝒕𝒊𝒕𝒐 𝒓𝒆𝒂𝒍 🦆 𝑯𝒚𝒖𝒏𝒍𝒊𝒙

1: Allá en la sombra 🦆

Años habían pasado desde que el pueblo Stray perdió al heredero al trono. La sombra de la ausencia del príncipe Hyunjin había cubierto el reino durante mucho tiempo. El rey, afligido por la desaparición de su hijo y con la responsabilidad de gobernar un reino en constante cambio, había ocupado ese trono vacío, tratando de llenar el vacío con su sabiduría y liderazgo. Sin embargo, el paso de los años había comenzado a pesar sobre sus hombros, y el titán de acero que una vez había sido su vigor estaba por decaer en cualquier momento.

El reino había prosperado bajo el liderazgo del rey, pero la necesidad de una figura fuerte y unificadora se regresaba cada vez más apremiante. Los tiempos eran inciertos y desafiantes, y el rey sabía que no podía sostener el reino por mucho más tiempo. Los susurros en los pasillos del palacio real y las miradas preocupadas de sus consejeros le recordaban constantemente la importancia de encontrar una solución.

El consejo real se reunía con frecuencia, discutiendo los rumores que se extendían por el Reino y las posibles maneras de asegurar un futuro estable para Stray. Los ciudadanos, aunque agradecen la dedicación del rey, anhelaban el regreso del principio perdido, alguien que pudiera personificar la esperanza y la unidad que tanto necesitaban.

–¡Su Majestad! —entró con urgencia en la mano derecha del rey, sin aliento y sudando por el esfuerzo físico que hizo al correr hasta allá.

–¿Qué sucede? ¿Por qué tanta prisa? —el monarca se levanta de su trono con mucho esfuerzo y se acerca a su amigo de confianza, quien camina rápidamente hacia él para ayudarlo y mantenerse en pie.

Su hombre de confianza, apoyando a su majestad, tomó un momento para recuperar el aliento antes de hablar.

–Ha llegado un mago novato que dice haber encontrado al príncipe Hyunjin —ambos hombres tienen un duelo de miradas por la veracidad de esas palabras y que no sean otra triste mentira.

–Deja que entre. Si es una mentira, le cortaré la lengua y le quitaré uno de sus ojos por decir tales palabras —el rey regresó al trono, tomando asiento con un cansancio palpable y una leve chispa de esperanza a sus ojos, deseando profundamente que las palabras del mago fueran verdaderas.

Su mano derecha asintió solemnemente, y se dio la vuelta para cumplir la orden. Momentos después, el mago fue escoltado al salón del trono.

–Su majestad —ante él se inclinaba un joven de cuerpo delgado, una sonrisa confiada y ojos rasgados que al sonreír le recordaban al gato de "Alicia en el país de las maravillas", el cuento favorito de su hijo.

–¿Quién eres tú joven? ¿Y qué es lo que deseas? —para el gran señor sus vestiduras eran extrañas pues llevaba una camisa sencilla que dejaba ver un poco sus clavículas, un pantalón de vestir negro con zapatos formales limpios y una capa oscura recubre su cuerpo.

El joven se enderezó, sus ojos brillando con determinación.

–Soy Jeong In, un mago extranjero de otros tiempos. De dónde vengo, hay inventos maravillosos que podrían solucionar muchos de sus problemas, pero al mismo tiempo podrían destruirlo. Mi mundo es una utopía comparada con su realidad —sonríe con astucia el mago, sacando de la nada entre sus dedos una carta de baraja que muestra la foto del príncipe Hyunjin. ¿Este es su hijo?

El rey se quedó sin palabras por un momento, sorprendido por las palabras del mago y por la aparición repentina de la carta con la imagen de su hijo. Miró fijamente la carta, su corazón latiendo con una mezcla de incredulidad y esperanza.

–Esta es la imagen de mi hijo, el príncipe Hyunjin. Pero mago Jeongin, ¿Cómo es posible que tengas una imagen de él? ¿Cómo puedes afirmar que vienes de otros tiempos?