Piedra de pasion

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Dahyun: Ese momento fue uno de los mas felices de mi vida, Sanita, nunca lo olvidare y este anillo... demuestra que... eres lo mas importante que... que tuve

Sana sintió un nudo en la garganta al escuchar que era lo mas importante que tuvo, la tristeza de ambas ahora hacía juego con el clima que hacia afuera, triste y gris, Dahyun parecía perdida en su mirada, solo veía su reflejo borroso en la placa del metal del ascensor.

Sana: Fue un buen día... ¿verdad?

Dahyun: Mi mejor cumpleaños hasta ahora, me puse triste porque realmente quería ese anillo, era edición limitada... no volvió a salir jamas, gracias por regalármelo Sana

Sana: Haría lo que fuera por ti Hyunnie.

Los minutos pasaban, 10 minutos se hicieron 40, empezaron a aceptar que estarían ahí un buen rato, si la tormenta no amainaba, los servicios de ayuda no irían por ellas, la electricidad no volvería, tendrían un buen rato para recordar los momentos quizá mas importantes de sus vidas, en todos estaban ambas, no una, ambas.

Dahyun: Tu aún traes puesto el collar y el brazalete... ¿Por qué? -pregunto al ver el brillo del brazalete y del collar que descansaba en el brazo derecho y en su cuello

Sana: Como dices... son de las cosas más importantes que tengo, solo me los quito para dormir y para ducharme

Sana dirigió su vista al brazalete de su brazo, inconscientemente sonrió al recordar el día en que Dahyun se lo regaló al igual que aquel collar que llevaba.

Dahyun: ¿Lo recuerdas, cierto?

Sana: Si pero... me gustaría que me lo recordases, claro, si es posible.

 

Dahyun asintió y quitó la mano que sostenía Sana para entrelazarlas, la cálida mano de Dahyun ahora se reencontraba con su otra mitad, como si estuvieran hechas para encajar.

 

Dahyun: Venga mi amor, acompáñame al evento, hay unos trajes preciosos.

Para este momento Sana y Dahyun ya llevaban un año juntas, a la mitad de su universidad y completamente enamoradas, Dahyun contaba con un departamento en el centro de la ciudad, proporcionando y patrocinado por su padre, ahí, ambas vivían juntas, le había costado mucho convencer a la japonesa de dejar su casa e irse a vivir con ella, Sana es y seguiría siendo el lugar seguro de Dahyun y ella la quería a su lado siempre.

El lugar era demasiado lujoso para Sana, televisión de pantalla plana, cuartos individuales enormes, un exuberante comedor de madera de cerezo, vajillas, todo, hasta la cerradura era digital

Dahyun: Mi amor, dijiste que la siguiente ocasión yo elegiría el lugar, así que... elijo la convención del buen abogado.

Sana: No quieres ir mejor a...

Dahyun: No, Sana, me lo prometiste

Sana sé puso triste

Sana: Desde que somos novias no me habías dicho Sana...

Dahyun: Mi amor, me equivoque... pero... si no quieres ir esta bien, elige tu el lugar.

Dahyun entro a la ducha y Sana se sintió un poco culpable, rodaba por la cómoda cama de Dahyun abrazando la almohada en la que su novia postra la cabeza, el olor a menta y rosas inundó su nariz, se dirigió a su habitación, se cambió, tomo su movil y espero sentada en sala, para cuando Dahyun estuvo lista le pregunto el lugar donde seria su cita, sorpresivamente Sana eligió la convención del buen abogado, no era desconocido lo cariñosa que era Dahyun con su novia, se abalanzó sobre ella y le lleno de besos todo el rostro, para ella ir a esa convención era muy importante, si la coreana iba a ser fiscal tenía que prepararse, escuchar cientos de conferencias, hacer sin fin de talleres y asistir a los eventos que de ves en cuando hacia la misma institución.

Sana no estaba feliz con eso, Dahyun ocupaba mucho de su tiempo para sus estudios, no recibía la atención que necesitaba, pero eso cambiaba cada que salían, Dahyun enfocaba únicamente en su novia, una buena sesión de sexo y Sana se contentaba, aunque odiaba sudar, al finalizar el acto no le importaba, siempre quedaba echada en la cama respirando con dificultad mientras veía a su novia volverse a poner su ropa, es la vista que Sana mas amaba.

La pareja entro tomada de la mano como en todos lados o al menos en la mayoría las miradas no tardaron en dirigirse hacia ellas, los susurros de las personas incomodaban a Sana, pero Dahyun los ignoraba, ella estaba feliz con ella y los comentarios de las demás personas no iban a cambiarlo.

El lugar estaba lleno de estudiantes y abogados, "el buen abogado " era obvió, pensó Sana al ver a todos vestidos muy elegantes, su novia al igual que todos con un traje negro y una camisa de botones blanca, camisa que había quitado hace un par de días para divertirse, se sintió insegura, una mujer elegante como Dahyun saliendo con alguien como ella, pandrosa, que las únicas veces que se ha vestido decente es para la cena de navidad y el baile al que le invito Dahyun, Sana solo vestía jeans y sudaderas, a veces se desanimaba cuando salían y su novia se veía preciosa y ella... bueno, ella no.

Dahyun: Te me vas quitando de la cabeza eso que estas pensando -dijo sin verle, caminaba con el pecho hacia afuera y con la frente en alto al contrario de Sana que entro con la cabeza agachada-

La educación de nivel medio superior había cambiado a Dahyun, los únicos 3 años donde fue acosada fue en el instituto, en la superior se hizo un hueso duro de roer y en la universidad una mujer completamente segura de si misma, Sana siguió casi igual, su novia agradecía eso, la misma niña dulce, tierna, protectora y risueña se mantenía aun, no había día en que Dahyun no se enamorara mas de ella.

Sana: ¿Qué estoy pensando? -pregunto al verla-

Dahyun: Aquí -soltó su mano y tomo la cabeza de su novia, depositó un beso pequeño en sus labios, con su dedo anular acariciaba la frente de Sana- tu eres hermosa, eres la mujer más bonita que he visto, te amo como no tienes idea, esa ropa lujosa me importa un bledo, amo tus jeans rotos y tu sudadera, te amo a ti uses lo que uses, ellos no son mas que tu por ser elegantes y perfectos... tu lo eres para mi, ahora quítate ese pensamiento de creer que no me mereces, porque la que no te merece... soy yo.

Sana fue a curiosear mientras Dahyun escuchaba atentamente una conferencia de derecho penal, no le gustaba el lugar pero peo Dahyun haría lo que fuera, encontró un puesto de joyería y ropa, lo que le llamo la atención fue un collar de oro con un rubí, demasiado extravagante pero hermoso, quedo atónita, el dueño le invitó a que se lo probara, lo rechazó indudablemente, por dentro quería hacerlo, sentirse mas bonita y tener algo como eso la ayudaría, no noto que Dahyun veía la escena de lejos, se acerco y la abrazo por la espalda, Sana la recibió con un beso en los labios y caminaron abrazadas por el lugar donde vendían el collar.

Dahyun: Me puede mostrar ese -señalo el collar que Sana estaba viendo, lo sabia porque el mismo dueño lo había descolgado del maniquí para ofrecerle a Sana que se lo probase-

¿?: Veo que tiene un buen ojo señorita, este es un Collar de oro amarillo de 14k con Rubí, corte gota, se verá estupenda en usted.

Dahyun dejo de abrazar a Sana, tomo el collar y lo examino minuciosamente, se puso frente a su novia, abrió el collar, paso sus manos tras el cuello y lo cerro, Dahyun la veía de arriba abajo, sonrió y beso a su novia.

Dahyun: Bien... me lo llevo -saco de su bolso su cartera y le entrego una tarjeta al dueño que hizo el cobro de inmediato-

¿?: Se lo envuelvo señorita? -pregunto al entregarle la tarjeta a su dueña-

Dahyun: No, gracias.

Sana: Esto es carisimo... toma.

Sana intento quitarse el collar, su novia se lo impidió tomando su mano para entrelazarlas.

 

Dahyun: Cariño, siempre que intento darte algo lo rechazas, me rompe un poco el corazón, da igual si costo 3 millones o 4... gastaría todo el dinero del mundo con tal de verte feliz, el dinero nos facilita la vida, nos hace felices, el dinero no me sirve si no estas a mi lado, verte feliz es... es lo que yo deseo...

No olvidemos nuestra historia (Saida)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora