La mañana pronto llegó, y con ella volvieron las preocupaciones y temores de Gamma 2.
Se presentó en la cabina central de la organización donde se encontraba Magenta con aquella mirada que le causaba pánico, el doctor Hedo tan indiferente como siempre, y su hermano, que con sus ojos expresaba la gran lástima que le tenía.
Apezar de su miedo, respiró hondo y empezó a caminar hacia su jefe, este se giró para verlo con rostro sonriente apretando ambas manos y con una postura perfecta, este le habló.
— Veo que finalmente te dignaste a aparecer, ¿Listo para realizar tu misión?
— ... Estoy listo, voy a ir solo, ¿No es así?
— Por una mayor seguridad, si
— Está bien, solo, denme 5 minutos para poder organizar mis ideas
— Agh, bien, pero que sea rápido, recuerda que establecimos un horario justamente porque Piccolo realiza su meditación a estas horas, es la hora perfecta, no queremos que la misión corra peligro
— Lo entiendo, serán 3 minutos entonces
— Me parece mejor, comienza desde ahora
El bio androide sacó un cuaderno de una cartera de lana de color fucsia junto a un lápiz algo gastado de color amarillo y empezó a dibujar patrones aleatorios para relajarse, luego dibujo árboles, luego dibujó abejas, por último dibujó gatos.
Una vez pasados los tres minutos, Magenta dió la orden de abandonar la base.
Esto era algo complicado, debido a que nunca había salido de la base en su vida, lo único con lo que podía conformarse, era con las imágenes de los libros e internet.
Una vez llegó al gran túnel que daba a la salida, respiró profundo y apretó levemente sus manos para después empezar a correr, pronto llegó al límite de la barrera que los mantenía ocultos del mundo, por lo que apartando la mirada, cerrando fuertemente sus ojos, y apretando igual de fuerte su bolso dió un gran salto hacia las afueras de las instalaciones, se quedó asi unos 10 segundos, hasta que tuvo la valentía suficiente para mirar su alrededor.
Había leído hacerca de la deforestación, el calentamiento y la contaminación que sufría el planeta, además de la situación del país en el que se encontraba, por lo que tenía miedo de encontrarse con alguna especie de paisaje apocalíptico.
Abrió sus ojos lentamente, y lo que vió le hizo aflojar suavemente el agarre a su bolso, era verde, un césped verde que bailaba gracias al aire, ¡El cuál no era artificial!, Dudó un poco pero se fue acercando a aquel paisaje y acercó su mano, obviamente era el mismo tacto pero algo se sentía diferente, tal vez era por su mente pero podía jurar que el césped de aquí era diferente al de la base, se sentía más vivo, más..., Más libre.
Se revolcó en este extendiendo sus brazos, dedos, extendiendo todo su cuerpo, como si se estuviera estirando después de una ardua jornada de algo a lo cual aún no tenía respuesta, como si estuviera descargando mucho estrés que estuviera acumulado por mucho tiempo, se hubiera quedado por más tiempo, de no haber sido por una llamada de atención por parte del doctor Hedo en el comunicador que tenía en su oído.
— ¡¡Gamma 2!! ¿¡Qué es lo que estás haciendo!?, ¡Deja de perder el tiempo haciendo... Lo que sea que estás haciendo y ve a la misión!
— E-entendido doctor, perdón por los inconvenientes pero es que esto es una experiencia maravillosa y nueva para mí y-
— La misión Gamma 2, ve por la misión
— Claro, perdón —dijo mientras se levantaba del piso y se limpiaba la ropa.— ya mismo voy
Después de aquel regaño, salió de aquella montaña hueca encontrándose con una carretera muy poco transitada para su suerte, aún así no perdió el tiempo y con la tecnología que le proporcionó el doctor Hedo antes de salir, se puso un disfraz humano hecho con la tecnología avanzada del doctor Hedo para pasar desapercibido por tierra.
Su cuerpo era delgado pero a la vez tenía músculo, su cabello era negro como el carbón, este era algo corto, su piel era trigueña y suave, sus ojos eran un azul real y su ropa era la misma de antes.
Se quedó un rato mirando su nuevo cuerpo, para después empezar a caminar, una vez que estuvo seguro que nadie más estaba cerca, emprendió vuelo, estando en lo alto para que nadie se percatarse de su presencia.
Fue directo a la dirección que le habían indicado donde pudo observar no a una persona como tal, si no, a un extraterrestre, en la misma foto aparecía así, pero pensó que se trataba de una especie de disfraz, al igual que los disfraces que usan los superhéroes, se le quedó viendo con curiosidad un tiempo más, hasta que recibió otra llamada de atención, pero está vez por Magenta.
— ¿¿Qué esperas??, Ve por él
— Estoy en eso...
Se quitó el disfraz humano, volviendo nuevamente a su forma original, guardó su bolso en un árbol cercano y se dispuso a acabar con aquel malhechor.
Este se encontraba meditando, una actividad curiosa para alguien que supuestamente era malvado, en fin, tomó su pistola y apuntó directamente a la cabeza del contrario, era una manera cobarde de matarlo pero el no quería tener que ver su cara mirándolo fijamente si llegasen a pelear.
Contó en cuenta regresiva de tres, dos, y... Uno, apretó el gatillo y un poderoso disparo salió del arma a parar directo a la cabeza del Namekusei, el disparo chocó, levantando una gran nube de polvo, bloqueando momentáneamente la vista de todos.
El androide y los demás por un momento pensaron que ahí terminó todo, pero en eso, ocurrió algo que ni el androide, ni todos los demás espectadores que veían aquel enfrentamiento por una cámara oculta se veían venir.
En medio de todo el polvo y escombros que había por el ambiente, la silueta del extraterrestre apareció lentamente ante sus ojos, esto aún no acababa.
— ¿¿Puedo saber quién es el que oza interrumpir mi paz y mi entrenamiento?? — preguntó con un tono entre calma y algo de enojo
Aquella voz le hizo sentir escalofríos por su espalda, era gruesa y sería, casi como la de su hermano, pudo observar que este sujeto también volaba, por lo que la evidente pelea sería más o menos pareja.
No quiso titubear más por lo que habló.
— Fuí yo, pero creo que mi nombre es algo que no tiene relevancia por el momento, sin embargo, sé quién eres Piccolo, y te aseguro que conozco de tí más de lo que te imaginas
— ¿Y por eso vas a intentar matarme?, ¿Que te hace pensar que en verdad me conoces?, No creo nada de lo que digas, y mucho menos cuando veo en tu pecho el logo de la patrulla roja, dime, ¿Para que te enviaron?
— Lamento decirte que eso no es tu incumbencia, es algo clasificado
— ¿Vas a hacerte el misterioso?, Entonces no tiene caso estar hablando ahora mismo, si buscas pelea entonces peleemos de una buena vez
— No busco pelea, no me malinterpretes, yo solo sigo órdenes
— ... Cómo sea, a pelear
— Si así lo quieres...
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Una Historia Diferente -°•Piccolo X Gamma 2•°-
RandomUno nunca sabe cuándo vendrá el amor.