-cap 5-

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Eran las 4:35 pm y Gamma 2 finalmente se despertó, algo desorientado debido a que no estaba acostumbrado a tener siestas, se quedó quieto mirando su alrededor por un tiempo hasta que finalmente decidió que era hora de levantarse para hacer lo que tenía que hacer.

Agarró los documentos con cierta amargura y los abrió, dentro se encontraba efectivamente los datos más relevantes de aquel oponente, su habilidad en combate, sus poderes vistos hasta ahora, sus motivaciones... Algunas veces se preguntaba de dónde sacaban toda esta información, tal parece que los han estado espiando.

Se mordió las uñas de su mano derecha mientras leía, tal vez leer el historial de aquel villano le diera un consuelo para pensar que "se merecía" aquel final.

Entre ellos se veía en su mayoría  múltiples asesinatos, era lo que predominaba, después solo se encontraba con algún que otro hurto agravado por algo de comida, hasta ahora parecía ser una persona malvada.

Pero en eso, al voltear la página se encontró con su niñez, un niño que creció sin padres y apartado de la civilización, sin contacto con nadie, con el único objetivo de matar al que mató a su padre quien era el villano principal de la misión, al parecer era una especie de persona con una moral ambigua, luchaba contra el villano pero tenía una moral algo questionable.

Ahora parecía más que malvado una persona triste, vivir con la soledad por un largo tiempo tiene sus consecuencias y él lo sabía muy bien, desde su creación se sentía muy solo apezar de estar rodeado de personas, pues todos le evitaban o lo ignoraban, pero no podía imaginarse estar realmente solo, sin ninguna persona a tu alrededor.

La culpa creció inmediatamente, toda persona merecía una segunda oportunidad, no es que justificara los múltiples asesinatos cometidos, pero el vivir echándole la culpa y sintiendo cólera por alguien así, no llevaba a nada.

Pasó las hojas hasta llegar de frente a la sección de habilidades, probablemente si seguía leyendo su pasado se sentiría todavía más culpable.

Después de leer, ya se sintió más preparado para el enfrentamiento, pero no para matarlo, por curiosidad, leyó lo último que decía sobre su pasado, pero como dicen por ahí, la curiosidad mató al gato.

Resulta que la razón por la que se unió al enemigo, fué por haberse encariñado con el hijo de su enemigo... Esto era demasiado para él, simplemente no podía con esto, no quería hacerlo, pero "tenía que".

Con estas inquietudes y pensamientos se fue a pasear al bosque de la patrulla roja, necesitaba liberar su mente.

Al llegar al lugar se revolcó en el verde césped que tanto lo relajaba, para su tristeza no había fauna por ahí, por lo que solo se limitó a escuchar los sonidos de los árboles chocando en el viento.

Para ser sinceros, él tenía un gusto algo extraño por la naturaleza, la apreciaba demasiado, incluso trataba de usar en su día a día cosas ecológicas.

Era un gusto extraño a su parecer, pues no veía a alguien más en toda la patrulla roja que le gustase siquiera las flores, cosa que lo entristeció pero decidió dejarlo de lado, por el momento se concentró en las leves vibraciones del suelo que solo él podía sentir, se concentró en el aroma de la tierra mojada, en el frío pero a la vez agradable tacto picoso del césped al igual que lo suave que era la tierra muy negra con la que contaba la organización a petición de él, después de rogarle multiples veces al doctor Hedo, logró que Magenta cambiará la tierra convencional por tierra del Amazonas, cuyo fuerte color simbolizaba la gran vida que albergaba en ella.

Se recostó en el césped boca abajo apoyándose en sus codos para no chocar su cabeza contra la tierra, y pudo ver a una lombriz, fuera de sentir miedo sintió gran admiración hacia el animal, mirándolo arrastrarse y buscar un hueco donde meterse para poder vivir con la humedad de la tierra, le ayudó haciendo un hueco con su dedo, dónde la lombriz pudo ingresar a la tierra para no volver a salir si no es para comer.

Sin embargo, la paz no duró mucho, pues sintió como algo cayó sobre su cabeza, soltando un leve quejido, antes de que pudiera ver de qué se trataba, volvió a sentir como más cosas chocaban sobre él, se levantó del suelo para ver que se trataba de un grupo de soldados, quienes le estaban arrojando pepas de durazno y demás desechos, inmediatamente los reconoció, era el mismo grupo que lo venía acosando cada vez que venía a este lugar.

— Miren, creo que se cree una lombriz más

— Por ahí escuché que las lombrices comen basura, ¿Porqué no le damos de comer?

— Bueno... En realidad las lombrices comen residuos orgánicos, pero ya no va a ser necesario, yo ya me hiba —fue levantándose del suelo y limpiándose la ropa.

— ¿Y porqué no te quedas un rato más? ¿A caso te molestamos?

— Para ser sinceros un poco, porfavor déjenme en paz

— ¿Y porqué deberíamos de hacerle caso a un experimento? Haber tiburoncín, no te molestes

— Solo, déjenme en paz —recogía la basura que estos tiraban y las guardó dentro de su cinturón rojo de tela que funcionaba como bolsillo en ciertas ocasiones.

— Yo creo que eso va a ser más difícil de lo que parece, estamos algo aburridos, ¿Porqué no nos divertimos un poco lindura?

— Lo siento, yo ya me tengo que ir —dijo mientras apresuró el paso para posteriormente emprender vuelo, pudo escuchar como dijeron algo antes de desaparecer de su vista

"Pero que poco aguante"

Suspiró cansado, algunas veces las personas eran algo difíciles de tratar, sobretodo cuando ellos te faltaban constantemente el respeto, fue a parar a la biblioteca, y se dispuso a leer un poco, pronto llegó la hora de dormir y fue a su habitación.

El podía dormir, pues era un androide orgánico, que fue creado en una incubadora con el ADN de dos especies, o por lo menos eso fue lo que le contó el doctor Hedo cuando le preguntó de dónde vino.

Una vez se puso su pijama de patos de cuerpo completo, se cobijó en las frazadas y abrazó a su peluche de oso, antes de dormir, se quedó un buen rato pensando en lo que tenía que hacer mañana, matar a alguien.

Abrazó con más fuerza a su peluche para llorar un poco, no quería hacerlo, eso era más que obvio.

En medio de todas esas dudas, se quedó dormido, ya mañana se preocuparía por ello.





1111 palabras, eso si que es algo curioso.

Una Historia Diferente -°•Piccolo X Gamma 2•°-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora