MIEDOS

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Todos salieron, empezaron reírse de la situación mientras que Alana veía por la ventana de su hermano lo feliz que venían se sentía algo triste, entonces se recostó en la cama, vio girar la perrilla.

– ¿Qué haces en mi habitación? – miro enojado – nos vas a meter en problemas, las chicas no deben estar en la habitación de los chicos, tonta sal de aquí. – su tono de voz era fuerte.

– Ash – se levantó – no vine a espiar chicos – se sentó en la cama – iré al grano, la tía llamo y está furiosa contigo – este palideció – tranquilo ya me encargué dije que estabas con unas cajas en dirección y que olvidaste tu brazalete.

– Es cierto – trago en seco – tengo muchas llamadas.

Suspira – me dijo que papá está desaparecido hace 3 días, no contesta llamadas, no hay señales de él. – habló con voz preocupada.

– QUEEEEEE – se preocupó – pero fue a Roma, a su capital, como va a estar desaparecido, ¿hay alguna pista o algo?

– La tía nos diría alguna novedad – se levantó – solo eso te quería decir. – se mareó.

– Hey, ¿todo bien? – miro preocupado.

– Ah, sí, no pasa nada.

– La agarro del brazo – Estás ardiendo en fiebre tonta. – se alteró.

– ¡QUÉ ESTOY BIEN CARAJO!!! – forcejea.

– NO ESTÁS BIEN. – miro desafiante.

– NO TE IMPOR... – se desmayó.

– Alana, Alana, reacciona – le dio palmaditas en las mejillas – alguien – se desesperó – AYUDAAAA. – grito.

Minutos después Alana junto con su hermano fueron a la enfermería, la joven tiene 42 grados de fiebre.

– Sus labios están completamente resecos. – dijo la enfermera.

– Ella jamás se había desmayado en su vida. – alegó preocupado.

– Le daré una medicina a base de plantas, ayudará la fiebre, está hecho a base de eucalipto, tomillo y endulzado con miel, te digo para saber si no es alérgica.

– Que yo sepa no es alérgica a esas plantas – la miro – espero que te cures pronto. – le dio un beso en la frente.

– Entonces, le daré la medicina – abre y con una cuchara se la da – ahora déjala dormir – mira como él se aferra – suspira – está bien, puedes quedarte, solo cierra la puerta, por favor. – salió sin decir más.

De pronto el brazalete de Adrián empezó a brillar, era una llamada grupal por parte de los chicos.

– ¿Cómo está ella? – preguntaron al mismo tiempo.

– Mal, no ha despertado desde entonces – suspira – la enfermera dice que debe descansar. – pone sus manos en su rostro.

– Vamos bro, ella va a mejorar con lo terca que es.

– Eso es cierto, ella es fuerte. – dice con una voz dulce Hanna.

De pronto se escuchan gritos de dolor por parte de Alana.

– Hermana – la sacude un poco – que pasa, que tienes, que te duele – se desespera – ENFERMERA, ¡AYUDA!!! – grita.

– Adrián, que sucede, que le pasa a Ali. – colgó la llamada.

Mientras tanto el subconsciente de Alana, pasaba algo extraño, ella se encontraba en medio de la nada, estaba buscando a las personas, no sabía dónde estaba.

Academia de hechiceros.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora