EL PRINCIPE

10: "quiero ser el de arriba"

Barcode partío con Jeff temprano en la mañana, su cuerpo aún estaba debil, no podía caminar y su esposo lo cargo hasta el carruaje, aunque fue vergonzoso y queria evitar habladurías, no pudo convencer a Jeff de que no lo hiciera.

Sintiendose muy avergonzado, solo oculto su rostro en el cuello de su esposo y los sirvientes susurraban, los caballeros los miraban, la multitud afuera del palacio coreaban su nombre y la de su esposo, arrojando petalos de rosas, lo despedían muy agradecidos y deseandole pronta recuperación.

Barcode no se esperaba aquello pero tampoco le hizo gracía, en realidad no supo como sentirse y luego de una eterna caminata hasta el carruaje, que claro era solo unos pasos pero por su impaciencia, lo creyo eterno.

Dentro del carruaje Jeff miro a su esposo, dejandolo en el asiento delicadamente, le quito los zapatos para su comidad y acaricio sus píes suavemente logrando que barcode se sonrojara y ambos se miraron por un buen rato, barcode quizo decirle que de una vez subiera y se retiraran, pero fue Jeff quien hablo primero.

—me alegro que estes a salvo barcode, gracias por volver a mi— una voz que albergaba miles de emociones y un rostro sonriente lleno de gratitud.
volteo para despedirse de la gente, como el heredero de su imperio debia ser cortez y así lo hizo, mientras barcode se quedo sentado, mirando su espalda y susurrando al aíre "Te amo tanto"

Pasaron horas dentro del carruaje y Jeff se la paso masajeando los píes de barcode, prestandole su regazo, ayudandolo a dormir un rato, vigilando su sueño y luego descansaron en el camino para que estirara un poco el cuerpo, con su ayuda camino por el sendero, mientras los caballeros comian junto a la sirvienta, siendo custodiado el carruaje y sus pertenencías.

—¿por que nos vamos con mas equipaje del que trajimos?— pregunto barcode y su esposo sonrío.

—compre las mejores joyas de tu reino y encargue adornos de decoración, algunas semillas para sembrar en el Jardín, más algunas aves exoticas— barcode lo miro sorprendido y algo confundido《¿para que quiere todo eso?, es una gran perdida de dinero》penso, pero solo dijo —¿no es demasiado?, en el imperio tambien hay joyas, flores y aves.

—pero no son de tu Reino, aún si dices que no te gusta, note como observabas las flores, las aves, aunque sobre las joyas admito que aunque no se tus gustos, todo lo que te pongas te quedara bien, y lo mas importante es que no quiero que extrañes nada de este lugar, es por eso que los compre.

—¡¿para mi?!— se exalto barcode y Jeff lo sostuvo firmemente de la cintura.

—porsupuesto, todo es para ti.

—No, no era necesario, no debiste, es dinero desperdiciado.

—¿de que hablas?, puedes gastar todo el dinero que quieras, incluso si me pides un palacio nuevo lo hare, tambien puedo comprarte territorios, conseguirte tierras o minas, si deseas algo, pidelo, yo te lo dare todo— sin darle tiempo a responder, Jeff lo abrazo con una fuerza obstinada y volvio a decir —todo, todo lo que quieras, te lo dare, incluso mi vida... solo pido que nunca vuelvas a dormir tanto, piensa en mi y despierta rapido— al escucharlo barcode asintio y se aferro a él, posando su menton sobre el hombro de Jeff, mirando a los caballeros de atras que los miraban atentos y las sirvientas sonrojadas, asi dandose cuenta que estaban dando un increible espectaculo pero esta vez mordio su orgullo y decidío cerrar los ojos, olvidando a los demás, solo estaban Jeff y él, aferrandose el uno al otro, solo lamentaba tanto no haber despertado rapido, habia hecho esperar tanto a su esposo que lo habia asustado.

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—llegamos cariño— barcode abrio lentamente los ojos y miro a su esposo, dejando que él lo cargara al igual que una princesa delicada, odiaba verse tan fragil pero no podia hacer nada y solo se dejo cuidar por Jeff, aunque no espero recibir una fuerte ola de calor proveniente de las personas esperando debajo del sol durante horas, el regreso de sus altezas.