Just Kill Me • Tom Kaulitz

Chapter One

[ «COMIENZO» ]

Tom Kaulitz-⁠☆

Esa noche tan oscura, tan fria...hacia que me dieran ganas de matar, ganas de ver sangre corriendo por mis manos y por el cuerpo de la victima...pero me iba a resistir, ya que mis ganas de follar eran mas grandes, asi que me iba a desquitar con mi juguete... No, no es un juguete de plastico, es una persona.

Llegué a la casa de esa rubia, que se supone que era mi "novia", pero mientras estaba con ella yo ya me habia acostado con miles mas.

Toqué la puerta, esta no fue abierta, volví a tocar y nuevamente...sin respuestas, pero recordé que tenia unas copias de las llaves, por cualquier situacion, abrí la puerta y la cerré de forma silenciosa.

Entré sigilosamente, pero comencé a sentir unos gritos...felices.

Subí las escaleras y los gritos o gemidos se hacian mas fuertes y reconocidos, fuí a su habitacion y ahí estaba ella, dando sentones encima del chico...maldita zorra, a mi nadie me ve la cara de idiota.

Saqué la pistola que estaba en mi cintura, y disparé, apuntando al cuello del chico, ella me miró, paralizada, apoyandose con sus manos, alejandose de mi, con todo su rostro empapado en sangre...divina escena, una puta con sangre y al lado un cuerpo con un disparo en el cuello, desangrandose.

-...¿Qué has hecho?...-Preguntó esa maldita rubia, con cara asustadiza, patetico.

-¿Qué has hecho tu?- tragué saliva, observando como lagrimas comenzaban a caer por las mejillas de la rubia. -¡Vamos!...¡No seas patetica! No es primera vez que mato a alguien frente a ti, pero quizas sea la ultima.

-¿De que hab...- ni siquiera la dejé terminar, la bala ya habia atravesado su pecho.

–Zorra de mierda...– Musité con un gruñido, a mi nadie me ve la cara de idiota, menos esa maldita puta.

No pasaron ni tres minutos y comencé a escuchar la sirena de los policias, vecinos de mierda...

Tomé mis cosas rapidamente y salí de la casa, miré a todos lados y ví que por una esquina venía el auto de policias, solo me quedaba correr del sentido contrario, y eso hice.

No era primera vez que me pasaba, asique ya estaba acostumbrado a correr demasiado. Me metí por un callejon y fuí hasta el final de este, llegando al otro lado de la ciudad.

Comencé a correr por las veredas, no me importaba chocar con la gente, mucho menos si eran ancianas.

Sentí unos pasos tras de mí, giré un poco mi cabeza y luego volví a mirar al frente... Era un policia, no le destinguí el rostro, pero era bastante rapido.

Crucé la calle en rojo y por poco me atropellan, pero eso que, mejor muerto antes que en la carcel.

Ví otro callejon, me metí en este, corrí hasta llegar al final de este, pero no habia salida...jodí.

Me giré para esquivar al policia, pero este ya me habia acorralado en la pared, poniendome las esposas...hijo de puta.

–De mi no te escapas, Kaulitz.– mierda, era mujer... Su voz hacia que me dieran ganas de escucharla gemir, tan aguda y segura. –se cada una de tus estrategias y movimientos, no pensaba volver a dejarte ir.

Con tan solo oir su voz la reconocía perfectamente, era Daisy Richter, dios... Aunque me hubiese arrestado, ella era perfecta, buen cuerpo...y lo demas se los dejo a su imaginacion.

–Yo no te dejaré ir...– debía coquetearle, no podria dejar escapar a una dama tan bella como ella, solo que mis piropos eran algo...subidos de tono, capaz y me dejaban en el calabozo.– pero de mi cama.