Capítulo 9 (FINAL)

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Trigger warning: En este capítulo se tratan temas delicados como la pérdida de seres queridos. Lean con precaución y si están pasando por un momento difícil respecto de dicho tema, no lean a menos que se sientan listos.





* * *




Jungkook emergió entre las sábanas del colchón donde dormía. Restregó sus ojos con sus dedos, tenía demasiado sueño por haberse acosado tarde la noche anterior. Había estado de fiesta con sus amigos.

Estiró todo su cuerpo, arqueando su espalda y soltando un gran bostezo. Cuando miró hacia un costado, vio la funda de guitarra que Jimin le había regalado. No había sacado el instrumento de ella aún. Había estado demasiado ocupado estando enojado con Jimin, que no se permitió volver a ver su regalo.

Se puso de pie a duras penas, parte de la sábana que tenía encima cayó al suelo y sus piernas quedaron descubiertas, en contacto con el aire frío de la habitación. Vestía shorts, pero no hacían nada para abrigarle, tampoco su camiseta de manga larga, por lo que se apresuró a tomar la funda de una de sus correas y llevó consigo la guitarra hasta volver a sentarse en el colchón. Se tapó, acobijándose lo más que pudo, y abrió el cierre de la funda, encontrándose nuevamente con aquella guitarra eléctrica de color rojo y blanco.

Acarició el cuerpo, sintiendo la textura totalmente lisa y fría de la superficie con la yema de sus dedos. Brillaba con el reflejo de la luz del día, provocando destellos cuando el sol golpeaba en las cuerdas metálicas. Era bellísima, sin dudas, el tipo de guitarra que había visto por años colgada y expuesta en las vitrinas de las tiendas de música, y que había visto a sus ídolos tocar. Una suave sonrisa se dibujó en sus labios al pensar en que Jimin había pensado en ese regalo especial para él. Había llegado a la tienda de conveniencia con una sonrisa enorme, como si no pudiese contener la emoción de mostrarle el regalo que había conseguido para él. Pero él no había logrado verlo en ese momento por la repentina confusión y el posterior enojo.

Una punzada de culpa atacó su pecho, sintiéndose mal por haber reaccionado como lo hizo en ese momento. Jimin era su felicidad, su luz, su todo. Verle sonreír era lo que más quería cada día. Su sonrisa y sus ojos, ambos resplandecientes y desbordados de emoción, era todo lo que Jimin merecía sentir y expresar libremente.

Se colocó la guitarra en su regazo en posición para tocar. A pesar de que necesitaba un amplificador para que produjese sonido, el vibrar de las cuerdas era suficiente para él en ese momento. Tocó la melodía que mejor sabía, de la canción que hablaba de no querer despertar hasta que finalizara septiembre. Septiembre, el mes de su cumpleaños.

Puso una vieja casetera, reproduciendo esa misma canción y siguiéndola con su guitarra, cerrando los ojos y dejando que el instinto ya adquirido en sus dedos le guiara por sí solo.

Conseguiría en algún momento un amplificador, y podría tocar el solo de guitarra eléctrica de esa canción.

Sintió una caricia en su espalda baja, sobre su piel desnuda. Se giró un poco y Jimin estaba boca arriba, mirándole con sus ojos casi cerrados, lleno de sueño aún. Su cabello suave estaba revuelto y parte de su rostro algo rojizo por estar apoyado contra la almohada por un largo tiempo.

Le dedicó una sonrisa de buenos días y dejó la guitarra apoyada en el suelo, para liberarse y poder recostarse sobre Jimin, abriendo sus brazos y envolviéndolo por completo en un abrazo apretado.

- Te amo, en serio lo hago - dijo, y una pequeña risita que soltó Jimin le hizo cosquillas en el cuello.

- ¿Lo haces? - preguntó con tono juguetón. Jungkook respondió afirmativamente con un ronroneo, acariciando el costado del cuello de su amigo con su nariz - ¿Y lo harás siempre?

• Falling for you  ~ [KOOKMIN] •Donde viven las historias. Descúbrelo ahora