Capítulo cinco.

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Yeonjun mira la hora, falta poco para que se termine la clase y le toque iniciar sus tutorias con Beomgyu.

Al recordar al chico sonríe un poco, sonrisa que se desvanece al sentir un poco de ardor en su labio, resulta que a Beomgyu no le pareció gracioso que intentará besarlo y le dio un fuerte puñetazo en el labio, partiéndoselo. Yeonjun debía admitir que tenía bastante fuerza.

Aunque bueno, había valido un poco la pena porque él azabache se preocupó de manera genuina por él al notar que estaba sangrando y él mismo se encargó de limpiar sus labios. No con un beso, lamentablemente.

Habían intercambiado números y acordaron reunirse en el salón dónde encontró a Beomgyu por primera vez, más que nada por comodidad del menor.

Cuándo sonó el timbre que dio fin a la tediosa clase se apresuró a tomar sus cosas y emprender camino a su encuentro, una delicada mano lo jaló hacía un salón mientras iba caminando, era Yeji.

- Yeonjunnie, ¿No quieres divertirte un poco antes de las prácticas? -propuso ella mientras acariciaba su pecho.

- Vas a tener que perdonarme preciosa pero tengo que ir a cumplir con el deber de estudiar -ella hizo un puchero y sus ojos le advirtieron a Yeonjun que se aproximaba un berrinche-. Te lo compensare luego, ¿Sí? -preguntó dándole un beso.

Cuando se pudo liberar de Yeji siguió su camino, antes de entrar al salón se encontró con Beomgyu que venía cargando muchas hojas en sus manos, le abrió la puerta para que pudiese pasar y él lo hizo sin siquiera agradecer, cosa que ofendió un poquito a Yeonjun.

- Es increíble la cantidad de cosas que tenemos que hacer, no creí que te fuera tan mal.

- En mi defensa-

- ¿En tu defensa qué?

- No lo sé la verdad, ¿Esos son todos los trabajos que tengo que hacer?

- Mierda, sí. También están los contenidos que hay que leer para hacerlos, y algunos explican las técnicas para cuando hagamos pinturas y otras cosas.

Viendo todos los papeles sobre la mesa Yeonjun se arrepintió de la idea de las tutorias.

- ¿Sabes? Tampoco estoy tan entusiasmado con la idea de entrar a un equipo -dijo haciendo el amague de irse, Beomgyu rápidamente lo tomó del brazo y lo obligó a sentarse.

- Oh no, claro que no. Te vas a sentar ahí y vas a hacer cada uno de estos trabajos, los profesores no desperdiciaron su tiempo haciendo esto solo para ti para que tú decidas rendirte.

Mientras Yeonjun se quejaba Beomgyu se quedó leyendo el resumen que le hizo el director sobre las asignaturas que él mayor adeudaba.

- Entonces debes de artes visuales tres años, los cuales incluyen pintura, dibujo, escultura más otras cosas -dijo mientras miraba los papeles-. Y de artes auditivas y visuales debes un año y un cuatrimestre de música y un año y un cuatrimestre de danza -sonó tan confuso y difícil para Yeonjun que por un momento se replanteo la idea de ponerse a llorar.

- Muñequito, ¿No te apiadas aunque sea solo un poco de mí? ¿No quieres hacerme algún trabajo?

- Nop, ni un poco.

- ¿Ni en compensación por los golpes que me diste? Por favor muñequito.

- Primero que nada esos golpes te lo merecías y si no quieres un tercero será mejor que comenzemos a trabajar, y segundo deja de llamarme muñequito, es un apodo horrible.

- ¿Ah, sí? ¿Y cómo debería llamarte, cariño, lindo, amor?

- ¡Por mi nombre! Idiota. Llámame Beomgyu.

Por más que Yeonjun intentó distraer en más de una ocasión a Beomgyu para dejar de hacer los trabajos Beomgyu lo obligaba a volver a lo que estaba haciendo. Se sentía un poco frustrado, Beomgyu con sus propias palabras había dicho que le dio el más fácil y básico pero a Yeonjun le estaba costando mucho.

¡Carajo, estaba tan molesto! Golpeó la mesa con fuerza enojado ganándose una extraña mirada de parte de Beomgyu.

- ¿Qué sucede?

- No entiendo una mierda.

Beomgyu suspiró y Yeonjun se sintió como un idiota, sentía que él menor lo iba a tratar como uno.

- A ver -dijo el azabache mientras se levantaba y se posicionaba detrás de Yeonjun-. ¿Qué no entiendes?

- Nada. No entiendo nada -habló con un tono malhumorado.

- No, Choi. ¿Qué es lo que no entiendes? -volvió a preguntar, su tono volviéndose suave. Yeonjun suspiró.

- Te juro que intentó leer esto una y otra vez pero a mi cabeza no le entra nada, ni siquiera puedo responder una pregunta bien.

- Está bien, voy a ayudarte.

Quizá se había equivocado al pensar que sería fácil darle un libro de la historia del arte para que lo leyera y haga las consignas por cuenta propia. A Beomgyu nunca se le dificultó leer sobre la historia del arte, era algo que realmente le fascinaba y lo atrapaba, sin embargo debía ser consciente que no todo el mundo era como él.

Yeonjun le leyó las consignas y preguntó cuando no las entendió, Beomgyu le explicó cada una de ellas con una gran paciencia. Respecto al libro Beomgyu se lo leyó en voz alta y luego intentó explicarle con palabras menos técnicas para que Yeonjun entendiera todo, si iba a ayudarlo lo haría bien.

Yeonjun se sintió bien, la mayoría de los profesores que daban arte en ese instituto lo trataban como estúpido, Yeonjun odiaba que lo hicieran. Decían que era muy fácil y se burlaban en su cara, quizá por eso se había vuelto aún más reacio ante la idea de aprender sobre el arte, pero Beomgyu no lo hizo, él aunque se mostró disgustado con Yeonjun en un principio a la hora de enseñar no hizo ningún comentario malo ni ninguna mueca de burla, él le explicó todo con paciencia y no le importó tener que hacerlo más de una vez.

Cuándo finalmente terminaron el tedioso trabajo (para Yeonjun) él pelirrojo miró la hora, en pocos minutos tendría las prácticas con su equipo.

- Tengo que irme, me tocan prácticas.

- Está bien. Mañana a la misma hora, tenemos que trabajar mucho para poder terminarlos todo con tiempo.

Yeonjun se levantó de su asiento y Beomgyu ni siquiera le prestó atención, parecía más atento al cuaderno donde trazaba líneas con un lapiz que formaban un hermoso dibujo a los ojos de Yeonjun.

Se acercó por detrás mirando con más detalle, la manera en la que Beomgyu movia el lapiz era ciertamente hipnotizante. Sonrió al darse cuenta que Beomgyu ni siquiera se había dado cuenta que estaba detrás suyo, si supiese que estaba así de cerca seguramente ya lo hubiese hechado. Incluso si se inclinaba un poco podía morderle el cuello.

Sopló suavemente en su oído haciendo que él menor se girara para verlo mal, al hacerlo sus rostros quedaron muy cerca y el sonrojo en el rostro del azabache no paso desapercibido para Yeonjun.

- ¡Vete! ¿No tenías prácticas? -preguntó molesto.

Yeonjun se rió al ver el ceño fruncido de Beomgyu, ese chico era adorable. Tomó la mano del menor y le dejó un suave beso en los nudillos, Beomgyu se quedó estático pero luego lo empujó con el rostro aún más colorado.

Comenzó a refunfuñar entre murmullos mientras volvía a su dibujo dispuesto a ignorar al mayor, y Yeonjun sonrío mientras veía como sus orejas se teñían de rojo, le parecía muy divertido molestar a Beomgyu y ver cada una de sus reacciones.

...

hola u.u

esperó les haya gustado el capitulo, nos leemos luego. :3

avísenme de cualquier error !

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