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Pov Candela:

-Y cuando lo vuelvo a ver estaba embarrado en lodo de pies a cabeza, solo se le veían los ojos y la pelota de fútbol en la mano.- termina de contar el padre de Gavi una mas de las mil anécdotas que contó esta tarde. No podía parar de reírme mientras veía a Pablo enrojecerse y reír junto a su familia. 

-Bueno ya estaría ¿no?, le han contado prácticamente toda mi vida.- dice Pablo conteniendo la risa. 

-Pues la verdad podría escuchar mil anécdotas más.- digo mientras cruzó miradas con Gavi y le sonrió. Pablo me devuelve la sonrisa y se me hace imposible despegarme de su mirada.

-Cande, ¿por qué no te quedas a cenar?- me pregunta su madre haciendo que deje de mirar a su hijo. Recién ahí es cuando me doy cuenta lo tarde que se había hecho, había pasado tan bien que jamás me di cuenta que ya había anochecido. 

-No lo sé, mis hermanos ya se estarán preguntando por mí.- Sonrío y hago una mueca. No quería abusar de la amabilidad de los Paez Gavira. 

-Venga Cande, yo te acompaño hasta tu casa cuando terminemos.- Me dice Pablo insistiendo.

-¿Te gusta la pasta?- pregunta el padre de Pablo mientras se levanta con intención de dirigirse a la cocina. 

-Por supuesto.- Sonrío y noto como Gavi hace lo mismo mientras me mira. 

-Pues ya está, ¿por qué no van a matar el tiempo mientras nosotros cocinamos?- Le dice su madre a Pablo a lo que este asiente. 

-Vale, yo le voy a invitar a Javi- dice Aurora- Mi novio.- me explica al verme hacer una mueca intentando entender. Asiento y le sonrío. 

-No sabía que tenías novio, ¿estáis hace mucho?- le pregunto.

-Hace cuatro años.- responde Aurora con una sonrisa de oreja a oreja y un brillo especial en los ojos. 

Sentí un ardor en el pecho, hace años no sentía ese enamoramiento que te hace brillar cuando hablas de esa persona. A lo mejor jamás lo había sentido. Lo mas cerca que estuve fue cuando me puse de novia con Itzan, pero nunca me brillaron así los ojos. 

-Que bonito Auro, me muero por conocerle.

-Se va a morir cuando te vea.- ríe Aurora mientras se disculpa para salir a llamarlo.

Pablo se paró del sofá y me extendió la mano. Dudé pero se la acepte sin decir nada, no había mucho para hacer. Lo acompañe hasta lo que parecía ser su habitación. Me quedé un rato viendo todos los trofeos de fútbol y las mil y un fotos con los equipos de la Masía. Pablo se sentó en la cama mientras preparaba todo para jugar al Fifa. Yo seguí observando su habitación, me dio un "no se qué"  en el pecho, era un chico como cualquier y otro y sin embargo tenía que aguantarse las críticas de la mitad de España todos los fines de semana. 

-Gracias por venir. Creo que nunca había visto a mi madre tan contenta, ni cuando debuté con el Barca.- Dijo Pablo esbozando una sonrisa. Me sacó de mis pensamientos y me giré a verlo. Me reí por su comentario. Pablo me extendió uno de los controles de la Play y me hizo un lugar en su cama. Acepté el control y me senté a su lado. 

-No es nada, tienes una familia muy bonita Pablo.- le dije mientras me concentraba en elegir un buen equipo para ganarle el partido. 

-Tu también la tienes.- me contesta mientras devuelve su mirada a la pantalla.

-Ya, pero yo no la aprovecho como tú.

-¿Qué dices?

-Desde que me convertí en famosa lo único que quería era mudarme a Madrid y hacer mi vida. Hace dos años que no piso las Islas Canarias. Pedri me ha invitado a todos los partidos del Barca y yo no hacía ni el mínimo esfuerzo para ir porque me daba pereza tomarme un vuelo. Fer se graduó y yo estaba en Brasil tomando sol cuando fue su celebración. Tu eres titular indiscutido en el primer equipo del Barcelona y sin embargo sigues viviendo y disfrutando con tu familia. Los invitas a todos tus partidos y vuelves emocionado a contarles de tu día. No lo sé, a lo mejor debería aprender un poquito de ti.- Le digo desahogándome mientras mantengo la vista en mejorar la alineación del Manchester City. Pablo no despegó su vista de mi ni un segundo, creí que iba a reírse de lo ultimo que dije y darme la razón en todo. Que era una capulla y una mal agradecida. 

-Cande tu familia te ama. Desde que los conozco jamás han dejado de hablar de ti, estabas presente en cada conversación, y nunca los escuché decir algo malo sobre ti. Nunca. Te aman hagas lo que hagas y les brota el orgullo al verte. Aun si te lo merecieras, que no es así, jamas te reprocharían nada. Te enfocaste en cumplir tus sueños y lo hiciste.- dice Pablo girándose para verme, lo imito y lo veo dándole una mueca. Quedamos frente a frente y bajo la mirada, era extraño sincerarme con Pablo y estar compartiendo un momento sin pelearnos o echarnos broncas.

-Conozco a Pedri y Fer desde hace mas de dos años y nunca los había visto tan feliz como cuando te mudaste con ellos. No hay nada que puedas hacer que haga que dejen de amarte.- vuelve a hablar Pablo mientras me acomoda el pelo detrás de la oreja. Sonrío con los ojos aguados y levanto mi mirada a verle. Era tan bonito cuando se portaba como un ser humano. 

-¿Y si empiezo a salir con un jugador del Real Madrid?- le pregunto riendo. Pablo se toca el corazón fingiendo que le dolía lo que había dicho y se contagió de mi risa.

-Bua, ahí si, no te hablan más. Yo menos.

-Jamás haría eso, te lo prometo.- me reí y volví mi vista hacia la pantalla.

-Ya lo sé, si he visto tu sesión de fotos con la remera del Barcelona de pequeña circulando por todo twitter.- sonríe sin dejar de mirarme. Le devuelvo la mirada y ruedo los ojos divertida. Le extiendo el control de la play para que se enfoque en lo que estábamos haciendo hace unos minutos. Pablo lo acepta y se gira a mirar el televisor.

-Gracias, por todo.- le digo después de un tiempo. 

-No es nada, igual te voy a ganar el partido.

-Ya te gustaría. 

Sonreí y me acomode en la cama de Pablo. Me sentía cómoda a su lado y podía acostumbrarme a ese sentimiento. 


delicate- pablo gaviDonde viven las historias. Descúbrelo ahora