Tal vez no fue buena idea darle un teléfono al trillizo, Kanato, y tal vez no debió abrir sesión.
Hana Hatsuyuki tampoco debió abrir sesión en ese momento.
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₊∘
Hana llego puntual a su trabajo para poder acomodar rápidamente las mesas del lugar.
── Buenas tardes ── dijo ella acercándose a una pareja que se sentó en una mesa.
Tal parecía que sus buenas acciones y énfasis en su trabajo su jefe lo notaba. Su jefe hizo un movimiento con la mano para que ella se acercara.
── ¿Cuánto tiempo llevas trabajando aquí? ── pregunto él.
── Uh yo creo que un año y medio señor ── dijo ella sonriendo.
── Pues mira yo creo que ya es momento de que cambies de puesto, ¿te parece ser mi gerente? ── el rostro de Hana pareció iluminarse gradualmente ante las palabras del señor Susuyi.
── ¿L-lo dice enserio? ──.
Su jefe asintió y se llevó a Hana a su oficina para explicarle todas las cosas nuevas qué haría, confiaba en que era una chica brillante en que podría confiar para ser su nueva gerente. La emoción de Hana aumento al ver su nueva paga, era poco más del doble de la que ya recibía.
── ¿Crees que mañana podrías empezar en el nuevo puesto? ──.
── Dios claro que sii!! ── la euforia de la chica fue tanta qué abrazo a su jefe pero tan pronto cayo en cuenta de lo que hacía y se separó de inmediato ── Disculpe lo siento solo me emocione, continuaré trabajando ── tomo todos los menús y salió de la oficina de su jefe.
Su corazón estaba apuntó de salirse de su corazón pero en un trabajo siempre hay envidias y malos tratos así que eso se acabó.
── ¿Por qué saliste tan feliz de la oficina del señor Susuyi? ── pregunto uno de sus compañeros.
── Me subió de puesto a gerente, mañana comienzo y eso me tiene tan feliz ──.
── ¡¡¿Qué?!! ── dijo otra de sus compañeras que pasaba por ahi con unas bebidas ── Yo llevo dos meses más que tú aquí ──.
── Ohw lo siento ── Hana se sintió apenada pero sabía que tal vez esto pasaría.
── ¿Qué clase de favor le hiciste al jefe? ── pregunto Kai un compañero algo fastidioso.
── Ninguno Kai ──dijo Hana actuando indiferente.
── Estoy seguro de que si te acostaste con él ya vi que también trabajas como prostituta ── ¿Cómo podía decirle eso?, Hana veía al señor Susuyi como una figura paternal.
