El rey Harold, ahora al mando de una enorme mesa de la biblioteca se despojaba del aro sobre su cabeza y se dirigía a los presentes.
-Os he citado aquí por un asunto de vital importancia para el reino, Los pergaminos que ven sobre su mesa corresponden a ocho Akhluts, demonios de nivel quince que los orcos han empezado a cazar y gracias a Lady Bochanteau ahora contamos con estos ejemplares que nos ayudaran en la defensa del reino-
Luego extendió sobre la mesa un enorme pergamino con el dibujo del demonio que se asemejaba mucho a una orca asesina con cuatro patas que lo hacían tan veloz como un Encantado y unas mandíbulas que lo volvían un demonio incluso más feroz que un Nanaue o un Sobek.
Las miradas de los presentes se dirigían a Harold casi exigiendo que continuara con la explicación que los había sacado a todos de la cama.
-¿Quiénes recibirán los pergaminos?- pregunto un contrariado Uthred que no quitaba la vista de aquellos siniestros objetos de tono gris sobre la mesa.
-Os he citado a todos aquí, porque necesito voluntarios, Lady Bochanteau posee uno de estos demonios, yo me quedare con dos y los restantes serán para aquellos que deseen cumplir esta misión-
-Yo lo hare- hablo Othello mientras se acercaba a la mesa y tomaba un pergamino.
La frente del enano sudaba y nadie más se atrevía a dar un paso, hasta que alguien en la mesa se acercó tomando otro pergamino.
-Participare su majestad- hablo Seraph que se alejaba con el pergamino hasta su asiento.
-Bien, eso nos deja con cuatro pergaminos aún, ¿Alguien más?-
Sylva miro a Fletcher esperando que se acercara, pero este le devolvió una atribulada sonrisa y tomo un pergamino mientras ella hacia lo mismo.
-Nos quedan dos, ¿Algún otro voluntario?-
-Si no es mucha molestia me gustaría sugerir a uno de mis hombres para unirse a esta misión- hablo Fletcher acercándose al rey.
-Bien, si nadie más es voluntario, aceptaremos a ese soldado Fletcher, pero dinos antes ¿Quién es?-
Los nombres de sus cinco soldados adeptos pasaban por su cabeza pero antes de decidir, el nombre pareció escapársele.
-Kobe-
Los presentes en la sala se miraban unos a otros como si esperaran que uno de ellos se opusiera, tras unos largos segundos el rey emitió un suspiro y con un leve movimiento de la cabeza le entrego el pergamino y un frasco de elixir a Fletcher.
-Bien, eso es todo, podéis marcharos- hablo -Todos excepto Sylva, Othello, Cress y Fletcher-
Esperaron a que la sala se vaciara mientras el rey apagaba las antorchas y encendía una luz errante por sobre sus cabezas.
-Tienen que volver al éter- soltó colocando una mochila con pétalos amarillos y otra llena de cueros y pergaminos -Necesito que atrapen unos cuantos demonios y que traigan más de esos cristales que Cora posee-
-¿Volver al éter? Me va a perdonar su majestad, pero casi morimos allí- refunfuño Cress.
-Lo sé, pero esta vez tenemos ventaja, una ventaja que nos ha dado Cora- hablo con un tono casi lleno de satisfacción -Y tú Fletcher eres quien tiene la misión más importante de todas, tienes que hacer que Ignatius se convierta en un Dragón-
La mente de Fletcher regreso al momento en que su demonio salamandra se había convertido en un Draco y casi había acabado con la cabeza rota por el esfuerzo que implicaba la metamorfosis, luego se dirigió a los momentos en los que habían visto la muerte tan de cerca, llenándose de miedo.
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The summoner's route (Fanfic)
FanfictionJusto cuando Fletcher pensó que había logrado acabar con la amenaza que suponían los orcos unidos bajo la bandera del orco albino, una sirena proveniente del mar vesánico llega al reino de Hominum, revelando la nueva estrategia de los orcos y ponien...