12: Dos nobles torcidos 🦆

16 2 0
                                    

El prestigio de Jeongin en la corte de Stray crecía con el paso de los años, ganando el respeto y la admiración de los nobles por su astucia y habilidades. Su apellido, Jang, se volvía sinónimo de poder e influencia, alcanzando un estatus que rivalizaba con el de la propia familia real.

Hyunjin y Jeongin se encontraban en una constante competencia silenciosa, cada uno buscando superar al otro en todos los aspectos. Desde la inteligencia y la astucia hasta la fuerza y el prestigio, su rivalidad era palpable en cada encuentro y desafío que enfrentaban en el reino de Stray.

Sus enfrentamientos no se limitaban a las habilidades académicas y sociales, sino que se extendían a todos los ámbitos de la vida en la corte. Ambos competían por destacar en los deportes, en las artes marciales, en las estrategias políticas y en cualquier otro aspecto que pudiera otorgarles ventaja y reconocimiento dentro del reino.

Cada logro de uno era respondido con un desafío del otro, y así continuaba la rivalidad entre el príncipe heredero y el ambicioso noble, cuyos destinos estaban entrelazados en un juego de poder y prestigio en el reino.

–Hyung, ¿qué estás haciendo? —Sunghoon, el segundo hijo de los Jang, de tan solo 8 años, era un niño excepcionalmente inteligente, especialmente inclinado hacia las artes. Por eso, llega con manchas de pintura en su ropa y su rostro.

El mayor levantó la vista de su libro con una sonrisa, apreciando la creatividad y el entusiasmo de su joven hermano. –Estoy leyendo el libro que mamá trajo de uno de sus viajes. ¿Y tú qué has estado haciendo?

Sunghoon se acercó emocionado y mostró un lienzo volteado. –¡Estaba pintando! Mamá me dejó usar sus acuarelas y estoy practicando para hacer un retrato tuyo, hyung. ¿Quieres verlo?

Jeongin asintió con una sonrisa, intrigado por ver el talento emergente de su hermano menor.

Se levantó de su silla y se acercó a él, quien mostró su obra con orgullo. Observó con atención el retrato mientras su rostro se iluminaba con una sonrisa genuina.

–¡Es increíble, Sunghoon! ¡Capturaste mi esencia perfectamente! —exclamó, sorprendido por la habilidad de su hermano menor.

–¿En serio? —la sonrisa del pequeño se ensanchó aún más al recibir la aprobación de su hermano mayor, la persona que más admiraba en el mundo después de su padre.

–Por supuesto, espera a que lleguen nuestros padres y verás que tengo razón —con una sonrisa orgullosa, Jeongin revuelve el cabello corto del menor con su mano.

En ese momento, la puerta se abre y sus padres entran, sorprendidos al ver la pintura.

–¡Oh, vaya! ¿Qué es esto? —preguntó su madre, admirando el retrato con una sonrisa.

–¡Mamá, papá, miren lo que hice! ¡Es Jeongin! ¿No es genial? —exclamó emocionado, señalando su obra con entusiasmo.

La madre de los niños se agachó junto a su hijo menor para examinar más de cerca la pintura, mientras que su marido se acercó con una sonrisa orgullosa.

–Es maravilloso, cariño. Realmente has capturado la esencia de tu hermano mayor —comentó su padre con admiración, colocando una mano sobre el hombro del pequeño.

–¡Gracias, papá! ¿Verdad que es genial, mamá? —Sunghoon brilla con emoción, mirando alternativamente a sus padres en busca de aprobación.

Su madre le sonríe con ternura y asiente. –Sí, cariño, es un retrato excelente. Ahora, ¿por qué no guardas tus cosas y vamos a preparar la cena?

–Sí, mami. Iré a dejar mi retrato de hyung y me cambiaré rápido, no tardaré —salió corriendo como un torbellino, dejando a Jeongin a solas con sus padres.

𝑬𝒍 𝒑𝒂𝒕𝒊𝒕𝒐 𝒓𝒆𝒂𝒍 🦆 𝑯𝒚𝒖𝒏𝒍𝒊𝒙Donde viven las historias. Descúbrelo ahora