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Jade

Cuándo volví a la realidad, estaba acostada en la cama. Shane estaba frente a mí, sentando en el borde, observándome con preocupación, me daba una que otra sacudida en mis hombros. Megara estaba en la otra cama examinando la situación y Gale estaba pálido, sentado en una de las sillas del cuarto.

Me costó procesar y digerirlo todo. Es decir, ya había vuelto a la realidad y entendía mi entorno. Oí las voces de los tres en la habitacion. Supe que la chica me había tocado y me había mostrando algo en mi mente, pero no lograba articular palabra.

- ¡¿Qué le hiciste?! - exclamó Shane inquieto dirigiendo su cabeza hasta Megara. — ¡Reacciona, Jade!

- Estará bien, sólo está conmocionada. Su mente sigue procesando lo ocurrido - Soltó con naturalidad la chica y se cruzó de brazos lanzándole una mirada amenzanadora a Shane- No le haría daño. No a una de las nuestras.

El pelinegro volvió a mirarme y sus ojos chisperon con angustia - Vuelve a mí, por favor.

Su voz pasó desapercibida por mi mente y en vez de sorprenderme por su comentario comencé a reaccionar mientras decía: - No estamos a salvo.

Shane se quedó estático, estupefacto.

- ¿De que estás hablando? ¿A salvo de qué?

- ¡Ella me mostró todo!  - solté y lágrimas corrieron por mis ojos. La situación realmente era grave, ¿cómo pasamos de encontrar a una chica en el bosque a poner en peligro nuestras vidas?

— Jade, dime, ¿Que está pasando?

Mis ojos buscaron los suyos, los cuales solo mostraban preocupación.

- Ahora lo sabes, Jade- musitó Megara, esbozando una pequeña sonrisa - Haremos que dómines tu magia, y entre todos podemos parar este baño de sangre.

En ese momento yo solo seguía llorando.

¿Por qué a mí? ¿En que momento de mi vida pude haber heredado sangre de bruja? Parecía un chiste, una mala broma, no podía creerlo del todo. La respiración de Shane rozó mi nariz, su angustia se mantenia fija en su mirada. Extendió una mano, y me rodeó la nuca para atraerme hacia él y abrazarme. Su pecho bombeaba con mucha prisa y podía sentir lo tenso que estaba. Abrazarlo me tranquiliza, después de unos segundos mi corazón y el suyo laten a un mismo ritmo y esbozo una sonrisa al sentirlo relajarse. Comienza a acariciarme el cabello y lo único que dijo antes de incorporarse fue: - Pase lo que pase, no te dejaré sola.

Luego de un rato, dónde había intentado explicarle a Gale y a Shane lo que estaba ocurriendo  Megara se había quedado dormida y después de toda la tensión que habíamos experimentado, los tres habíamos decidido dejarla en la habitación y nos fuimos a la cocina a tomar algo para relajarnos, allí estaban Cady y Zach.

Cady tenía sus mejillas rojas y Zach acariciaba su cabello con dulzura mientras le murmuraba algo. Al vernos, volvieron a tensarse y nos sentamos junto a ellos alrededor de la mesa, Shane se sentó junto a mi, sus manos acariciando las mías por debajo de la mesa mientras intentaba tranquilizarme.

- Ella está complemente bien, ¿no?

Asentí ante la pregunta de Zach.

Nos miró con preocupación, buscando respuestas.

Compartió una mirada con Cady, quien sorbió un par de mocos.

- ¿Qué dices? ¿Cómo?- habló el chico con rapidez.

Shane se aclaró la garganta y dijo: - Ella está bien.

- ¿Bien? - preguntó Cady. Ella ya se había calmado, Zach había preparado un té y parece haber funcionado. — ¿Bien? ¿Cómo pasa de estar al borde de la muerte a estar bien?

El Misterio que Nos UnióDonde viven las historias. Descúbrelo ahora