Sirenas

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Atenea

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Atenea

Aquí vamos de nuevo.

- ¡Atenea! – oigo que me llaman desde la cocina – ¡Atenea!

Me asusto al escuchar otra vez mi nombre, dejo los guantes a un lado y salgo corriendo al llegar a la cocina, me encuentro con papa y galilea

- ¿Qué sucedió? – pregunto - ¿Están bien?

Noto que tengo el pequeño cuchillo en la mano y mi padre asiente, mientras toma una taza de té.

- Baja eso Atenea – me dice mi padre

- James es bueno que siempre esté preparada – sonríe

- ¿Qué te digo? La entrene muy bien- rodeo los ojos

Bajo la calma y guardo mi arma, me siento en unas de las silla que están al frente de la cocina y galilea me entrega un té, al probarlo puedo sentir la hierbas en mi boca, pero aun así, esta rico.

- Tú padre te llamaba porque conocerás a la sirenas hoy – lo miro y el asiente – tienes que hacerlo antes de ver a lo ciclopes, Centauros y ninfas, aunque muchas de ellas están encarceladas.

- ¿Por qué? – le pregunto

- Phoenix es una persona de cuidado –tomo un sorbo de té – si no sabes hablar o dices algo que no se siente segura te desaparece en una cárcel para que no le hagas daño

Me encojo de hombro

- Es normal – ella frunce el ceño – tiene miedo que le hagan daño, yo también haría eso.

- Atenea – mi padre habla - ¿Qué son esas palabras? Phoenix es la mala no trates de defenderla.

- No la defiendo padre, solo felicito su inteligencia – me levanto – es normal que lo haga, cualquier persona destruirá lo que le hace tener miedo, la desaparece y también miente a su conveniencia o me ¿Equivoco?

- ¿Qué quieres decir Atenea? – me pregunta

- Nada, solo que a veces las historia no son como de verdad te la pinta, puede haber cabos sueltos y testigos, pero mientras estén amenazados no hablaran – sonrió – Galilea gracias por el té, me iré a arreglar para conocer a las sirenas.

Galilea asiente y mi papá rodea los ojos

Subo a mi cuarto y el collar que siempre cargo empieza a brillar, siento mi alma ser arrastrada y mis ojos empiezan arder

Honor, lealtad y paz es lo que mantiene a un buen guardián.

Mi vista se nubla y solo veo aquella chica de mi sueño.

Muerte para todos aquellos que incumplan su falta, dolor para aquellos que lo merecen y venganza para los que nos traicionen es lo que se necesita para ser una buena sangre roja.

LegiónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora