7: Tu caballero aspiró ser 🦆

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El amanecer se asomaba por las ventanas de la cabaña, acariciando el rostro pecoso de Félix, quien dormía tranquilo en el sofá. Sin percatarse de ello, sobre él descansaba un hombre de pelo negro, dormido en su pecho, abrazando su figura.

A través de la puerta entreabierta, asomaba una cabeza curiosa que contemplaba la escena con incredulidad. El príncipe Hyunjin abrazaba a un joven en bata, con el torso desnudo.

–Por las barbas del rey —murmuró en voz baja, abriendo la puerta para entrar y observar de cerca.

Con lentitud, se aproximó al príncipe extendiendo la mano para despertarlo, pero la mano del príncipe lo detuvo, provocando que el otro saltara en su sitio del susto.

–Es descortés espiar a la gente mientras duerme —abrió los ojos lentamente, aún recostado sobre el pecho de Félix.

–Demonios, me he asustado, su alteza. Por lo menos, avíseme cuando esté despierto —se soltó del agarre del otro, colocando su mano sobre su pecho donde sentía sus latidos acelerados.

Colocó su dedo índice sobre sus propios labios, indicando que se callara. El otro asintió mientras se sentaba en el suelo. Luego, Hyunjin volvió a abrazar a Félix, cerrando sus ojos y aspirando el exquisito aroma que emanaba de él.

–Perdón por interrumpir, pero ¿quién es él? —con un gesto de cabeza, señaló al pecoso dormido.

–Es Lee Félix. La historia es larga, pero solo puedo decir que es el nieto de una amiga —abrió los ojos, encontrando al caballero observando el rostro del mencionado–. Deja de mirarlo o te sacaré los ojos.

Minho, ante la advertencia del príncipe, retiró rápidamente la mirada de Félix y se puso de pie, rascándose la cabeza nerviosamente.

–Lo siento, su alteza. No era mi intención ser indiscreto. Solo estaba curioso. No volveré a mirar, lo prometo —dijo, haciendo una reverencia apresurada antes de salir de la cabaña.

Hyunjin suspiró mientras observaba la salida apresurada del caballero. Luego, volvió su atención a Félix, quien aún dormía plácidamente en el sofá.

Se acercó al rostro de Félix, con una expresión pensativa. Observó por un momento al joven, pensando en la complicada situación en la que se encontraban.

–Esto se está volviendo más complicado de lo que pensaba —murmuró para sí mismo, mientras acariciaba suavemente el cabello de Félix.

En medio de la tranquila escena, Jisung bajó las escaleras con paso ligero, bostezando mientras frotaba sus ojos. Al llegar a la sala, se detuvo de repente al notar la presencia de Hyunjin y su mirada se cruzó con la de él.

–¡Oh, por los dioses! —exclamó Han, llevándose una mano al pecho mientras retrocedía de sorpresa. Hyunjin, por su parte, también se sobresaltó y se apartó de Félix.

–¿Qué...? ¿Cómo...? —balbuceó Hyunjin, aun procesando la inesperada presencia de Han.

–¡Ah, mi corazón casi salta del pecho! ¿Qué diablos está pasando aquí? —preguntó Han, mirando alternativamente entre el príncipe y Félix, quien finalmente empezaba a despertar.

Félix bostezó tranquilamente, estirando los brazos sin percatarse de la situación. – Buenos días. ¿Por qué hay tanto ruido?

Mientras tanto, afuera, Minho estaba esperando pacientemente al príncipe. Al escuchar el escándalo, entró corriendo a la casa.

–¿Qué está pasando? —preocupado, abrió la puerta de golpe, entrando a la casa sin esperar permiso y colocándose frente al príncipe como si fuera su protector.

𝑬𝒍 𝒑𝒂𝒕𝒊𝒕𝒐 𝒓𝒆𝒂𝒍 🦆 𝑯𝒚𝒖𝒏𝒍𝒊𝒙Donde viven las historias. Descúbrelo ahora