¡Él!

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-          ¿Cómo sabes mi nombre?

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- ¿Cómo sabes mi nombre?

- Y ahí vamos con las preguntas y  querer saber todo – rodea los ojos - ¿No te cansas?

- No, porque yo no te conozco y es muy raro que te sepas mi nombre.

- Conozco a tú padre y por eso me lo sé, ¿está bien?

Frunzo el ceño, ya que mi padre nunca me hablo de alguien como él con sus orbes tan verdes y hermoso, su cuerpo trabajado, su cabello marrón e incontrolable y su tez tan blanca como un copo de nieve, en fin un chico común; mi padre solo sale por trabajo y descansa unos días en su casa, que más bien su hogar parece un hotel.

- Deja de pensar tanto – me interrumpe el chico frente a mí y sus orbes verdes vuelven a distraerme - Conozco a tú padre porque trabaja con... el mío.

- Interesante – me acerco a él – y... ¿Cómo te llamas?

- Adams

- Adams, ¿Se puede saber porque no me dejaste entrar al callejón? – rodea los ojos mientras juega con el anillo que tiene en su dedo anular

- sí que estresas, a ver, caminaba por ahí y te vi.

- Gracioso no, que estés caminando a las cuatro de la madrugada – mi celular suena y recuerdo que tengo clases – te dejare por ahora, pero te mantendré vigilado.

- Imagínate y a mí me mandaron a vigilarte a ti, ironías – cierras sus ojos y suspira – mierda.

No le digo nada, pero sabrá que le preguntare en cualquier momento, me voy apresuradamente al salón de clases y encuentro a Dana hablando con Maxi, le sonrió y sigo mi camino, logro entrar al salón y para mi sorpresa el profesor ya se encontraba en el aula, lo saludo y tomo asiento.

Tocan la puerta y entra Adams, giro a los lados y los asientos están ocupados y el único vacío por casualidades de la vida es el mío, sonríe y toma asiento.

- Así que también nos tocó estudiar juntos – frunce el ceño y tira su bolso al suelo – que maravilla – susurra

- Tranquilo a mí tampoco es que me agrade mucho la idea – le digo abriendo mi cuaderno

- Si, sobre eso sé que tienes muchas preguntas y deseo aclararte algunas – mira al profesor y baja un poco la voz – te veré en el cementerio cuando salgamos de todas las clases

- ¿Por qué en el cementerio? – le pregunto frunciendo el ceño

- Porque allá nadie nos oirá.

***

Tome las llaves y salí de la casa, me coloque mis audífonos y puse << Wake up – EDEN>> note que me estaban mirando voltee y no vi a nadie, escuche los arboles moverse los mire y vi a personas viéndome pero aun así seguí caminando, sentía que eran bueno.

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