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Un día mas en Barcelona, un día mas en el que cuestionaba todas las decisiones de mi vida.
Hoy se cumplían dos meses desde que estaba aquí y no podía esperar para irme.

Cuando vivía en Madrid mis días se basaban en fiesta, salir con mis amigos y escaparnos un fin de semana al destino más insólito de Europa. Ahora en Barcelona mis días se basaban en ir al estudio, tratar de terminar mi álbum, y compartir el día con mis únicos amigos: mis hermanos.

Las únicas veces que salía era con Sira, y siempre nos enfocábamos en hacer planes que no implicarán ninguna foto sacada de contexto. Íbamos a pasear con Pedri y Ferran o terminábamos cabalgando a caballo con algún amigo de Sira.

Con Pablo las cosas iban raras, ya no nos peleábamos 24/7 pero tampoco nos llevábamos bien. Nos tolerábamos. Admito que es mas actitud suya que mía. Cada vez que yo le decía algo para molestarlo él simplemente se reía y me ignoraba, ya no entraba a pelearme como un niño chico.

A Joao prácticamente no le hablé mas desde la ultima vez que nos vimos. Él intentó venir alguna que otra vez a Barcelona pero todas las veces le dije que no, que estábamos bien así. Que si quería esperarme a que volviera a Madrid pues bien y si no que siga con su vida. No le costó mucho seguir adelante pues ya salieron fotos de él con otra chica. No voy a decir que no me dolió, si bien no teníamos nada formal, habíamos pasado meses enteros juntos en Madrid y pensé que a lo mejor podríamos haber funcionado. Claramente estaba equivocada.

En parte agradecía todo lo que había pasado estos últimos meses porque me dio muchísimo material para escribir canciones. Ya llevaba casi diez canciones escritas y grabadas, me faltaban unas cuatro más y ya podría volverme a Madrid para empezar a preparar la gira.

Estaba con mi hermano Fer escuchando algunas de las nuevas canciones mientras cocinábamos algo simple para almorzar. Bueno, yo me cocinaba lo mío y Fer se encargaba de las complicadas comidas de mi hermano el futbolista. También se encargaba de cocinarle a Pablo, que ya era costumbre que almorzase aquí.

-A tus engaños y a tus mentiras le digo adiós, ya no hay más daño, no más heridas, conmigo no- cantábamos a todo pulmón con Fer. Si bien la canción aún no había salido, mis hermanos eran de los pocos que la habían escuchado y ya se las sabían de memoria.

-De tu falsedad y tu hipocresía, ya me cansé- entra Pedri por la cocina gritando mas que cantando. Me reí y acepté su mano que me invitaba a bailar. Pablo río y acompaño el canto con una mano en el pecho sintiendo la canción.

-Mira Pepi, te dije que Pablo era un fan más!- le digo a mi hermano mientras me burlo de los movimientos de "baile" del sevillano.

-Es muy pegadiza.- responde Gavi levantando las manos en señal de defensa. Mis hermanos lo abuchean y Pablo larga una carcajada para luego asentir. - Vale, vale, es un temazo.

Sonreí y murmure un simple "gracias" mientras nos acomodamos en la mesa para almorzar. Enseguida iniciaron una charla a la cual no le presté mucha atención, por alguna extraña razón mi cabeza seguía en la carcajada de Pablo. Recordé que, a pesar de habérselo prometido, nunca fui a conocer a su hermana, y él nunca me insistió.

Casi todas las personas que me rodeaban querían algo a cambio, aunque fuese una tontería. Un saludo para un amigo, unas entradas para alguno de mis conciertos, o el número de alguna de mis amigas famosas. Pablo no era el caso. Siempre me trato como una más y nunca me pidió nada, y la única vez que lo hizo yo lo ignoré y lo olvidé por completo. No pude evitar sentirme mal al recordarlo.

-Pablo, hoy voy a tu casa, ¿vale?- le digo mientras conecto miradas con él. Gavi se atragantó con el agua y empezó a toser. Mis hermanos intercambiaban miradas entre Pablo y yo buscando alguna explicación al por qué su hermana tendría que ir a la casa de su amigo.

delicate- pablo gaviDonde viven las historias. Descúbrelo ahora