¿Guardianes de la Legión?

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Al ver el brillo de Adams cuando me estaba defendiendo sí que me causo mucha curiosidad ya que es raro que los ojos brillen y no creo que sea un efecto de la luz, no encontrábamos aun en el cementerio, sacándome dudas y sin poder creer todos lo qu...

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Al ver el brillo de Adams cuando me estaba defendiendo sí que me causo mucha curiosidad ya que es raro que los ojos brillen y no creo que sea un efecto de la luz, no encontrábamos aun en el cementerio, sacándome dudas y sin poder creer todos lo que me decían, aun creía que esto era mentira hasta que note que los collares colgando en su cuello parecía al mío, ¿Coincidencia? No lo creo.

Me contaron muchas cosas, que vine al mundo para defender un pueblo que no conozco y más que eso, mi padre lo sabe y está autorizado de decirme cuando se acercara mi cumpleaños dieciocho estoy entrenada para combatir sin armas o con ellas y es cierto desde muy chica mi padre me enseño todo lo que sabía y más.

- Espera Nicolás ósea que lo que me dices es que su pueblo – uso las comillas al hablar – está en una terrible situación y yo, bueno, nosotros somos los únicos que podemos salvarlo.

- Efectivamente Atenea.

- Ahora sí que me siento en uno de los libros de fantasía que leo – rodeo los ojos y sonrió a todo lo que estoy escuchando - ¿Qué? Hay que montar monstruos horribles y vivir bajo la tierra – reí al escuchar lo que de mi boca salía y todos se mostraban serio sin un ápice de risa – okey chicos lo pillos no me reiré más pero ¿Qué esperan? Que le crea es difícil en mi situación.

- Si entendemos que no crees nada de lo que te decimos, pero es enserio Atenea – habla la chica de la que aún no se me el nombre – estamos jodidos sin tu ayuda, eres la reina en este puto juego de póquer.

Fruncí el ceño al escuchar las palabras de la chica y le sonreí

- Me agradas – le dije – pero... ¿Cómo te llamas?

- Victoria

- Bueno, confiare en ustedes y les creeré a eso de la magia – Alexander rodea los ojos y se tensa – Pero deberán de probarme que eso de la Legión es verdad y otra cosa, ¿Por qué si mi padre sabe todo esto, no llegaron a él primero?

- Creemos que tú padre nos está traicionando y por esa razón no acudimos a él Atenea – hablo Nicolás

- ¿Cómo mi padre los va a traicionar?

Adams suspiro y me mira

- Hay muchas cosas que no sabes

- Es que si tú no me dices, créeme que no me entero – rodee los ojos – bueno, me alegro conocerlos chicos, pero tengo cosas que hacer, hablaremos luego.

***

Luego de escuchar todo lo que tenían para decirme, llegue a mi casa, me duche acomode mi cabello y maquille mi rostro, me coloque un vestido negro con escote corazón y espalda descubierta llegando el vestido un poco más arriba de las rodillas con unas botas altas en ellas coloque mi arma para cualquier accidente.

Oí toques en la venta y me dirigí hacia ella sigilosamente, al ver a Adams sonriendo, respire hondo y abrí la ventana para que entrara

- No puedes tocar la puerta como una persona civilizada – negó – oh cierto que ni personas eres

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