De nuevo en el paraíso.

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Me levanté de mi cama de un brinco ¿Había algo mejor que está mañana? ¡lo dudo! Me levanté de la cama y me estire un poco la sonrisa que estaba dibujada en mi cara era imposible de ocultar, limpie mi cuarto muy bien con algo de música, después me di un gran baño de casi una hora, lo sé ¡Mucho tiempo! Pero todo valía la pena..

Georg no había regresado desde hace tres días y, había pasado una semana después de hablar con Tom y confesarle que Georg me había violado, Tom estaba más que enojado y entre lágrimas de rabia y melancolía me prometió sacarme de este infierno. No podía soportar más tiempo sin él así que le propuse vernos el día de hoy. Gustav me ayudaba dándole los recados por si era vigilada por alguien. Pero llegué a la conclusión de que no podía poner en riesgo a Gustav así que le pedí que me comprará un nuevo celular. Después de mi larga ducha me puse mi ropa y me maquille un poco, por suerte la hemorragia ya había desaparecido y los golpes no se veían tanto. Así que con mi sombra negra pude disimular muy bien el golpe del ojo, salí de mi habitación y fui directo a la cocina, en menos de cinco segundos ya estaba ahí gracias a los saltados que di entre los escalones. Tome dos rebanadas de pan y los toste, unté algo de mantequilla y prepare una rica taza de café. Me senté a desayunar tranquilamente mi casa estaba en total silencio y era iluminada por los rayos de sol que entraban por las ventanas de cristal. Era hermoso, la paz que sentía era inexplicable, era como estar de nuevo en el paraíso.

Al terminar mi delicioso desayuno subí de nuevo a mi habitación, abrí mi closet aparte algunas bolsas que estaban ahí y saque una caja de color negro. Cerré las puertas del closet, coloque la caja en mi mesita de noche y saque de ella el nuevo celular que Gustav me había comprado, lo tenía escondido en el closet para que no fuera visto por Georg, el teléfono era algo simple solo para llamadas y mensajes, siempre estaba apagado así que no podía ser descubierto por alguna llamada mientras Georg dormía. Encendí el celular y espere algunos minutos, cuando el celular encendió rápidamente le envié un mensaje a Tom.

- ¿Entonces cariño te veo a las tres en la plaza? - envié

- Claro que sí cariño, ahí estaré ¡Muero por verte de nuevo! -

- ¡Yo también muero por verte! Te veo a las tres ¡Te amo! -

Sin más apague de nuevo el celular y lo guarde de nuevo en mi closet de manera que no se viera la caja. Mire el reloj emocionada ¿Las doce apenas? ¿¡Por qué el tiempo pasa tan lento cuando se trata de Tom!? Salí de nuevo a mi habitación en dirección al sofá, tal vez viendo alguna película el tiempo pasaría más rápido.

- Mmmh ¿Qué película veré? - susurré mientras buscaba algunas películas, pase las películas hasta encontrar Cenicienta. Las películas de princesas no me gustaban para nada, Cenicienta era la esclava de su madrastra y hermanastras después de que su padre muriera. Su madrastra se quedó con toda la fortuna ¡a la pobre Cenicienta ni un centavo le daban! Siempre era humillada pero sin embargo ella tenía un corazón puro y lindo, que nunca perdió la esperanza de encontrarse con su príncipe azul y salir de ahí. Y como toda película de princesas así fue. Su príncipe azúl la restado de aquella pesadilla, todo por una zapatilla ¿Increíble no? Después se casaron y vivieron felices para siempre, o eso creía Cenicienta, hasta que su terrible madrastra volvió para destruir su vida. Pero como siempre si final era feliz.

Claro que esa es la versión de la película ¡El libro era todo lo contrario! Me preguntó si yo tendré mi final como la película, siempre con un final feliz, no importa cuántas cosas pasen. Estaré con mi principe azúl, en este caso con mi príncipe de trenzas y ropa holgada ¡Ooh príncipe Tom ! ¿Me preguntó si me salvarás una vez más de esta pesadilla y me devolverás de nuevo al paraíso..?

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