Llegó al amanecer y la multitud lo recibió, los aldeanos gritaban con emoción recibiendo al nuevo príncipe muy eufóricos y eso lo sorprendió pero pronto pensó que era muy normal, después de todo ellos eran los que más sufrían las consecuencia en las guerras.
-bienvenido su alteza, le ruego nos perdone por nuestra falta.
Barcode asintió mirando desinteresado y prosiguió a caminar acompañado de su dama y escoltado por sus caballeros, el hombre de edad media los guiaba hasta donde se encontraba sus majestades.
-es un honor estar en presencia del sol y la luna del imperio Dandelión, les ofrezco mi saludo a su majestades y bendiciones a su imperio.
-ven, deja de formalidades, quiero ver tu rostro de cerca- la emperatriz considerada luna de Dandelión era una mujer muy hermosa, de cabello plateado y ojos violeta, vistiendo un atuendo de blanco puro, más que resaltar el vestido, era la sencillez de su atuendo lo que la destacaba, en cambio su esposo el Emperador un hombre de cabello negro y ojos café oscuros lo miró atentamente sin decir palabra alguna.
-mira que hermoso tu cabello, es de un negro azabache al igual que mi esposo y tu piel dorada fue abrazada por el sol, es obvio que tu destino estaba escrito- mencionó orgullosamente.
-no lo incomodes- la voz grave resonó en la parte posterior de su cabeza y volteo a ver al Emperador.
-que ojos tan misteriosos- barcode se sentía como un espécimen en observación, siendo algo exótico y los presentes lo miraban con asombro.
Un carraspeo rompió la tensión y anunció a sus majestades que procurarán no intimidarle, era aquel hombre de mediana edad y supuso que era alguien con bastante poder como para regañar al emperador y la emperatriz.
-oh lo lamentamos cariño, solo estamos emocionados, te estuvimos esperando.
Barcode estaba confundido y penso que era muy extraño.
Cuando de pronto las puertas se abrieron y se anuncio la entrada de la princesa, una hermosa mujer, de figura delgada y postura elegante, desbordando su brillantes con una sonrisa muy hermosa, ella se dirigío a él y lo abrazo.
-nuestra señorita no puede hacer eso- regaño el mismo hombre y barcode observo como ella se aparto disculpandose timidamente.
-perdone mi ofensa, estaba emocionada, estuve esperando su llegada su alteza, es un honor estar ante su presencia, soy la segunda hija prynkypas Selene satur- esta vez saludo correctamente y barcode la observo y suspiro del alivio, ella sería su esposa, al ver que no parecía una persona despiadada penso que podrían llevarse bien.
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El principe barcode no bajaba la guardía, aun cuando El emperador y la emperatriz lo trataban con amabilidad e incluso su prometida le hablaba con dulzura, nada de eso le convencio de que su bondad era genuina.
-¿mi hermano no ah venido?.
-es cierto, ve a buscarlo protonobe- ordenó la emperatriz al hombre de mediana edad y barcode observo en silencio, aún no estaba seguro de la verdadera situación en la que estaba, pero estaría preparado para lo que sea.
Pasaron los minutos y nada ocurrió, por lo que mirando a su alrededor el joven príncipe suspiró y la emperatriz enfurecida llamando a protonobe, pero el hombre no acudió a su llamado e ingreso una señora de mediana edad.
-protonoba, ¿donde esta mi hijo?.
-su majestad, mi amada emperatriz no pierda la compostura, por qué desperdiciar su energía en la actitud de su hijo, si se sabía que lo haría, solo espere y mi esposo traerá a su hijo.
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EL PRINCIPE
Fanficera un principe pero no era el mas importante conciderado aptó para heredar el trono ni tampoco era el menos favorecido conciderado el principe inutil. siempre fue opacado por la elegancía e inteligencía de su hermano mayor el principe Apo, más no r...