delicate- pablo gavi

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Pov Candela:

Berlín era aún más bonito de lo que imaginaba.

Me encontraba en la habitación del hotel preparándome para salir con mi familia y la de Pablo. A los chicos les habían dado el día libre para recorrer y eso es lo que íbamos a hacer.

Por suerte había venido Aurora, la hermana de Pablo, con la que me llevaba super bien. También había venido Javi, su novio, que es super majo.

Fer llamó a la puerta de la habitación, recogí mi bolso y salí enseguida. Al bajar nos encontramos todos en el lobby, incluidos Pablo y Pedri. Salude a ambos, pero a Pedri le di un abrazo muy apretado. Hacía mucho que no estaba tanto tiempo lejos de él, le extrañaba.

En la puerta nos esperaba la van que nos llevaría a todas las actividades junto con un tour guía que parecía bastante joven y era muy guapo. Al ver que fui la última en subir me sonrió y extendió su mano para ayudarme. Le devolví la sonrisa y acepté su mano, parecía muy simpático.

Busqué con la mirada algún asiento vacío y el único que quedaba era al lado de Pablo que, como siempre, se encontraba con el ceño fruncido. Me senté a su lado y me abroche el cinturón sin nada que decir.

-Buenos días, mi nombre es Aron y voy a ser su tour guía por el día de hoy. Si me permiten, antes de que lleguemos a nuestro primer destino, les contaré un poco sobre Berlín y su historia.

Aron empieza a hablar y yo intento prestarle atención, hasta que Pablo empezó a mover la pierna de arriba a abajo sin parar.

-Para ya.- le digo susurrando por lo bajo, tratando de no interrumpir a Aron. Gavi bufa y mira por la ventana, sin embargo el movimiento de sus piernas no se detuvo.

Decidí tratar de ignorar la hiperactividad de Pablo y tratar de concentrarme en la voz de Aron pero me fue imposible. Apoyé mi mano sobre su pierna y la deje tensa haciendo que parase. Pablo giro su cabeza para verme, luego la bajo para ver mi mano.

-Presta atención, es interesante.- le susurro una vez mas.

-Vale.- me responde en el mismo tono de voz y alargando la "e". Sonreí ante la respuesta de niño pequeño.

Ya habíamos llegado a nuestro primer destino y, sin darme cuenta, yo había pasado todo el camino con mi mano en su pierna. La saqué rápidamente y rezaba porque mis hermanos no nos hubieran visto.

Pablo me quedó mirando confuso pero no le devolví la mirada. Bajamos de la van y sin decir nada seguimos a nuestro tour guía.

Entramos a un museo hermoso, Aurora y yo íbamos con los brazos entrelazados escuchando atentamente a Aron y sacando alguna que otra foto. Nuestros padres iban un poco mas adelantados y los chicos (mis hermanos, Pablo y Javi) se quedaron atrás hablando de cualquier cosa.

De vez en cuando Aron me sonría, me guiñaba el ojo o me preguntaba si me lo estaba pasando bien. Yo le devolvía algún que otro gesto pero no le di mucha trascendencia. El chico era guapísimo y súper majo pero en vacaciones familiares no había lugar para mucho.

Luego de un tiempo decidimos ir a almorzar y despedirnos de Aron.

Los padres se sentaron en una mesa aparte y nosotros en otra. Me senté entre Gavi y Pedri y empezamos a ordenar la comida.

-Qué tío pesado el Aron.- me dice después de un tiempo Pablo

-¿Por qué?

-Te ha estado coqueteando todo el puto día.

-¿Qué dices? Ha sido majo y ya está.

-Tía, venga ya.- me dice Aurora ríendo.

-¿Te ha gustado esta parte Cande? ¿Quieres descansar Cande? ¿Quieres agua?- dice Pedri con una voz burlona "imitando" a Aron. Ruedo los ojos.