Chapter Five

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Habian pasado casi diez minutos, y ya no se escuchaba la voz de Tom, el se habia callado hace un par de minutos, pero a Daisy no le pareció extraño.

De pronto, la cabeza de Tom comienza a deslizarse hasta llegar al pecho de la chica y acomodarse en este.

Ella se sorprendió y se puso un poco nerviosa, acarició su helado brazo con delicadeza y luego miró su rostro, estaba dormido.

—Tom... Tom despierta...

Ella no estaba acostumbrada a llamarlo por su nombre, siempre lo llamaba por su apellido, pero pensó que si lo llamaba por su nombre seria mas facil despertarlo, pero se equivocó.

El se aferró mas, sin soltarla. Ella se recostó en la manta que ponian en el pasto, para observar las estrellas, sin saber que su estrella estaba ahí mismo, recostado en su pecho.

Miles de pensamientos recorrieron su cabeza, pero ella se negaba a pensarlos, trataba de distraerse, pero era imposible teniendo a su pensamiento dormido encima de ella, abrazandola.

Ella inconscientemente, comenzó a delinear los labios de Tom, delicada y suavemente.

Sentia su estomago revuelto, pero no era un sentimiento malo... Era un poco agradable. Sentia el impulso de querer hacer algo, pero no sabia el que, sentia una presion en el pecho, y no era el peso de el, era un sentimiento de... Cariño?...

Pasaron unos cuantos minutos asi, ella acariciaba sus brazos y manos, mientras el, dormia profundamente.

Ella comenzó a moverlo de un lado a otro para despertarlo, el frunció el ceño y al abrir los ojos, y ver que era ella, inmediatamente su expresion cambio a una sonriente y un poco alegre.

—¿Que pasó?...– Preguntó Tom, con ojos dormidos, sin dejar de abrazarla.

—Creo que seria mejor que entremos y que te vayas a dormir a tu litera.

—¿No pueden al menos cambiar a Bill a mi celda? Es demasiado aburrido estar solo.

—No estas solo...

—¿A que te refieres?

—Yo siempre estoy contigo...

—Aja, pero ni hablas.–Dijo Tom, con mirada seria.

—Porque siempre que digo algo tu lo relacionas con sexo.

—Uy, hablando de eso... ¿Cual es tu posicion favorita?– Preguntó Tom, acomodando un mechon de ella detras de su oreja, sonriendo coquetamente.

—¡No contestaré eso!.– Daisy frunció el ceño y se apartó, cortando el abrazo.– Y no cambies el tema, debemos irnos.

—Pero, ¿o sea que si tienes una posicion favorita?– volvió a preguntar, con ojos de ilusion.

—Dije que no contestaré...– ella se paró y recogió la manta, haciendo que Tom tambien se parara.

—¿Hace cuanto no follas?...

—No contestaré ninguna de tus preguntas.– ella comenzó a doblar la manta, ignorando la mirada coqueta y dominante de Tom sobre ella.

—¿Hace mucho que no follas?– el la agarró por sus caderas, acercandola, pero ella rapidamente se alejo, rodeando los ojos.

—No, hace mucho que no.– Habló seria, girandose para caminar.

—Con razon eres tan enojona y amargada...

—Bueno, no tendras que soportar a una amargada como yo durante unos cuantos dias.– habló, comenzando a caminar a las espaldas de Tom, vigilandolo.

—¿A que te refieres?

Just Kill Me • Tom KaulitzDonde viven las historias. Descúbrelo ahora