₊∘
Hana responde.
Hana.
Hana estoy preocupada por ti, me llamaron de tu trabajo preguntando por ti, en la escuela también, ¿Dónde estás?.
Hana.
Hana.
Kanato vio los mensajes que la amiga de su novia le mandaba al igual que las llamadas las cuales eran casi todas las noches.
La pobre Kami no dormía por la angustia de saber donde se encontraba Hana, ella no era así ella siempre le avisaba de lo qué hacia o lo que planeaba hacer. Sabía que no fue cosa de Hana, comenzó a especular sobre él y busco información de los hijos del político pero esa información no estaba disponible en Internet.
Hana por otro lado estaba comiendo mientras Kanato jugaba con teddy a un lado de ella, sus heridas habían sido cubiertas con banditas qué Kanato le coloco, su ojo estaba algo cerrado por el golpe y debes en cuando lloraba sin detenerse.
── Escucharte comer tan tranquilamente me relaja, eres como la muñeca que siempre quise tener creo que debo agradecerle a mi padre por darme ese absurdo celular y a Laito por decirme de la aplicación ── decía Kanato mientras tocaba el cabello de Hana, de arriba a abajo lentamente.
No respondía ante las palabras de Kanato por consentrarme en mi comida.
Hana era vestida de muchas formas por Kanato, de forma linda y le llevaba comida rica la cual Hana disfrutaba realmente.
── ¿Podemos salir a otro lugar? Siento que me volveré loca por estar solamente en tu habitación, prometo no soltarme de su mano ── dije acariciando la espalda de Kanato tratando de ser muy buena con él y así ganarme su confianza.
── ¿Por qué quieres salir?, ¿Qué hay allá fuera qué te llama tanto la atención? ──.
── La libertad, la sensación de libertad por favor Kanato estaré junto a ti en todo momento solo quiero que disfrutemos de algo nuevo juntos ──.
De milagro pude convencer a Kanato, dijo que me llevaría solo a caminar por el patio de la mansión, era algo así que no me queje.
── Esta muy fresco ── dije y me aferre al brazo de Kanato.
── Te vas a enfermar y no quiero que estés enferma, solo me gusta que lo parezcas ──.
Los hermanos de Kanato estaban preocupados por su hermano, cada vez se volvía más desquiciado con la joven pelinegra qué llevo, no podían ni mencionarla sin que Kanato ya estuviese diciendo que solo era de él.
Comenzaba a desarrollar una obsesión hacía Hana y como cualquier obsesión, no era buena.
Hana camino con unas galletas en su mano, caminaba con torpeza ya qué sus piernas estaban algo adoloridas pero trataba de hacerlo con prisa ya qué salió sin el permiso de Kanato.
── Hola~ ── escucho la voz masculina detrás de ella causando un susto y miedo en ella, no giro y tan solo se quedo de pie cerrando lo ojos.
El hombre procedió a colocar sus frías manos sobre los brazos descubiertos de Hana. Los escalofríos no se hicieron esperar en su cuerpo, se sintió horrible la impotencia de querer huir y no poder hacerlo.
── Ohw tu cabello es sumamente largo y brillante ── comencé a sentir como tocaba y olía mi cabello y yo solamente me quedaba quieta hasta que pude recobrar energía y mover mis piernas rápidamente intentando huir pero el jalo de mi brazo, parecía que hundía perfectamente sus dedos en mi piel.
── No por favor, suelteme ── pedí intentando soltarme, pude ver su rostro y era el chico del sombrero el cual no me quito la mirada de encima el primer día que llegue aquí.
── Ohw nono, no tengas miedo yo no soy como mi hermanito yo si paro un poco ──.
Parecía que no tenía escapatoria, su fuerza ejercida sobre mi era más que la que yo poseía.
Recorrió mi cabello haciéndolo a un lado para poder pasar su lengua sobre mi cuello el cual ya me dolía mucho por las mordidas de Kanato más los agarres fuertes y asfixiantes qué me daba.
── El cuello ya no, no no ── pensaba en Kanato para que apareciera y me llevase con él pero tal parecía que no estaba en la casa.
── Puedo tomar de ti de cualquier parte de tu cuerpo ── susurraba cerca de mi oído causándome extrañas cosquillas.
Me giro y arrincono en la pared haciendo que tirara al suelo las pequeñas galletas y se rompieran en un pequeño sonido crujiente.
── ¡No! ── grito Hana mientras empujaba con todas sus fuerzas a Laito logrando empujarlo hasta el borde de las escaleras, los grandes ojos de Hana lograron abrirse más al ver como casi caí el joven castaño pero lo único que cayó fue su sombrero ── Oh mi dios, l-lo siento tanto joven ──.
── Jajajah~ ── se escuchaba la risa del joven haciendo eco por el pasillo, se acomodo el cabello hacia atrás y sonrió para Hana causando en ella mucha confusión ── Tienes más fuerza de lo que pensé ── con una velocidad sobre humana el ya estaba de nuevo cerca de Hana tomándola del cuello mientras le sonreía ── Tranquila, seré más gentil qué mi hermano, lo prometo ──.
Hana fue llevada a la fuerza a la habitación de Laito sin que ella siquiera conociera su nombre aún.
La noche fue larga para Hana, estaba semidesnuda con la sábana de la cama puesta sobre su cuerpo tembloroso y adolorido, Laito estaba saliendo de su baño secando su cabello con una toalla, La mirada llorosa de Hana lo escaneo con miedo, sabía que Kanato la mataría después de esto, debía pedirle protección a él castaño o a otro hermano de la familia pero tenía que la ignoraran.
── ¿Puedo quedarme en tu habitación desde ahora? ── limpio las lágrimas de su rostro y miro esperanzada a Laito.
── Mhm, creo que si ¿pero que pasará con mi hermanito? Eres de él ──.
── No dejes que me lleve con él por favor, haré todo lo que me pidas ──.
Hana estaba inundada de miedo por Kanato, y aunque Laito había sido rudo con ella al menos no la golpeó y la trato mucho mejor.
── Ojitos a mi me haces feliz estando conmigo ── ¿ojitos? Tal parecía que los ojos grandes de Hana habían cautivado al del sombrero.
── ¿Prometes cuidarme de él? ── Laito asintió.
── Solo si me besas ── sin pensar Hana se acercó a Laito y procedió a besarlo poniendo sus manos sobre sus mejillas.
Haría lo que fuera por estar a salvó de Kanato.
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𝐻𝑎𝑛𝑎 • 𝐻𝑎𝑡𝑠𝑢𝑦𝑢𝑘𝑖. //𝑲𝒂𝒏𝒂𝒕𝒐 𝑺.//
VampireTal vez no fue buena idea darle un teléfono al trillizo, Kanato, y tal vez no debió abrir sesión. Hana Hatsuyuki tampoco debió abrir sesión en ese momento.