Tal vez no fue buena idea darle un teléfono al trillizo, Kanato, y tal vez no debió abrir sesión.
Hana Hatsuyuki tampoco debió abrir sesión en ese momento.
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₊∘
Hana Hatsuyuki llegó a casa, arrojó su mochila en una silla para después tumbarse en su mullida cama estampando su rostro en el colchón y algunas almohadas, bufo mirando su celular con un solo ojo.
── ¿Tengo algo de malo? ── había mandado muchas solicitudes de trabajo pero en ningún lugar la llamaban, estaba tan desesperada por conseguir un empleo, su arrendador había subido la tarifa este mes y con la escuela y sus propios gastos no podía cubrirlo con su poca paga en la cafetería.
Cómo cada noche Hana comió solo un pequeño plato de sopa con carne mientras buscaba en Internet empleos cercanos y que se acomodaran a su horario. Había escogido estudiar los fines de semana así que toda su semana estaba libre después de trabajar medio tiempo en la cafetería, estaba estresada, abrumada y ya no podía.
── Tal vez no debí salirme de la casa de mis padres ──.
Si seguía con sus padres ellos la hubieran vuelto loca, no sabe cómo pudo estar con ellos diecisiete años de su vida.
Su celular comenzo a sonar reflejando en la pantalla el nombre de Kami, su mejor amiga.
── ¿Qué tal Kami? ── la voz floja de Hana no extraño a Kami, ella sabía lo que sucedía con ella así que hacía lo que podía para ayudarle.
── ¿Aún no encuentras otro empleo? ──.
── Nop, debo tener dieciocho para un trabajo más fijo lo único bueno es que sólo falta un mes y ya los tendré ──.
── Bueno entonces te hablo de ese trabajo después, cuando ya tengas los dieciocho y todo tus papeles listos ── Kami estuvo a punto de colgarme pero la detuve al hablar de nuevo.
── Hablame de el ahora, ¿de qué trata? ──.
── Oh no no no, el trabajo no se irá así que espera a que tengas los dieciocho y te diré todo sobre el ── colgó.
Odiaba quedarme con la duda.
Espero sobrevivir este mes, tendré que recortar más mis gastos y rezar para conseguir ese empleo en cuanto pueda.
