Sexo a distancia

584 20 5
                                    

Tome mi celular para llamar a Tom y me tumbe en la cama

- Hola cariño -

- Hola linda ¿Cómo estás? -

- Mmh bien -

- ¿Segura? -

- Mmh la verdad no, te extraño demasiado -

- Yo también, lastima que no estás aquí conmigo -

- Te extraño demasiado Tomy, necesito tus besos, tu manos te necesito. -

- Mmmh me parece que alguien quiere tener sexo -

- ¿Mmh yo? -

- Me parece que si princesa -

- Pero que bien me conoces -

- Lo siento, no podremos hasta que regreses -

- ¿Mmh? Pero si puedes ayudarme desde el teléfono -

- ¿Quieres que tengamos sexo a distancia? -

No podía negarlo, sexo a distancia es algo extraño, pero estaba tan excitada. Sólo pensar en Tom hace que me sienta exitada y lo quiera tener dentro de mi. A veces teníamos sexo salvaje, pero otras veces hacíamos el amor. Son dos cosas muy diferentes. Como el día que me declaro su amor, no tuvimos sexo, hicimos el amor. Pero sabía que hoy quería tener sexo. Sólo que hoy sería sexo a distancia

- Vamos conejita ¿Quieres saltar en mi polla? -

- ahg si papi -

- ¿Cómo me has dicho? -

- Papi - dije con una voz sexy.

- Mierda no sabes las ganas que tengo de hacerte mía de nuevo, está vez te dejare sin caminar te lo aseguro -

- ¿ Mmh si papi? -

Ya estaba tan exitada, como pude me quite la pijama quedando en ropa interior comencé a frotarme con una almohada, movía mis caderas de arriba abajo y en círculos, mi respiración se comenzó a cortar y salían pequeños gemidos de mi boca.

- Vamos muñeca gime un poco más para mí -

Mis movimientos aumentaron al igual que mis gemidos, lo único que podía hacer era gemir el nombre de Tom. podia escuchar como el comenzaba a masturbarse mientras escuchaba atento mis gemidos, en cuestión de minutos salían gemidos de la boca de Tom mientras se escuchaba el sonido de su mano golpear contra su miembro,  me quite la ropa interior seguí frotandome mientras con la otra mano pellizcaba mis pezones. No podía más con lo excitada que estaba así que baje de la almohada y me masturbe con los dedos, al introducir dos de ellos solté un gran gemido, seguí metiendo y sacándolos rápidamente, mi respiración era más fuerte y no la podía contener

Tom me pidió que gimiera más para él mientras decía que era suya. Lo hice. Como la perra que soy seguí gimiendo para él gritando su nombre y pidiendo que metiera su polla dentro de mi. Era inútil él está lejos y yo estoy más caliente que un maldito horno después de hacer galletas de chocolate.

- Necesito tu maldito pene dentro de mi, quiero que me llenes de semen -

- Me parece que estás muy caliente. -

- No sabes cuanto, necesito tu polla dentro de mi quiero que me pongas en cuatro hasta que no pueda más. -

-  ¿Estás segura de lo que pides? -

- Mmh si papi -

- No sabes lo duro que estoy -

Continúe metiendome los dedos, tenía que aceptar que estaba muy caliente. Me pasaba muy amenudo cuando estaba recayendo de nuevo.

Te arrepientes?  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora