Academia de hechiceros.

UNA VISITA INESPERADA.

Paso una semana, todo concurría con normalidad, los estudiantes dándolo lo mejor de sí, los maestros apostando quien sería el estudiante, qué destacaría este año, el clima normal, los demonios y criaturas malignas no han aparecido, el grupo de los 5 nuevos se hicieron más unidos, como era fin de semana por fin podrían hablar del tema, acordaron reunirse en el bosque detrás de la academia para hablar, llego el momento.

– Necesitamos saber qué es lo que saben. – mencionó Damián.

– Al menos un hola. – respondió Alana.

– Hola. – dijo tímidamente Melissa

– No le hagas caso Mel, siempre Alana tiene que tomar todo a la ligera. – agregó Adrián.

– Ay no seas exagerado, sé que es un tema serio, pero no quiero que se abrumen – suspiro – por cierto, Meli, hemos pasado ya una semana juntos tennos más confianza – le dio un semi abrazo – en tu reclutamiento eras más valiente y decidida por lo que vi. – comentó.

– Eso tiene una explicación – bajo la mirada – cuando entro en batalla mi personalidad cambia, como ya vieron. – bajo lo voz.

– Así que en batalla eres más ruda. – anotó algo en su libreta Hanna.

– A lo que venimos – suspira – la persona misteriosa, mi hermano y yo hemos investigado sobre este ser. – dijo.

– En un principio pensábamos que eran vampiros, pero no fue así, al parecer busca algo, recuerdo cuando nos vio, su mirada palideció como si hubiese visto un fantasma. – agregó.

– ¿Pero por qué a nosotros? – preguntó Damián.

– Estoy buscando la razón, tal vez sepa algo o nuestros padres eran algo que temían. – expuso.

– Cuando nos vio, al principio no les importamos, pero cuando vio nuestra marca de nacimiento casi nos mata. – hizo una expresión de preocupación.

– ¿Cuál es su marca?, pueden enseñarla. – decía con curiosidad Melissa.

– Ni ustedes creerán que es una marca, más bien parece un tatuaje, si yo no los conociera desde niños, diría lo contrario. – comentó Hanna.

Entonces los gemelos, se quitaron la leva, arrimaron sus mangas y mostraron su marca de mariposa, obviamente no les creyeron, hasta que Alana mostró una foto de recién nacidos.

– No era necesario que muestres esa imagen vergonzosa hermana. – expresó avergonzado.

– Eres un llorón. – respondió con una expresión disgustada.

– Debemos averiguar sobre que significa su marca. – comentó Damián.

– Hemos tratado, pero no hay respuestas, hasta en nuestro árbol genealógico. – respondió el chico.

– Lo curioso que es todos somos huérfanos, aunque en nuestro caso nuestro padre sobrevivió de alguna manera, algo busca y esto relaciona a las varitas otorgadas por los dioses. – agregó con un semblante serio.

– Al parecer lo ocultaron bien, porque ha sido muy difícil de averiguar. – expreso Melissa.

– Deberíamos irnos ya, nos pueden estar buscando y pensarán que huimos. – manifestó Hanna.

– Tienes razón, vámonos. – dijo Adrián.

Los chicos regresaron a sus respectivas habitaciones, el fin de semana se dedicaron a seguir practicando el vuelo, otros estaban leyendo y otros aprovecharon a dormir en el caso de Alana, el lunes llego en un abrir y cerrar de ojos, para los estudiantes todo paso muy rápido que se quejaban del porque pocos días de descanso.