Me desperté después de desmayarme estaba en el auto de Georg atada de los pies y de las manos, el miedo me invadió por completo, tenía tantas ganas de llorar pero no podía, necesitaba escapar.
Georg no estaba en el auto, así que podía tratar de escapar, comencé a forcejear con la cuerda de las manos, pero era inútil estaba muy apretada y sólo conseguí lastimarme las muñecas, comencé a gritar por ayuda pero no podía escuchar a nadie, mire por la ventana todo estaba muy obscuro y solitario, me quedé sentada pensando que me pasaría ¿Esté sería el fin? ¿Ya no volveré a ver a Tom? Necesitaba hablar con Tom, si lo hubiera perdonado si hubiéramos hablado, nada de esto estaría pasando. ¿Por qué? ¿Por qué me tiene que pasar esto a mi? Ya sufrí lo suficiente, necesitaba un final feliz junto a Tom, pasar el resto de mi vida con él.Estaba ahí sentada dentro del carro pensando, tenía miles de emociones en la cabeza y sentía un enorme vacío, no hize nada más para huir, si lo intentaba sabía que Georg me castigaría peor, me quedé en total silencio, sin poder llorar solo aceptando mi destino, escuché unas pisadas fuera del carro mientras veía acercarse a alguien, estaba todo oscuro por lo que sólo podía ver su silueta. Estaba a unos cuantos pasos de mi y, pude reconocer a Georg, él era el que se acercaba a mí, abrió la puerta lentamente del auto me miró como un lobo viendo a su comida, se relamio los labios dandome una sonrisa perturbadora
- ¡Qué bien! Estás despierta ¡Así podras disfrutar de todo lo que pase! -
Me quedé callada, no porque me diera miedo, ya lo conocía perfectamente ¿Qué podría ser peor? Bien estaba muy asustada de volver a verlo pero no podía demostrarlo o Georg tomaría eso para torturarme
- ¿Qué pasa muñeca? ¿No dirás nada? -
Georg tenía un brazo recargado en el techo del carro y me miraba fijamente yo estaba con la cabeza cabizbaja, el pelo me tapaba el rostro ocultando mi miedo y mis ganas de llorar, note como iba introduciendo la mitad de su cuerpo al auto y la otra mitad aún seguía afuera su mano tocó mi cara haciendo que diera un pequeño brinco del movimiento repentino- Mmmh, tal vez hables cuando esté torturando a Tom y al maricon de Bill - dijo esto mientras tomaba un mechón de mi pelo y lo pasaba detrás de mi oreja, al escuchar eso mis ojos se abrieron como platos, sentí mi respiración agitada estaba tan enojada conmigo misma ¿Por qué mierda no lo perdone? ¿Por qué tengo que ser tan estúpida?
- ¡Les tocas un pelo y te juro que te mato!-
- Inténtalo maldita perra y te juro que pondré a tus dos novios en un cuarto y los torturare lentamente y tú estarás ahí para verlos sufrir lentamente -
- Tú eres mía y jamás dejaras de ser mía ¿¡Lo entiendes!? Ningún hijo de puta se acercará a ti nunca más - tomo mi cara con su mano sus dedos estaban helados me obligo a verlo mientras acariciaba mi mejilla con sus dedos
- Mmh que lastima... Ahora tendré que matar a Tom so...-
- No los toques, haré todo lo que me pidas - le interrumpí evitando verlo a los ojos
- Esa es mi niña... De todas formas lo torturare o quizás lo mate? ¿Tal vez lo deje en coma? Mmmh tengo tantas opciones ¡Que no sé cuál elegir! -
- ¡¡Los tocas y te juro que te corto ese pene tan pequeño que tienes y te lo doy de comer!! -
- ¿¡Pequeño!? Maldita perra te haré gemir mi maldito nombre y después de violarte y grabarlo se lo enviaré a Tom y cuando venga a buscarme lo mataré -
- ¡Me das asco! Maldito pene chico, si tocas a Tom yo misma te voy a matar - lo mire a los ojos haciéndole entender que hablaba con la verdad, Georg me miró con furia notando como su pecho subía y bajaba de lo molesto que estaba.
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Te arrepientes?
Roman pour AdolescentsLana tiene una vida muy complicada e intentó muchas veces suicidarse, conoce a Tom del cual se enamora y que parece salvarle la vida, pero, la chica no contaba que su exnovio Georg le arruinaría la vida una vez más.