- Jean Kirschtein ★

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𝐃𝐑𝐄𝐀𝐌 𝐆𝐈𝐑𝐋
parte 2
«ᴀᴏᴛ/sɴᴋ»
(⚠️! none)

ᴛʜɪʀᴅ ᴘᴇʀsᴏɴ's ᴘᴏɪɴᴛ ғ ᴠɪᴇᴡ

Habían pasado ya unos meses desde que Jean se enteró del más profundo secreto de su mejor amiga; en esos meses el castaño no había parado de pensar en Mary, porque por arte de magia la pelinegra ya no era la protagonista en la cabeza de Jean.

Sasha y Connie fueron los primeros en darse cuenta de que algo raro le pasaba al más alto de ellos, pues ahora se la pasaba mirando la mesa pensativo o se distraía muy fácilmente en los entrenamientos donde le venía ganando Connie.

Pero , ¿qué era lo que tanto veía el castaño? se preguntarán. Bueno, sencillo. Es más, podría adivinar a qué tienen el nombre en la punta de la lengua; y si, nada más y nada menos que a la rubia de ojos marrones rojizos. Mary.

Después de haber reflexionado las cosas el castaño comenzó a desarrollar un sentimiento extraño –para él– hacia la rubia. Y aunque Mary estaba un tanto distante con él, Jean sentía su cara arder cada que ella se acercaba a él.

Solamente que había un inconveniente...Mary había comenzado a juntarse mucho con cierto rubio de ojos océano.

Esto hacía que a Jean le hirviera la sangre, pues ni le agradaba del todo ver cómo Mary era abrazada por el rubio, incluso a veces el castaño deseaba estar en el lugar de él.

—¿En donde estabas? te estuve esperando para entrenar —el castaño dijo algo intrigado—¿está todo bien?

—Oh, si, lo siento —Mary mordió su labio apenada—estaba con Armin, perdí la noción del tiempo

Jean al escuchar el nombre del chico con el que probablemente la rubia lo iba a  remplazar le hizo fruncir el ceño.

—Ya veo —musitó molesto. Este se levantó y comenzó a alejarse de Mary, quien parecía completamente confundida.

—¡Ey! —ella corrió hacia el castaño y lo detuvo jalándolo del hombro—¿qué te pasa? si estás molesto porqué tarde lo siento mucho, no volverá a pasar —Jean se pasó la mano por su cabello frustrado.

—No es eso, Mary —se volteó para volver a caminar. Durante el trayecto en donde Mary trataba de parar a Jean para hablar y fallar en el intento, finalmente llegaron a la habitación del castaño, el cual casi le cerraba la puerta en la cara a la rubia.

—¿¡Pero qué demonios te sucede!? ¡casi me cierras la puerta en la gta, idiota! —Mary gritó ya enfadada por la poca cooperación que Jean ponía de su parte por hablar.

—No me pasa nada —Jean sacaba una camisa de su ropero sin siquiera ver a su amiga a la cara—vete, me bañaré

Esa fue la gota que derramó el vaso.

—No, —Mary le quitó las prendas de ropa que llevaba en manos y las dejó nuevamente en la cama del castaño, lo tomó de los hombros y lo sentó —te quedarás aquí y me dirás qué es lo qué pasa contigo últimamente —su tono de voz era un poco más calmado, pero seguía agitada—te volviste mucho más...

—¿Más qué? —preguntó con ironía—¿irritable? ¿molesto? ¿distante? ¿eh? ¿me volví más qué? —Mary se mantuvo en silencio, se le había olvidado hasta como formular una oración—¿quieres saber el por qué de mi comportamiento? bien, lo sabrás y es porque me vuelve loco verte cerca de ese rubio perfecto con el que probablemente me remplazaras.

—Jean... —fue lo único que pudo decir—sabes que no te remplazaría, eres mi mejor amigo, no podrí-

—¡No es eso, Mary! —la mencionada lo miró confundida, parecía no comprender la situación.

—¿A qué...te refieres? —el castaño se limitó a mirarla con súplica a los ojos, una mirada que si bien la rubia conocía tenía algo esta vez que era distinto. Sus pupilas—Jean

Jean solamente la miraba, lo que le había querido decir desde hace "mucho" ya lo había dicho, ahora solo esperaba que la rubia entendiera y aceptara sus sentimientos.

Mary una vez entendió lo que la mirada del contrario expresaba se quedó estática, pero no pensaba desaprovechar el momento; lo había esperado mucho como para perderlo.

Al no saber que decir aún pasó la mano que tenía en el hombro del castaño hacia la mejilla de este para acariciarla delicadamente, la cara de Jean cambio a una de sorpresa y aumento al sentir unos suaves labios contra los suyos.

Cerró los ojos dejándose llevar por el suave y dulce tacto de los labios de la rubia. Jean pasó sus manos por la cintura de Mary y la sentó en sus piernas para que corrigiera la postura incómoda en la que estaba la rubia.

El beso era lento pero intenso, ambos dejaban en claro las intenciones y los sentimientos que sentían mutuamente, y una vez se quedaron sin mucho oxigeno se separaron para mirarse fijamente.

—No quiero sonar tonta, pero, —Mary musitaba—no sabes lo mucho que te esperé

—Me siento idiota por no haberme dado cuenta antes, así como no me di cuanta de lo que sentía por ti —este la abrazo y se tumbó en la cama con ella en brazos.

Ambos solamente permanecían en un silencio cómodo, disfrutando de la compañía del otro, no tenían necesidad de decir o hacer nada, les bastaba la satisfacción que sentían de por fin estar en la situación en la que estaban.

Mary aspiraba tranquila la colonia de Jean, estaba abrazada a él como koala, no planeaba soltarlo si él no quería, se sentía bastante cómoda.
Por parte del castaño, este estaba pensativo, disfrutaba tener a su chica soñada en brazos y poder besarla, pero había algo que faltaba.

—¿Aceptarías salir en una cita conmigo? —le susurró a la rubia en el oído.

—Me encantaría —respondió de la misma manera plantando un beso casto en su mejilla.

Así fue como su amor comenzó por el otro, después de eso siguió el noviazgo que se convirtió en matrimonio y el matrimonio los convirtió en padres meses después de la boda, fin.


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ATTACK ON TITAN, One-ShotsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora