Tutorias de arte » Yeongyu

Capítulo dos.

Yeonjun larga un pesado suspiro cuando en medio del pasillo la capitana de las animadoras se mete en su camino, sus ojos estan rojos, como sí el llanto se estuviese apunto de aproximar.

- ¡Eres un idiota, Choi Yeonjun!

- Ah, ¿Qué pasa? -pregunta ya fastidiado, no tiene muchas ganas de aguantar sus lloriqueos ese día.

- ¿¡Cómo que qué pasa!? ¡Imbecil! -Yeji le pega con fuerza en el cuello para hacerle recordar que estaba todo marcado.

Sí, absolutamente marcado porqué al parecer la chica del otro día era un poco posesiva y había terminado con chupetones en el cuello y pecho, además de rasguños en la espalda. Yeonjun se lamentaba por no poder recordar todo lo que había pasado, y tampoco iría a buscar a Minjeong para hablar con ella y hacerlo una vez más porque bueno, ella tenía pareja.

Por primera vez Yeonjun se lamentaba de haber estado tan borracho como para olvidar todo, porque al parecer lo había disfrutado mucho.

Tuvo que apretar sus puños para resistir el impulso de darle un puñetazo a la chica delante de él que seguía gritándole y empujándole en el medio del pasillo. Le estaba irritando de sobremanera su actitud y más aún como todos pasaban y se les quedaban viendo.

La empuja contra los casilleros y la besa con fuerza, ella se queda tensa pero luego se suavizo en sus brazos correspondiendole con la misma intensidad a Yeonjun.

Estaba harto.

Ella gime cuando las manos de Yeonjun se cuelan bajo su camiseta, tanteando la piel, sin embargo ambos detienen todo cuando el timbre suena dando a entender que ya estan iniciando las clases.

- Lo siento linda, tengo que ir a clases.

Ella asiente con esos ojos felinos que se iluminaban mientras lo ve irse, enamorada.

...

Yeonjun odiaba artes. No siempre lo había hecho pero definitivamente ahora lo hacía.

Estudiar en un instituto que priorizaba los deportes y el arte en su primer año había sido emocionante, pero con el pasar de los años se volvió ciertamente tedioso, hacer algo en lo que no eres bueno y tampoco tienes ganas de hacer era desalentador.

A diferencia de sus notas en deportes que eran excelentes sus notas en artes eran... más alla de mediocres. Desde hace unos tres años no lograba aprobar ninguna de esas asignaturas, pero no le importaba porque bueno, el quería dedicarse al mundo deportivo.

Cuando el timbre anuncia que por fin ha acabado esa tortuosa clase Yeonjun rápidamente guarda sus cosas para caminar hacía la cafetería, muere de hambre.

Se compra algo para luego dirigirse a la mesa donde siempre se sentaba, allí ya se encontraba sentada la parejita, Kai luciendo orgullosamente la camiseta del equipo de básquet que obviamente era de su novio.

Yeonjun sonríe, ellos dos eran casi los únicos que le caían bien en todo el instituto.

Se sienta junto a ellos, charlando mientras van llegando cada vez más personas a su mesa.

- ¡Oppa! -escucha Yeonjun detrás suyo y después siente como unos delgados brazos lo abrazan.

- Hola, Yeji.

Con una mala mirada la capitana hace que la animadora que estaba sentada a un lado de Yeonjun se corriera de lugar, sonriendo tiernamente se sienta en el espacio libre.

Durante la mayor parte del almuerzo ella tomaba su mano o enredaba sus brazos, Yeonjun se había acostumbrado a lo pegajosa que podía ser, porque si intentaba alejarse o algo parecido ella comenzaba a hacer algún desastroso berrinche y Yeonjun prefería tolerar su toque a aguantarsela gritando mientras lloraba, o al menos lo intentaba.