El honor y la gloria de las Sidéreas que se levantan de las cenizas

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XLII





Los días transcurrieron haciéndose meses, las estaciones nacieron y perecieron dando paso a un inminente ciclo sin fin y fue así que para la siguiente primavera yo ya me había instalado exitosamente en el ducado de mi familia. Tengo que reconocer que los primeros días fueron tan caóticos, pero extrañamente me parecieron satisfactorios ya que lo tome como una oportunidad para aprender y aunque en un principio me tomó trabajo hoy puedo decir que me he venido desempeñando sin problemas en todo lo referente a mi ducado. Una vez más le tengo que dar las gracias a Callisto por haberme permitido leer los informes de administraciones pasadas del ducado Sidérea resguardadas en la gran cámara en donde se encontraban los archivos del imperio, se suponía que nadie a excepción del emperador y el personal que se encarga de su custodia tenían autorizado leer lo que en aquellos documentos se hallaban pero lord Deimos dijo que como prometida del emperador contaba con el derecho a hacerme de esos informes con fines educativos.

Lord Deimos también fue una figura que me apoyo en los momentos más complejos y tengo que decir que gracias a sus consejos pude empezar a levantar mi ducado. Lord Deimos era un joven sucesor, el único hijo de un ramillete de hermanas y se esperaba que algún día tomase el lugar de su padre y fuese la cabeza de su facción y un buen conde, había sido educado para eso como muchos primogénitos de las familias más poderosas y antiguas no obstante lord Deimos tenía un sentido de deber muy estricto y para él enfocar todos sus esfuerzos y capacidades para servir al emperador y a Regis era aún más satisfactorio que aumentar el capital de su familia. Pero existía una dama que había logrado ganarse su afecto y atención incluso aún más que un informe por corregir de Callisto y tengo que decir que saber de eso no me tomó por sorpresa porque desde aquel baile de proclamación de mi título de duquesa ya había sido capaz de notar la cercanía entre lord Deimos y lady Aria Giovanna, una muy querida amiga de Castiello. En el día de la partida de Aria y Annelise el rostro de lord Deimos se mostró severamente desencajado luciendo como una especie de muerto en vida y es que en sus ojos se notaba que incluso había llorado lo que me causó gran sorpresa y al mismo tiempo compasión.

Y mientras mis queridas amigas estaban a punto de subir al carruaje que las llevaría al reino el cual pertenecían Lord Deimos se abrió paso con un ramo de rosas rosadas y blancas, el mismo que se le hizo entrega a lady Aria quien lo recibió con el rostro sonrojado y una tímida sonrisa.

"Lord Deimos..."

"Ahora la dama tiene una razón más para regresar a Regis, porque ahora que me ha otorgado la gracia de conocerla me será imposible seguir viviendo tranquilamente si no veo su rostro ni tomo su mano. Permita madame que este lord indigno de su luz pueda al menos ir hacia su jardín para contemplarla hermosa rosa blanca"

Tanto Callisto como yo nos quedamos sorprendidos por aquella declaración de amor por parte de lord Deimos hacia Aria ¿Es acaso un hecho de que los hombres del imperio sean tan apasionados al momento de amar? Dentro en el carruaje Sophie sonreía emocionada alentando a Aria a darle una respuesta a lord Deimos. Bueno en aquel momento tanto yo como las doncellas y personal de servicio éramos como Sophie ansiosas por saber en que terminaría aquella historia de amor entre una dama del reino y un lord del imperio.

"Lord Deimos" ―dijo Aria aun sonrojada por aquella intensa declaración. Saco una rosa roja del ramillete que se le fue entregado por lord Deimos y le dio un beso para luego hacerle entrega ―. "Yo también ansió verle de nuevo, le escribiré tanto como pueda y espero recibir sus cartas en respuesta. Si lord Deimos no viene a verme a Castiello entonces me veré en la obligación de usar a mi querida amiga como excusa para volver a verlo, hasta entonces cuídese mi buen señor y proteja mi corazón que se queda bajo su custodia"

La Balada De Las Sidereas (#dyjawards2024) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora