Adams
Lo toques en la puerta me despertaron salí de la habitación, me duche y vestí solo un pantalón gastado, me dirijo a entrenar y me detuve cuando vi semejante belleza delante de mí.
Atenea se encontraba sentada en el mueble y se veía hermosa, llevaba puesto un top negro y un mono deportivo negro con unos zapatos a juego su cabello color rojizo estaba en una coleta que deseaba usar, el peinado permitía que se vieran sus facciones como sus labios carnosos y dulces, su nariz puntiaguda y las pecas en su cara, el color de sus ojos hacia un bonito contraste con la luz y he decir que el verde es mi color favorito y no es porque los tenga en mis irises sino que también están en los de ella.
Recuerdo el como la miraba ayer y en la conversación que tuve con galilea y el sueño de Atenea, quiero ayudarla, pero no sé cómo.
Empieza por decir la verdad.
No le estoy mintiendo
Si claro, se me olvidaba que solo haces las cosas a tu conveniencia.
Desaparece
No puedo, lo siento.
- ¿Cuándo dejaras de mirarme? – me pregunta sin quitar sus ojos de la hoja en donde está escribiendo – tú mirada es demasiado intensa.
- Lo sé, por esa razón te miro – me miro y soltó una hermosa sonrisa – te pongo nerviosa Atenea, admítelo.
- Oh, sí que me pones nerviosa – sonreí - pero de querer matarte Adams.
Camine para tomar asiento al lado de ella, me acomode y quedamos al frente uno del otro.
- Entoncesestaré feliz de que alguien como tú me mate – rodea los ojos – pero dejando ese tema de querer matarme de lado, ¿Y los chicos?
- Salieron a donde galilea por sus disfraces.
- ¿Tú padre?
- Salió temprano.
- En ese caso.
La tome de la mano y la coloque al lado del mueble y yo camine veinte pasos de ella.
- ¿Qué estás haciendo? – me pregunta disimulando una risa.
- Vamos a jugar – sonrió – quiero jugar contigo – ella me mira frunciendo el ceño – no ese tipo de juego atenea, es simplemente una dinámica.
- No estaba pensando en nada malo, lo juro.
- Bueno está bien, colócate firme sin moverte en el lugar donde estas – cierra las piernas y se coloca las manos hacia atrás – está bien, el juego se llamara la lista – ella frunce el ceño – consiste en decir cualidades o defectos de cada uno y si acertamos daremos un mínimo paso hasta quedarnos cerca uno del otro, ¿Estamos? – le pregunto y asiente.
- Y cuando lleguemos y nos quedemos cerca ¿Qué procede? – me pregunta.
- Luego lo veras solo juguemos empiezas tú.
Me mira fijamente y luego sonríe frunzo el ceño y empieza hablar.
- Eres egocéntrico – camino un pequeño paso – sigues – me dice.
- Eres hermosa – esboza una sonrisa y frunce el ceño – vamos das el paso no me cansare de decirlo – camina un pequeño paso – vas tú
- Mmm... Eres insoportable...
- Insoportablemente atractivo para ti griega – rodea los ojos y doy un paso – voy – no paraba de reír y yo no quería que parara – obstinada – da un paso.
- Es cierto, es que tú provocas eso – me rio.
- Oh vaya ¿Qué más provocare en ti Atenea? – note que se estaba acercando y tenía que detenerla – oye no te muevas recuerda es un juego – se queda quieta y cruza los brazos – te toca
Noto que se ríe pero no dice nada, solo quiero saber que estará pensando esa cabecita
- Atenea – me mira – te toca
- Ah sí, tus labios – susurra y yo frunzo el ceño
- ¿Mis qué?
- Tú valentía – me reí, no podía creer que estaba pensando en eso, di un paso y ella me miro – tú turno
- Antes quiero decir que también me gusta tus labios y que si me permites en estés mismo momento dejaría esta broma y te volvería a intentar besar Atenea, pero esta vez no me detendría – ella me miro y camino un paso hacia a mí.
- Hazlo.
Camine hasta donde se encontraba ella, la tome de la cintura y antes de que pudiera decir algo selle mis labios con los suyos...
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Legión
Teen FictionEn un pueblo oculto de todos y de todo envuelto en criaturas mágicas dispuestas a descifrar tú pasado, presente y sin duda un futuro convertido en tragedias y destino crueles, una luz aparece llenando a todos con un destello de esperanza. Atenea que...