Capítulo seis.

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Dedicado a Ness_Lee porqué cada vez que preguntó que quieren que actualice no se rinde y sigue pidiendo de esta historia.

Las tutorias se habían vuelto parte de la rutina de Yeonjun y Beomgyu.

Beomgyu siempre acababa estresado por tener que explicarle a Yeonjun más de una vez las cosas, intentaba que no se le agotará la paciencia pero nunca había sido tan paciente en realidad.

Fue una tarde mientras Beomgyu intentaba explicarle el concepto del arte abstracto que Yeonjun terminó sacándolo de quicio.

- ¡No entiendo por qué te resulta tan difícil, Yeonjun! Es solo una expresión libre de formas y colores.

- Fácil para ti decirlo. No todos nacimos con un pincel en la mano, Beomgyu.

Beomgyu no nació con un estúpido pincel en la mano, él se había enamorado del arte desde niño y ni siquiera tuvo el don del arte, tuvo que aprender a dibujar, a pintar, a bailar, falló mil veces, odió muchas de sus obras porque no estaban a la altura de sus artistas favoritos. Tuvo muchos bajones, a veces pensaba que no estaba hecho para dedicarse al arte, quizá debía utilizar su inteligencia para los números como solía decir su padre.

Pero él no se rindió, estudió cada técnica por su cuenta, aprendiendo a través de los errores y finalmente logró entrar a una escuela . Yeonjun no tenía el derecho a decir eso cuando Beomgyu le explicó todo de formas más sencillas.

- ¡Bueno, no es mi culpa que seas un estúpido!

- ¿Disculpa?

- ¡No, nada de eso! Te expliqué de mil formas, cada vez más sencillas para que lo entendieras ¡Y no lo haces! ¿Eres idiota o qué?

Yeonjun frunció el ceño, odiando la forma en que Beomgyu se estaba dirigiendo hacía él. No era un idiota, solo le costaba entender un poco y que Beomgyu, quién se había encargado de que entendiera todo a la perfección, lo tratará como idiota realmente lo hizo sentir como uno, y lo odió.

Empujó con fuerzas a Beomgyu quién pareció sorprenderse de eso, pero su mueca se transformó en una asustada cuando su cuerpo chocó con algo y el ruido de algo cayendo llegó a sus oídos.

Yeonjun se quedó en silencio, mirando como el lienzo que había visto a Beomgyu pintar durante más de dos semanas estaba en el suelo, la parte pintada de cara con el suelo. Beomgyu se volteó y pegó un gritito, acercándose rápidamente a su lienzo y tomándolo para levantarlo, la pintura estaba totalmente arruinada porque estaba siendo pintadas con oleos.

Lo soltó dejándolo caer al suelo de nuevo antes de voltearse y abalanzarse hacía Yeonjun mientras gritaba infinidadad de cosas. Él pelirrojo intentó huir pero terminó cayéndose al suelo y antes de siquiera poder levantarse tenía a Beomgyu sobre él intentando golpearlo.

Beomgyu lo había golpeado muchas veces en lo que llevaban conociéndose pero estas vez sus golpes eran débiles y Yeonjun recordó algo.

Recordó cuando tenía diez años y estaba correteando por su casa. Su madre era una gran artista y ella había dejado una de sus piezas pintadas con oleo en la sala, Yeonjun sin querer por estar corriendo se la pasó a llevar y la tiró al suelo.

Ella ni siquiera tuvo el tiempo de enojarse con él porque rompió a llorar, Yeonjun lloró con ella porque le dolió verla así por su culpa. Cuándo ella logró calmarse le explicó al pequeño Yeonjun que debía ser más cuidadoso.

El pequeño Yeonjun le preguntó un inocente "¿Te lastimé?", ella respondió que no pero que ver su obra arruinada la hizo sentir que su esfuerzo no valió mucho, todo con una sonrisa y con palabras más dulces para que él pequeño no se preocupara.

Tutorias de arte » YeongyuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora