Tal vez no fue buena idea darle un teléfono al trillizo, Kanato, y tal vez no debió abrir sesión.
Hana Hatsuyuki tampoco debió abrir sesión en ese momento.
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₊∘
Hana no podía dormir tranquila cada pequeño sonido la ponía de nervios pensando que sería Kanato asechandola pero ella estaba segura ¿no?.
── Pareces un conejito asustado ── se burló Laito pero él incluso comenzaba a sentir pena por ella.
── No te vayas por favor Laito, no me dejes sola ──.
── Tengo que irme al instituto ── decía el castaño mientras se acomodaba su uniforme frente al espejo.
── No por favor, quedate conmigo ── Hana se acercó a él y de rodillas le suplico que no la dejase sola, él al conectar sus ojos con los de ella pudo percibir el terror en ellos, la pobre chica estaba muerta del miedo y lo lograba reflejar incluso transmitir. La expresión coqueta de Laito se fue al ver el rostro de la chica y por un momento sintió empatia. Tal vez si debía quedarse con ella y protegerla de su hermano pero ¿enserio haría todo eso por esa chica?.
── Te daré todo de mi pero por favor no dejes que Kanato se acerque a mi ── Hana se puso de pie sin despejar su mirada de Laito esperando una respuesta positiva de él, él parecía tener más corazón.
── Ayer no tuvimos nada pero esta vez quiero algo más de ti ──.
── Lo que sea ── contesto enseguida sin pensar bien lo que decía.
── No pensé que fueras tan zorra ── dijo una voz haciéndola estremecer al instante ── ¿Tú que haces con mi muñeca? ──.
── Pues tal parece que tú muñeca ahora es mía~ ── dijo Laito con una expresión arrogante en su rostro, amaba molestar a su querido hermano.
Hana miro a Kanato el cual la miraba fríamente como era usual pero esta vez sintió una brisa helada recorrer su cuerpo haciéndola sentir incomoda ante su mirada, era jodidamente escalofriante.
Hana se puso detrás de Laito cerrando los ojos y pegándose a la espalda del castaño.
── Esto es muy patético, ya ven conmigo ── dijo Kanato estirando su mano hacia Hana la cual solo se escondía detrás de Laito ── Anda, juguemos ── sonrio Kanato de una forma algo infantil y tierna a lo que Hana solo negó repetidamente.
── Oigan debemos irnos ya ── dijo Ayato llegando para después mirar extrañado la escena ── ¿Ya tan rápido van a pelearse por una chica? ¿Si saben que pueden contratar a otras más? ──.
