No tengas miedo.

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Mis ojos se abrieron por completo, un charco de sangre se estaba haciendo presente por todo el piso, casi llegando a mis tenis. Se acabó todo, pensé.

- Dios mío, ¡Está muerto! - grito Ricky, pero no pude hacer nada, mi cuerpo no reaccionaba, deje de escuchar todo y lo único que sentía era mi corazón, que estaba totalmente acelerado, al punto de un infarto ¿Es el final? ¿Asi termina todo? Me quedé congelada mirando su cuerpo tirado en la tierra, con la pistola en la mano y la boca llena de sangre. Me di la vuelta para evitar ver su cuerpo, quería vomitar, mi cabeza estaba apunto de explotar cuando sus manos me tomaron por detrás y me acorralaron por completo en ellos, sentí mis ojos llenarse de lágrimas y en la garganta tenía un nudo, me di la vuelta en sus brazos, para encontrarme con esos ojos, llenos de irá y satisfacción.

-Tom - susurré, lo tome del cuello y lo abracé como si mi vida dependiera de ello, las lágrimas salieron sin permiso de mis ojos.¿Georg estaba muerto? ¿Este era el fin? ¿Seríamos felices para siempre? Rompí en llanto.

- Ooh pequeña, no llores, no llores, todo está bien, se ha ido, no te volverá a tocar. Somos libres - me abrazo más fuerte, al igual que yo.

- Tom, pensé que - no pude terminar de hablar cuando empuje a Tom al otro lado, haciendo que terminará en el suelo

- ¡No! - grito, cinco disparos se hicieron presentes, antes de que terminara en el piso de rodillas.

- ¡Idiota! - grito Ricky quien mantenía su pistola en dirección a Georg - ¡Ooh mierda, mierda! - hablo una vez más Ricky que corrió a mi junto a Tom.

- Lana, Lana ¡Mierda! ¡Mierdaa! - escuché como Tom grito, lo que me hizo reaccionar, baje rápidamente mi cabeza, dandome cuenta que estaba llena de sangre. Georg había intentado dispararle a Tom, pero logré apartarlo, lo que hizo que las balas me atravesaran a mi. Me tire al piso por completo, la sangre comenzó a salir de mi boca, casi haciendo que me ahogara. Mire a Tom, estaba gritando pero no podía escuchar que decía, Ricky se levantó del suelo y se dirigió a la camioneta corriendo, no sin antes darle un pequeño vistazo a Georg, quien estaba tirado con los ojos muy abiertos, pero su pecho ya no mostraba ninguna señal, Tom me miró fijamente mientras hablaba y con sus manos trataba de detener la hemorragia, pero era inútil, tenía tres disparos en el estómago y uno en el hombro. Este era el final. Mi final.


21 de marzo del 2011.

El sol entró por mi ventana, pegando en mis ojos causando que me despertará inmediatamente, abrí los ojos y me di la vuelta, encontrándome con su rostro, aún seguía dormido y sus perfectas trenzas caían sobre su espalda, lo observé detenidamente por unos minutos.
-pff- solté un suspiro y me levanté de la cama, sentandome en la orilla, mientras veía un punto fijo.
¿cómo podía ser tan perfecto? ¿cómo me podía amar? ¿cómo podía estar conmigo? ¿cómo podíamos seguir juntos después de todo lo qué pasó? Mi cabeza daba vueltas y vueltas, tenía miedo, pero no sabía a qué, como siempre, el nudo en la garganta se hizo presente al igual que mis ganas de llorar. Cerré los ojos, mi cuerpo comenzó a temblar y no entendía porque. Tome aire unas cuantas veces para tratar de calmarme, pero mi piel se erizo por completo, al escucharlo.

- ¿Qué ocurre? - preguntó Tom, probablemente lo había despertado cuando mi cuerpo comenzó a temblar. - ¿Estás bien? ¿por qué tiemblas? - preguntó una vez más. Sentí su pesado cuerpo junto a mi, causando que la cama se hundiera un poco a su tacto.

- Tengo miedo - susurré sin alzar la vista del suelo. -Ooh... ¿por qué? - preguntó Tom mientras se sentaba junto a mi.

- No lo sé - mentí.

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