Siempre estuviste destinado a ser mío por toda la eternidad

Capitulo 12

"Después de que el cuerpo de Dumbledore cayera por el balcón por la maldición asesina de Severus, rápidamente agarré a Draco y lo giré frente a mí para protegerlo de la maldición asesina de un mortífago que inmediatamente nos enviaron. Como técnicamente ya estoy muerto, pensé que la maldición no tendría ningún efecto en mí. Pero mataría a Draco en un instante. Entonces, después de que se fueron, agarré a Draco e inmediatamente lo traje aquí".

Una vez que Jasper terminó de contarles a su familia y a los padres de Draco lo que había sucedido en la Torre de Astronomía, se levantó de donde se había sentado para contarles toda su historia y caminó hacia la habitación donde antes había depositado a su amante inconsciente.

Cerrando la puerta detrás de él y acercándose a su cama, Jasper apartó un mechón de cabello de la cara de Draco y se sentó en la cama junto a él.

Un gemido y un movimiento de Draco indicaron que estaba empezando a despertar.

Observando como Draco abría lentamente sus somnolientos ojos grises para mirarlo, Jasper le preguntó cuidadosamente cómo se sentía.

"Siento como si alguien estuviera tratando de arrancarme el alma directamente del cuerpo".

"Lamento que te sientas así, cariño, pero lo que hice fue la única forma que se me ocurrió en ese instante para salvar tu vida".

"Veo. Gracias Jasper. ¿Dónde estamos?"

"Estamos en la cabaña de la que te hablé. Tus padres están en la sala con mis hermanos".

"Me gustaría salir y verlos, pero parece que no puedo mover mi cuerpo".

"Yo te llevaré".

Levantándose e inclinándose sobre Draco, Jasper lo tomó en sus brazos y lo sacó de su habitación temporal. Caminando por el pequeño pasillo para salir a la sala de estar, Jasper lo dejó suavemente en el sofá y se sentó a su lado. Mirando a sus padres, Draco trató de pensar en algo, cualquier cosa, que decirles. Para explicarle todo lo que le ha pasado durante su año en la escuela y sobre su condición de aceptar a Jasper como su compañero.

"Draco, no necesitas preocuparte por nosotros. Tu padre y yo estamos bien. Tu...novio...Jasper orquestó nuestra fuga con un poco de ayuda. Hemos decidido abandonar Inglaterra y escondernos en Francia. Tenemos algunos amigos ahí fuera y queremos que vengas con nosotros. Cuando esta guerra termine, regresaremos aquí y tú y Jasper podréis estar juntos. Si todavía sientes lo mismo por él, claro.

"Eso suena maravilloso, madre. Realmente lo hace, pero no puedo ir contigo".

"¿Qué? ¿Qué quieres decir con que no puedes con nosotros?

"No puedo ir contigo y mi padre a Francia y mi madre. Jasper no podrá contener su impulso de convertirme en vampiro por tanto tiempo. No quiero que tenga que perder la cabeza por su impulso sediento de sangre de aparearse conmigo todo porque me quieres a nuestro lado. ¡No le haré eso! Me quedaré aquí y trataré de ayudar al lado de la Luz a ganar esta guerra lo mejor que pueda. Para ayudar a redimir nuestro empañado apellido. Esperemos que al final de esta guerra podamos vivir nuestras vidas en paz y no tener que preocuparnos por demostrarles a todos que hemos cambiado y que no vamos a volver a las viejas costumbres".

"Pero Draco—"

"Suficiente Narcisa. Nuestro hijo ha dicho lo que piensa y no lo cambiará. No importa cuánto le desees a él también. Si quiere quedarse, se quedará. Lo mejor es que lo haga de todos modos. Al menos mientras estemos en Francia, Draco estará aquí para garantizar que nuestro nombre no sea arrastrado por el barro más de lo que ya lo ha sido por mis acciones.

"Pero Lucius..."

"No, Narcisa. Draco ha tomado una decisión y nosotros hemos tomado la nuestra. En cuanto a este—novio—tu hijo, estoy agradecido de que me haya ayudado a escapar de Azkaban aunque solo sea para vivir un día más, pero no estoy orgulloso de decir que él es... lo que es. Teniendo en cuenta mi relación con otras personas como él en el pasado, comprenderás por supuesto por qué no confío en él de inmediato".