Capítulo 4

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La pareja del Pop bajó del escenario tomados de la mano.

Frente a la base de la escalera los esperaba el Rey Peppy posando ambas manos sobre su bastón de caoba y con una grata sonrisa en su rostro. Estaba orgulloso por las acciones que realizaron ambos Trolls arriba en el escenario.

–Poppy. – Miró a su hija, seguido del azabache. – Branch. – El viejo troll hizo una leve reverencia de cabeza hacia a él, haciéndole entender que quería hablar con su hija, por lo que obedeció y les dio algo de privacidad. Acto seguido, el exrey tomó a la reina por la espalda y la encaminó hacia el bosque, alejándose de la multitud que ahora se dispersaba.

–Tu decreto fue fantástico, ahora ya no tendrán más problemas con el resto de los Trolls machos. –

–Gracias, papá. Estoy feliz de que se lo hayan tomado bien. – Declaró la pelirrosa aliviada.

–Y cuéntame hija, al declararle a todo el Reino Troll de que Branch es el indicado para reinar a tu lado. ¿Eso significa que están comprometidos? – Cuestionó con emoción en su voz.

–Fue más como una promesa de que algún día Branch y yo nos casaremos para reinar juntos la tribu. Aún no hablamos seriamente de matrimonio, no quiero que él se sienta presionado. Le daré su tiempo hasta que esté preparado para pedírmelo. – Confesó preocupada ante el peso emocional que su novio tendría que cargar si cedía a casarse sin sentirse listo. Reinar no era una tarea fácil y se necesitaba una formación previa para ello. Necesitaba comenzar a introducirlo al mundo de la realeza para que empezara a desenvolverse como futuro monarca.

– Creo que deberán hablar del tema cuanto antes, mira cómo se encuentra el pobre troll. – Señaló el Rey Peppy con la mirada sobre el hombro de la ojirrosa.

La reina siguió la mirada de su padre y encontró al troll azul grisáceo sentado arriba de un pequeño hongo cerca del escenario, cabizbajo y mirando hacia la nada.

–Branch...– Dijo angustiada en un susurro. A Poppy no le gustaba verlo de esa manera, era claro que algo le estaba preocupando, necesitaba hablar con él sobre su futuro y aclararle que se lo podía tomar con calma.

La pelirrosa estaba a punto de caminar hacia él, pero sintió la mano de su padre en su hombro en señal de que se detuviera.

–Déjame hablar con él, Poppy. – La troll rosada dudó un poco antes de acceder. No quería dejar a su novio de esa manera, pero estaba segura de que su padre podría tranquilizarlo mejor que ella.

–Solo dile que iré a buscarlo más tarde a su búnker para hablar con él. – El troll asintió y se encaminó hacia Branch.

El azabache aún se encontraba absorto en su pensamientos, no sabría cómo podría lidiar con la responsabilidad de liderar a otros Trolls. Su novia lo hacía parecer tan fácil, pero el detalle era que ella había sido criada y entrenada para reinar. En cambio, Branch solo era un súbdito más, que no estaba calificado para ser un monarca. No se encontraba preparado para hacerlo y sentía que no podría cumplir con las expectativas de la tribu.

–Branch, hijo. – La voz del exrey hizo que regresara a su realidad. –¿Te encuentras bien? Te ves pálido. –

–Rey Peppy...– Fijó su mirada en el viejo troll. – Creo que pasé por muchas emociones en el escenario. Siento el estómago revuelto y todo me está empezando a dar vueltas. – Confesó. No podía mentirle al exrey, ya que, por alguna razón, él detectaba cuando un troll ocultaba la verdad.

–¿Te sientes abrumado? – Cuestionó con preocupación.

­–¿Abrumado? ¿Por qué lo pregunta? – Ni siquiera él sabía cómo se sentía. No podía canalizar sus emociones en una sola.

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⏰ Última actualización: Jan 29 ⏰

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