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Pasó largos minutos esperando cualquier cosa, de verdad, el esperó.

Sin embargo nada pasó.

—¿No vas a golpearme? — preguntó entonces confundido por no sentir algún golpe en su cabeza o genitales, el sabía que Taeyong era muy capaz de simplemente levantar su rodilla y golpear contra sus testículos.

—¿Me crees si te digo —Lee hablaba de forma lenta y vaga, como si fuera a dormirse en cualquier momento —, que me siento como sedado?

—Es comprensible por tu estado.

—Pero aún así quiero pegarte, ¿puedes llevar mi mano hasta tu mejilla?

—Mejor no — suspiró alto antes de observar con atención los ojos entrecerrados del menor. —, quieres hablarlo ahora o...

—Yuta.

—Dime.

—¿Tú quieres marcarme?

Tardó en darse cuenta de donde había sacado esa pregunta, recordó que aquella noche en la que Taeyong le dijo más dormido que despierto aquella simple oración él presa del pánico de estarlo atando a un mundo que no sabía si el humano quería lo alejó por completo a la mañana siguiente.

¿Podrían culparlo?

Claro que sí pero aún así... el tendría que explicarle eso a Taeyong.

—Tae yo....

—¿No quieres?

—No, no es que no quiera es solo que... esa noche... cuando dijiste-

—Te amo

El vuelco de su pecho fue tan de repente que por un momento lo asustó, el estaba seguro de que podía escuchar con claridad su propio corazón, una simple frase hizo estragos todo su interior, sonrió pequeño y negó, Taeyong había vuelto a decir aquella oración de forma tan sincera pero despreocupada, como si ya se la hubiera dicho todos los días y no temiera a su respuesta, ¿Lo hacía? ¿El temía que no sintiera lo mismo?

Por la fugaz preocupación en la mirada del humano junto a como su rostro se convirtió en una mueca de decepción al ver que no respondía Yuta supo que si.

Lo besó sin más porque había estado esperando mucho tiempo por eso, por sentir sus cálidos y suaves belfos bailar con los suyos de forma lenta pero necesitada, lo había extrañado tanto a él que ya no estaba dispuesto a dejarlo ir

Se separó momentos después y dejó un beso casto en sus labios antes de enfocarse en sus ojos.

—Yo también te amo Taeyong — contestó entonces con el pecho retumbando de manera rápida e intensa aún así el sostuvo la mirada con la de su pelirrojo para que este supiera cuan sincero era. —, si actúe así el día después de eso es porque... tenía miedo.

Taeyong lo miró atento, esperando a que continuara.

—Ser mi pareja, ser mi Detè siendo un humano podría ser peligroso, tengo tantos enemigos en todas partes de todos los lugares- Taeyong... ellos no dudarían en tomarte y hacerte daño con tal de llegar a mí y temo... perderte o que tú... no estés dispuesto a enfrentar todo eso para estar conmigo

—Como ibas a saberlo si jamás me preguntaste.

—Sí — suspiró — eres la tercera o cuarta persona que me lo dice — rió a medias —, la cuestión es que soy muy estúpido y a veces hago las cosas con la primera idea que se me cruza.

—Concuerdo en que eres un estúpido.

Permanecieron en silencio por unos segundos y Nakamoto ya sentía los brazos entumecidos así que se levantó con lentitud hasta estar sentado en la cama mientras que Taeyong lo imitó estando así nuevamente cara a cara.

—Entonces... — Este era el momento que Yuta temía, luego de decirle a Tae los peligros que de seguro correría todo estaría en si Taeyong aceptaba o no.

El pelirrojo no respondió al instante sin embargo su mirada estaba concentrada solo en él, el vampiro estaba nervioso con la mirada del menor en él.

Lee frotó sus ojos con sus puños cerrados antes de bostezar dándole a Yuta una vista adorable.

—¿Cómo se hace una marca?

No entendió al principio a que venía su pregunta hasta que lo hizo.

Taeyong lo estaba aceptando como pareja.

El quería que lo marcara.

Fue rápido en tomar al humano y sentarlo en su regazo sin abandonar su vista de él, Taeyong tampoco pareció sorprenderse y posó sus manos en las mejillas del vampiro antes de dejar un casto beso en sus labios que hizo a Nakamoto sonreír idiotizado.

—Tengo que morderte.

Lee mordió su labio inferior.

—Ya me has mordido antes.

—Tengo que morderte — Nakamoto llevó su mano derecha al cuello del menor y presionó sus dedos en el medio de la unión del cuello con el hombro — aquí.

¿A Taeyong le desagradaba o asustaba la idea? Para nada, el estaba esperando ansioso que el vampiro lo mordiera.

—Entonces —suspiró tembloroso cuando la mano libre del vampiro acarició su cintura y subió hasta levantar levemente su polera. — hazlo.

Yuta tomó sus labios en un beso apasionante mientras sus dos manos se ubicaban en su cadera, Taeyong bajó sus manos hasta el cuello del mayor y lo rodeó mientras ladeaba su cabeza para profundizar más el beso cosa que logró.

Se separaron segundos después por falta de aire, el pelirrojo le sonrió ladino y llevó sus manos al inicio de su polera y la levantó para luego sacarla y lanzarla lejos importándole poco donde cayera, Nakamoto lo observó atento y embelesado antes de atacar su pecho besando y succionando cada parte escuchando atento los pequeños gemidos ahogados de Lee cuando llegó a sus pezones.

Taeyong fue rápido en tomar sus prendas y sacarlas de su cuerpo, Yuta estaba sorprendido por la habilidad de su pelirrojo al hacer aquella acción sin embargo no se quedó de brazos cruzados y se deshizo de las últimas prendas del humano estando entonces apreciando el cuerpo del otro como si fuera una hermosa y antigua obra de arte.

Taeyong posó las yemas de sus dedos en su pecho y acarició todo el lugar con lentitud antes de llegar a su miembro, con movimientos suaves y exóticos rodeó su extensión dándole un ligero apretón antes de empezar a bombearlo, mientras que su mirada no perdía de vista el brillo lujurioso que desprendían los ojos del vampiro quien dejó que sus manos recorrieran la zona baja de su espalda hasta llegar a su trasero en donde apretó con fuerza en el momento que sintió un espasmo recorrer su cuerpo debido al placer que el pelirrojo le daba a su miembro.

Nakamoto lo recostó nuevamente sobre la cama y se arrodilló en medio de sus piernas abiertas.

—Deja que me encargue de tí amor. — susurró con voz grave y atrayente cargada de deseo enjaulado en su mirada.

—Mhm... — fue lo único que pudo decir el menor cuando sintió un dedo húmedo y largo entrar en su interior, mordió su labio con el ceño ligeramente fruncido, sus ojos entre abiertos se cerraron con fuerza mientras un gemido alto escapó de sus labios en el momento en el que los belfos del vampiro apresaron uno de sus pezones mientras no dejaba de mover el dedo que mantenía dentro de él.

Yuta chupó y mordió su ya muy sensible pezón mientras torturaba su entrada con ahora tres dedos dentro, Taeyong ya no podía aguantar otro rato más, sentía que podría llegar con solo los dedos del vampiro.

—Yu-Yuta — suspiró tembloroso — ya estoy listo.

—Lo estás — contestó Nakamoto antes de sacar sus dedos recibiendo una ahogada protestas de parte del menor quien puso un brazo sobre su cara en el momento en el que sintió algo grande presionar contra su entrada. —, mírame — pidió el vampiro quitando el brazo del rostro del pelirrojo —, mírame, Taeyong.

Lee abrió sus ojos con lentitud enfocando su vista en el rostro pálido del mayor.

—Hoy voy a ir lento — dijo antes de besar los labios del pelirrojo castamente, se separaron lo suficiente para observarse a los ojos mientras Yuta empujaba su glande dentro del menor. —, hoy voy a hacerte el amor.

Fetiche. YuTaeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora