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Los dos hombres jadearon frustrados antes de dejar en el suelo el cadáver y patear sus costados.

— Incluso muerto pesas un chingo. — se quejó uno de ellos recibiendo una mirada asesina por parte de la chica que iba frente a ellos. — Perdón...

— Llévenlo a las catacumbas del sótano, nadie puede verlo. —ordenó ella antes de ver a su hermano pasar por uno de los pasillos cerca de ella y parar en seco al ver el cuerpo.

El menor observó el cadáver antes de ver a su hermana quien frunció el ceño por su raro comportamiento.

—¡YUTA! ¡YERIM MATÓ AL SEÑOR KIM!

—¡OYE! —debió acordarse de que Donghyuck era un chismoso de primera, sin embargo no importaba mucho

No pasó mucho antes de que Yuta se dejara ver, esta vez mucho peor de lo que Yerim recordaba, sus brazos colgaron a sus costados y fue a correr hacia su hermano junto con Donghyuck.

— ¿A quién mataste? — preguntó él dejándose caer en los brazos de su hermana.

—El asesino eres tú, te estás matando. —entre los dos hermanos llevaron al mayor hasta su habitación en donde lo acostaron sobre su cama.— Espero que no te hayas cruzado con mamá.

—No hay de que preocuparse, me sigue ignorando. —contestó él antes de dejar caer su cabeza contra la almohada.

—No pasará mucho, estoy seguro. —se metió Donghyuck sacándole los zapatos y dejándolos sobre la alfombra.

—Eso no es lo importante, ¿por qué mataste al señor Kim? — Yerim se crispó en su sitio antes de observarlo con los ojos entrecerrados.

—Yo no maté al señor Kim, que te quede claro —Yuta dio una sonrisa divertida y ella continuó. — lo hizo tu rojito.

El mayor de los Nakamoto no pareció entender eso por lo que frunció su ceño antes de reincorporarse levemente en la cama apoyando su cabeza en la cabecera.

—¿Rojito? ¿Que ro- Oh... —pareció perder el habla por unos minutos antes de volverla a ver esta vez con expresión preocupada. — ¿él está bien?

—Ni siquiera preguntaste porque lo mató.

—Conociéndolo estoy seguro que no fue por diversión.

—Quien sabe —contestó con una sonrisa ladina en el rostro y los ojos entrecerrados. — él es todo un misterio para mí, pero respondiendo tu pregunta, está un poco mejor que tú.

—¿De que hablas?

—Del desistimiento Yuta, el parece estar un poco mejor que tú.

El mayor de los Nakamoto cerró los ojos antes de asentir.

—Él es fuerte.

—Pero no durará mucho, no te confíes.

—Yerim-

—Ella tiene razón —Donghyuck terminó de sacudir sus manos antes de subir a la cama de su hermano y sentarse en el filo. — si no vas con él no durará mucho, tal vez menos de una semana —levantó los hombros con desinterés— tú enfermarás y nuestros médicos podrán curarte ya que como no amaste a tu Detè el desistimiento no te afectará mucho.

—Donghyuck no-

—Porque tu no lo amaste ¿verdad? Si lo amaras no lo hubieras dejado ir.

—Que pasó con el "Si lo amas déjalo ir" yo hice eso Hyuckie, él está mucho mejor sin mí.

—Claro, ¿tú sabes si él está mejor sin tí? Te diré una cosa hermano, tu jamás has sido egoísta, ese es el problema, cuando éramos niños, si yo quería tu arco me lo dabas, si Yerim quería la habitación que te tocaba se la dabas, si media tribu quería todo tu tiempo, se los dabas. ¿Pero que pasa con lo que tú querías? Ni siquiera tu tiempo pudiste reclamar para tí, pensé que con esto al menos si lo harías.

Donghyuck fue el primero en salir de esa habitación dejando a Yerim a su lado en un vacío silencio, ella lo miraba como esperando una respuesta que afirmara o negara lo que el menor de los Nakamoto había dicho, o una respuesta que el mismo se había hecho días atrás para saber si dejarlo ir había sido correcto o no.

No lo consideró algo fácil, menos en este momento en el que le soltaron la verdad de su vida en la cara, nadie lo había hecho a parte de su madre, y que sea Donghyuck quien lo hiciera lo tenía desconcertado y orgulloso, Donghyuck era sabio aún siendo un joven y era claro, no dejaba nada fuera de su discurso, el buscaba recapacitarlo y claro, lo hizo, pero también lo dejó helado y en blanco por unos segundos.

Respuestas; eso era lo que necesitaba, y sabía que todos le darían solo preguntas así que de las respuestas el tenía que encargarse, irónico ya que el mismo también se hace más preguntas a las que no le encuentra respuestas.

Era todo un dilema.

—Está viviendo detrás de un almacén cerca del puente de Tezi con Lesoc, hay un pequeño cuarto.

—¿Por qué me dices eso?

Ella sonrió antes de acostarse a su lado con su cabeza sobre su pecho y sus manos sobre su cintura, aquello le trajo recuerdos, de cuando Yerim solo era una pequeña vampira que no le gustaba recibir órdenes de su madre y se refugiaba en él.

—Cuando conocí a Sooyoung-

—¿Así que era Sooyoung? Pensé que ibas por Jaemin.

—Déjame terminar —se quejó ella con el ceño fruncido y un puchero en los labios — Jaemin fue el que me ayudó a encontrarla, yo la conocí en el mercado de Byota cuando fui contigo a conocer al líder Taeil, ella estaba perdida y era una humana que apenas sobrevivía.

»— La atrapé robando en un puesto de pan, hablamos un rato y le compré una gran bolsa, ella me agradeció con un beso, me dedicó una última mirada traviesa y luego salió corriendo, creo que fue fácil para mí reconocer qué había encontrado algo valioso en mi vida, mi Detè, pero después de eso no la volví a ver, me convencí luego de que eso estaba bien, ella era una humana, demasiado frágil para el mundo en el que estamos ahora y supongo que ella lo sabía por como vivía, pero estaba el deseo de volver a verla, no se, tal solo volver a hablar con ella o verla comer con alegría, así lo quise y un día... luego de hacerme amiga de Jaemin le conté sobre ella y como se llamaba, el me vio con una sonrisa antes de tomarme de la mano y llevarme por la Mansión del líder Moon, yo estaba confundida hasta que me llevó a un cuarto lleno de hombres y mujeres, él gritó su nombre y ella apareció, al parecer el señor Moon le había dado un puesto en su casa como donadora de sangre para sus vampiros.

—¿Con cuál de los dos métodos?

—Con el que no involucra una mordida — Yuta asintió— desde ese día comencé a ir más frecuentemente para hablar con ella, conocerla, hasta que le dije lo que ella era para mí, yo pensé que se asustaría y me evitaría, estar enlazada con un vampiro involucra muchas cosas y pensé que ella no estaba dispuesta a correr por todo eso, pero ella me sonrió con un sonrojo en las mejillas y me besó... luego salió corriendo.

—Creo que tu chica tiene una manía por salir corriendo.

Yerim rió — Sí, la tiene, pero la cuestión es... que a ella no le importó todo lo que le dije, todos los peligros, ella simplemente dijo; «Siempre creí que estar contigo era un caso perdido, yo soy tan diferente a tí, tan débil y sin valor, pero ahora que se que tengo una oportunidad no voy a dejarla ir, no me importa nada... con tal de estar contigo»

Hubo silencio después de eso, esta vez fue uno cómodo.

—Lo que quiero decir es que... jamás le dijiste que el era tu Detè, jamás le dijiste los peligros... y jamás le dijiste si él estaba dispuesto a correrlos por ti, ese es el problema Yuta, tu no sabes si él está dispuesto.

Fetiche. YuTaeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora