Fetiche. YuTae

06

En cuanto llegaron al puente que daba a Tezi estacionaron la moto cerca de dos grandes árboles de sauce cerca del río Silbante, cruzaron hasta el otro lado encontrándose entre la primera avenida de Tezi, la ciudad constaba más que todo de grandes edificios y reconocidos bares junto a uno que otro taller de diversas cosas y pequeños almacenes que servían como hogar.

Rodearon por detrás evitando la multitud, pocas familias de nobles humanos rondaban por aquellas calles junto a los vampiros en un acuerdo de paz que solo los más ricos habían podido pagar.

Caminaron hasta dejar el cemento debajo de sus pies y dar paso a la tierra húmeda, el correr del río se escuchaba hasta aquel lugar mientras que uno que otro grillo acompañaba sus pasos, el lugar estaba oscuro por cuanto más se alejaban de las luces de la ciudad, el vampiro se paró en su sitio mirando de izquierda a derecha y por sobre su hombro.

—Yuta —llamó el humano con los ojos abiertos, el vampiro no lo tomo en cuenta y avanzó unos pasos más a la izquierda pero el humano lo paro y lo guió a la derecha.

En cuanto estuvieron en un campo abierto el pelirrojo pudo verlo, cuatro cuerpos tirados sobre el piso, una mujer entre ellos.

—Taeyong al ot-

—Eran tres, ni tú ni yo íbamos a hacer mucho con tres, uno era un adulto —contestó el pelirrojo mientras se acercaba a los cuerpos.

—¿Un adulto?

—Se alimentó con ellos, fue diversión. —señaló los cuerpos y se arrodillo frente al de la mujer. —Jugaron con ella mordiendo primero en los brazos para verla sufrir, en cuanto se aburrieron la mataron con la mordida en el cuello.

—¿Qué hay de los otros tres hombres?

—Trataron de defenderla, se deshicieron de ellos en cuanto se interpusieron. —esta vez señaló la única marca de mordida en el cuello de los tres hombres. —Sobre la yugular, la sangre asfixió sus gargantas y los mató.

—Un adulto dices... ¿por qué no lo sentí?

—Porque el olor de los rebeldes opaca el suyo.

—¿Puedes dar con ellos?

El humano se paró del suelo y miró a su alrededor, respiro profundo mientras sus músculo se tensaban, sangre, humedad, aire dulce, vómito.

—Uno se alejó de ellos. —no necesitó más para empezar a correr hacia el frente, el campo estaba rodeado por una tanda de árboles, el vampiro lo seguía de cerca esperando que sea él quien lo guiará entre toda la combinación de olores.

El pelirrojo podía sentir otros dos olores más atrás de ellos.

—¿Qué tanto quieres... atrapar a ese rebelde? —preguntó Taeyong en medio de la carrera, esquivó algunas ramas mientras saltaba por sobre las rocas y troncos caídos en el suelo sintiendo ahora a Yuta a su lado.

—Haré lo que sea por atraparlo. —contestó el vampiro mientras su brillante mirada recorría con rapidez el lugar.

—Bien, quédate atrás y rueda en la tierra.

—¿Qué?

—¡Solo hazlo!

El vampiro gruñó bajo antes de quedarse atrás y obedecer al humano, Taeyong siguió su carrera, podía ver al renacido cerca, tenía los ojos de un negro profundo combinados con la oscuridad pero el bordo rojo era lo que le daba un faro.

Se adelantó unos pasos, el renacido era sumamente rápido pero el humano podía alcanzarlo debido a que el vampiro estaba herido, en cuanto tuvo al lado del rebelde siendo separados únicamente por la fila de árboles se tiró sobre él en cuanto vio una abertura, y por suerte, cayó sobre él rodando sobre el suelo juntos.

El rebelde se removió inquieto pero el humano puso en su cuello uno de los chips que había sacado del pequeño cofre momentos antes, una descarga eléctrica recorrió el cuerpo del rebelde haciendo que el humano se alejara de él con rapidez.

—Cazador. —gruñó el hombre con voz ronca y forzada mientras otra descarga lo sacudía, el fétido olor que emanaba mareo al pelirrojo quien tuvo que aguantarse una arcada.

Poco después llegó Yuta con la respiración agitada y su cuerpo lleno de tierra y una que otra hoja seca.

—Huyeron en cuanto me olieron, el rodar no sirvió. —gruñó el vampiro mayor mientras paraba de un jalón al rebelde quien seguía moviéndose inquieto.

—Era solo por si acaso.

—Andando, estoy seguro de que él me dirá lo que quiero saber.

Caminaron en silencio si obviaban las quejas y jadeos del rebelde, Taeyong ya había vomitada en una parada, el intenso olor estaba mareando todos sus sentidos y hacía su estómago retorcerse con fuerza casi ahogándolo.

—¿Cómo lo llevaremos en la moto? —preguntó Taeyong cuando estuvieron cerca del lugar donde estacionaron su transporte.

—No iremos en la moto. —fue su única respuesta y en cuanto Taeyong vio el lugar donde se suponía debía estar el transporte descubrió que ya no estaba, en su lugar había frente a ellos un auto color negro en su totalidad, de este bajó un joven de piel clara, cabellos azules y mejillas abultadas con ojos color gris brillante.

—Más te vale cuidar bien esto Yuta. —el vampiro sonrió burlón mientras lanzaba al aire las llaves del auto siendo atrapadas por Yuta quien dio un asentimiento en respuesta.

Taeyong miró curioso al vampiro, era un adulto, pero su actitud parecía ser la de un joven, simpática y alegre, los adultos se conservaban más... serios.

El vampiro gruño cuando el rebelde pasó cerca de él para luego posar sus brillantes ojos en los del humano quien sintió una corriente eléctrica recorrer todo su cuerpo, de pies a cabeza, fue como tomar un trago de fina lujuria que lo encerró en una botella de emociones y placeres.

—Taeyong. —llamó Yuta no abandonando su vista del humano, el pelirrojo miro al azabache antes de girar al desconocido.

—No hagas eso a menos que quieras perder un ojo. —advirtió Taeyong entre dientes, ya lo habían hecho antes con él, estaba lo suficientemente experimentado como para saber cuando querían dejarlo hundido en una bomba de placer controlado por un vampiro que sólo quiere meterlo a su cama.

No esperó respuesta y se dirigió hacia Taeyong y entró en el lado del copiloto, el rebelde estaba amarrado con todos los cinturones de seguridad de la parte de atrás y no podía hacer mucho en escapar, el chip lo quemaría vivo y eso ni siquiera lo mataría pero si lo dejaría demasiado adolorido.

...

Renacido se entiende que es porque al ser convertido en vampiro ahora tiene una nueva vida, una que es inmortal, es como estar muerto y renacer con mejoras.