Tom Kaulitz, un asesino muy temido, fue arrestado por la policia mas ágil de la ciudad, Daisy Richter.
Tom es un chico bastante directo, coqueto y seductor, con todas las chicas y Daisy, aun que fuese quien lo arrestó, no sería la excepcion, ¿Seria...
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★Tom Kaulitz★
[5:12 AM]
Me devolví a mi celda junto a Daisy, antes de entrar en esta abracé a Daisy, besando su mejilla.
—Esa bufanda se te ve horrible...– le dije, pero obviamente no era cierto, a ella todo se le ve bien.
—Quizas pueda cambiarla por otra...
—¿Y por qué debes llevar una bufanda?– le pregunté, ya sabia el porque la llevaba, pero me gusta que se ponga nerviosa.
Ella se me quedó viendo mientras sonreía apenada, se baja un poco su bufanda y me muestra su cuello.
—Bien, quiero que esas marcas queden ahí, se diferenciar cuales hago yo y cuales no, asi que mejor que sigas solo con mis marcas.– la abracé, posando una de mis manos en su nuca, acariciando esta, para luego depositar un beso en su cabeza.
Ella me abrazó, acurrucando su cabeza en mi pecho, mientras asentía, para luego mirarme a los ojos.
—Tom, ¿De verdad me veo horrible con bufanda?...
—¡No! Solo te lo dije porque queria ver tu reaccion.– la tomé por sus mejillas y besé sus labios.
—Bueno... mucho beso, ve a tu celda...– Ordenó ella.
—Dame el ultimo...
Ella rodeó los ojos, me tomó por mis mejillas, acercando mi rostro. Yo tomé sus caderas, pegando nuestros cuerpos, para luego juntar nuestros labios completamente.
Era un beso apasionado, no queria separarme, pero cuando lo hicimos mordí levemente su labio inferior.
—Adios, Dais...– Dije entrando a mi celda.
Ella se me volvió a acercar y nuevamente me besó, la abracé y ella a mi, para luego cortar el beso.
—Adios, Tom...– ella cerró mi celda y se fué.
Me quedé observandola hasta que su figura se perdió en la oscuridad. Me giré en direccion a la litera, en la que supuestamente deberia estar Bill, pero no era solo el, habia un bulto mas en mi cama.
Me acerqué, la observé por unos momentos, era un chica... que mierda, Bill. Bueno, no lo juzgo, yo antes de Daisy me acostaba con cualquiera, Bill campeon.
Sacudí bruscamente a la chica,haciendo que despierte. Ella frunció el ceño y se giró, se me quedo viendo de arriba a abajo, a lo que yo la miré levantando una ceja.
—¿Quien eres? ¿Que haces en mi cama?– le pregunté.
—¿Tu cama?...
—Aja, ¿quien eres?– volví a preguntar, mientras ella daba un pequeño bostezo, cubriendo su boca.
—Una prisionera mas, ¿No ves?
—Tampoco contestes asi, amargada.– Le contesté, mirandola con mala cara.– ¿Cual es tu nombre?
