—Estas mintiendo pero entiendo... si quieres hablar, sabes donde puedes encontrarme.
Draven volvió junto a ellos, tras colgar la llamada.
—¿Te quedo bien?.
Ella asintió.
—Perfecto.
Pago y salieron de allí.
El viaje de regreso, lo hicieron en silencio.
Al llegar, Samanta se dio un baño y se acostó aunque era media tarde.
Fue despertada por Draven.
—Hey, no bajaste a comer... te traje la cena... ponte cómoda, así comes. — le susurró.
—Déjame en paz Draven... tengo sueño— Dijo molesta, se dio vuelta y busco seguir durmiendo.
Draven suspiro. Dejo la bandeja y se acostó a su lado, para luego, obligarla a que se colocará en su pecho.
Ella se negó un par de veces, pero el insistió hasta ganar.
—Qué molesto eres... — le dijo enojada. —Nunca me dejas en paz... te odio...
El sonrió al escucharla.
—¿Me odias?. — inquirió.
—Sí... mucho. Eres un maldito...
—Justamente eso soy.
Draven acarició su cabello, hasta que ambos se quedaron dormidos.
Al pasar las horas, Draven despertó alterado por un fuerte grito provenientes de Samanta.
—Sammy...– dijo.
Ella, ya estaba sentada en la cama.
Lo observo, sus ojos estaban llenos de lágrimas.
—Fue una pesadilla— comentó rápidamente Draven, pero ella, estaba visiblemente afectada.
En ocasiones, cuando no se sentía bien, sus demonios internos, se manifestaban en sueños.
Tal vez, solo había sido una pesadilla para Draven, pero para ella implicó volver a vivir parte de su pasado.
Con el corazón latiendo a mil, salió de la cama.
Fue al baño y se mojó la cara.
Draven la siguió.
—Déjame sola— le dijo. Saliendo de la habitación.
Él, no muy convencido acepto.
Una hora más tarde, decidió bajar a buscarla. Considerando que ya había pasado mucho tiempo.
La encontró en la sala. Ella, estaba bebiendo una botella de whisky.
—¡Wow!, te lo tomaste todo. — Dijo Draven, sabiendo que antes había estado llena y ahora, solo le quedaba un poco.
Ella dejó la botella, se paró del sofá y camino hacia él.
Robo un tímido beso de sus labios.
—Hueles a alcohol — le dijo él, cooperando para el beso y acomodando su cabello hacia atrás.
—Cambia por mi— susurró Samanta.
Él frunció el ceño. —Estabas borracha, vamos a la cama.
—¡¿Porqué carajo contigo es todo tan difícil?!— exclamó Samanta. –¿Qué pasó con el Draven de la cuidad?, ¡Él que se enojaba y expresaba su malestar cuando hacían una broma hacia la mujer, él que consideraba que la mejor venganza era la justicia!, ¡Maldición ese Draven hubiese quemado todo este maldito lugar contar de cambiar los preceptos!. Tú eres uno más de ellos, escondiendote detrás de las sombras y esperando tu parte...
—¿Esperabas otra cosa de mi?... Samanta, sacó a mafiosos de la cárcel. ¿Sabes lo que hace ese tipo de gente?. Él no estar bien hacer chiste de que la mujer es débil, de que no sabe manejar o que solo sirve para la cocina, fueron cosas tuyas. Sé que no eres una persona que se controle o peor, se le da bien socializar, intente que a donde íbamos fuera un lugar medianamente agradable para ti. No por que me importará.
Las mujeres, los niños, la gente de la calle, los animales de la calle, no me importan. Es a ti, a quienes le importan. Yo... yo solo, no lo sé... estaba ahí... y te admiro, me parece que el nivel de tu empatia no la tienen muchas personas. Pero vamos, Samanta... también estas acá, traicionaste tus ideales...Dices que yo puedo quemar este lugar. Pero en el fondo, te traje para que lo hicieras tú y te has comportado como una pequeña niña asustada... aceptando todo. – finalmente, al hacer silenció, hizo una sonrisa burlona.—Lo hice por ti, por que querías que me amaras...— luego de meditar unos segundos sin decir nada, continuó. —Tienes razón... estoy aquí... — mordió su lengua para no decir nada más.
Pero se fue de la sala, salió de la casa y camino sin rumbo, hasta llegar a un fino río que atravesaba el lugar.
Se quitó la ropa y se metió. Fue caminando por el mismo, hasta que encontró una parte suficientemente profunda para hundirse por completo.
Sintió como su cuerpo se relajaba al contacto del agua fría, se empezó a calmar.
Luego salió y se sentó a un lado.
Amaba a Draven con toda su alma, por que él la había tratado de forma especial antes, y no le resultaba tan fácil dejar de hacerlo.
Sin en cambio, era muy buena reprimiendo sus sentimientos. Había tomado una decisión después de la broma de su esposo.
Esa noche, llevo a cabo, sin éxito, el último intento para que Draven se diera cuenta que cada rasgada que se le hacia a su relación, complicaba cada vez más arreglarla.
A pesar de que todavía lo amaba, también lo odiaba con la misma intensidad.
Claro que se iba a ir, pero cuando pudiera vengarce de cada uno de ellos, por que los odiaba con toda su alma.
Ya tenia cumplido la mayor parte de su plan. Ahora debía acabar con todo.
También se dio el lujo de cumplir ciertas fantasías sexuales, como el de estar con otra mujer y hacer un trío con una pareja Mayor, aunque el padre de Draven le parecía asqueroso.
Ahora... quería dos cosas... tener sexo con Aira y pasar una última noche con Draven... siendo realmente ella y no la joven que ha estado intentando enamorar a su jefe.
Se estuvo Limitando por miedo a que él pensará que no valía la pena, cuando le mostrará realmente quién era.
Ahora, no importaba por qué de igual manera, él acabaría destruido por ella.
Volvió a la casa, cuando el sol empezó a asomar.
Draven fue a su encuentro, en cuanto la vio por la ventana de su habitación, pisar el jardín.
La abrazo fuerte.
—¿Porque mierda haces eso?, alejarte cuando esta todo mal. Esta bien que peleamos pero, no te puedes ir así a media noche...
Draven coloco sus manos en el rostro de ella y la obligó a mirarlo.
—Pensé que saldrías al patio a tomar aire para seguir hablando. Creí que lo mejor es que nos calmemos, por eso te di espacio, pero cuando salí a buscarte ya no estabas. Grité tu nombre. Tuve miedo de que te pasara algo, el bosque es peligroso de noche.
Draven suspiro y continuó. —No lo hagas de vuelta, no te vuelvas a ir de mi lado de esa forma...
Samanta lo miró. ¿Era el mismo que le dijo que no era suficiente?.
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ARDIENTE LUJURIA.
RomanceImagina ser una chica enamorada de tu jefe, la cual cree que por fin tiene una oportunidad de enamorarlo. Imagina, ir a la casa de sus padres y conocer a sus hermanos, Imagina, descubrir que es una familia perversa en la cual vas a poder disfrutar d...