Carcasa de acero

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¿?: Motivo de su visita? -pregunto el oficial de la ventanilla-

Sana: Vengo a una entrevista de trabajo a la oficialía numero 47 -respondió sin mas-

¿?: Me permite su Dni?... -Sana le entregaba su Dni, el oficial la veía una y otra vez en búsqueda de cualquier cosa para detenerla, amaba hacer eso, decepcionado, comentó a anotar en los datos de Sana en el libro de visitas, tomo un carnet que le entrego junto con su Dni- déjeme llamar a la oficialía... ¿Si?, buenos días Chaer, aquí hay una chica que presume que tiene una entrevista de trabajo con la Fiscal... su nombre es... Minatozaki Sana... Si... Si... no, ya esta aquí... vale, si, si... bien señorita Minatozaki, puede entrar, la Fiscal la recibirá en su oficina, 7mo piso.

Sana tomo el carnet y su Dni, aunque se sentía observada en todo momento, todos ahí vestían elegantes, trajes y vestidos de marca, en cambio ella vestía con unos jeans de mezclilla desgastados, unas zapatillas converse negras con blanco algo rotas, una playera blanca y sobre esta una chaqueta café, si iban a contratarla, Sana quería que vieran a la auténtica Sana y no una muchachita falsa que hace de todo para ser aceptada, la primera impresión siempre es la mas importante , Sana lo sabia de mas, pero no permitiría deja ser ser ella con tal de encajar en algún sitio, no era lo suyo.

Camino felizmente por el pasillo, el sonido de la lluvia, al igual que a Dahyun le traía recuerdos, entro al ascensor, apretó el botón y comenzó a subir lentamente, dentro, Sana temblaba por alguna razón, culpo al viento otoñal, pero... ¿Cuál viento?, dentro del ascensor no hacia viento y la calefacción estaba activada, ¿quizá por los nervios?, no sabia que clase de persona era la ¨Fiscal¨, estando ahí rezo por dentro, ya estando en el cuarto piso el ascensor se detuvo, Sana miro el numero en la parte superior, el ver el numero 4 supuso que alguien más entraría y no le tomo importancia.

Sana, para no causar incomodidad dirigió su vista dentro de su morral azul en búsqueda de cualquier cosa ficticia, sintió como alguien se colocaba a su lado, un aroma muy familiar recorrió por las fosas nasales de Sana, su cuerpo se tensó, los escalofríos invadían la parte trasera de su cuello, vio una mano muy delicada de color blanco, mas de lo que le gustaría, ¿un fantasma del pasado?, hizo una mueca de queja, su cabello al cubrir su rostro le daba la visión suficiente para ver de reojo y que no la reconocieran, disimuladamente giro sus ojos, termino por hilar el aroma y la mano, Sana quería que se la tragara la tierra, tenía que ser ella.

Sana tomo su cabello y lo arreglo, dejando su rostro a la vista una vez más, por fin sus ojos se encontraban una vez más, Dahyun frunció el ceño, Sana la imito, habían quedado en malos términos y verse las caras nuevamente no estaban en los planes de ninguna, la coreana termino por apretar el botón de su oficina.

Ambas permanecían en completo silencio, ni siquiera un saludo de cordialidad, ni un movimiento, ni una seña, ninguna iba a ceder, las dos eran algo orgullosas, el ascensor no volvió a parar, el numero 4 cambio al 5 y el 5 al 6, el destino quiso burlarse aun más, un trueno termino por dejar a ambas chicas estancadas entre el piso 5 y 6, el ascensor se detuvo en seco, las luces se apagaron, Dahyun miro hacia arriba con algo de miedo, el numero había desaparecido, Sana no lo paso desapercibido.

Dahyun : No... NO ME JODAS! -grito bastante enojada, Sana no dijo nada al respecto- estúpido pedazo de chatarra... MUÉVETE! ¡YA! -a Sana le molestó un poco la impaciencia de los comentarios de su expareja, pensó que lo decía porque no quería verle la cara o siquiera estar estar a su lado-

Dahyun trato de tranquilizarse creía que solo sería por unos minutos, 2 se hicieron 5 y esos 5 irremediablemente se hicieron 10, Dahyun soltó su portafolio, por fortuna su toga descansaba plácidamente en el perchero de la oficina de Mina en el 4to piso ya que tendrían un juicio mas tarde y Mina seria la jueza en turno.

Dahyun rápidamente fue al teclado del ascensor y comenzó a apretar los botones en busca de respuesta, Sana lo noto y no dejo escapar esa conducta, vio como la mujer con desesperación apretaba y maldecía que se moviera, fallando una y otra vez.

Sana: No se moverá... déjalo de una vez -dijo cortante-

Dahyun: ¡CALLATE, CALLATE!... tiene... tiene que moverse... -en su voz se escuchaba la desesperación-

Empezó a escuchar la respiración agitada de su expareja, le temblaban las manos, tenia dificultades para respirar, notaba su cuerpo débil y desorientado, Sana rezaba porque esto no sucediera... el ataque de pánico empezó y Sana intervino, nunca olvido que Dahyun era claustrofóbica.

Sana, tiro su morral y la alejo del teclado, primero porque no era prudente que estuviera ahí y en segunda porque podría trabar la maquina una vez que llegase la corriente eléctrica de nuevo, la respiración de su expareja era fuerte, le faltaba el aire, era evidente, con cuidado la sentó, tomo su mano derecha y comenzó a dejarle leves caricias en el dorso con su dedo pulgar.

Sana: Dahyun, tranquila, no va a pasar nada... nada te va a pasar, estoy aquí contigo -Dahyun levanto su mirada, por fin sus ojos hacían contacto, la respiración agitada de Dahyun no cesaba, necesitaba aire, comenzó a sentir que se ahogaba- mira, vamos a respirar juntas.

Sana inhalaba y exhalaba el aire fuertemente, inconscientemente el cerebro de Dahyun la imito, inhalaba y exhalaba también fuertemente, aun tomadas de la mano, Dahyun se zafo del agarre y ahora fue ella quien tomo de la mano a Sana, comenzó a apretarla fuertemente haciéndole daño, aun con dolor no parecía molestarle, la mano sudorosa de Dahyun apretaba más y más, a Sana le dolía igual, mas y mas pero no podía quejarse.

Sana: Inhala y exhala así -comenzó a inhalarlo aire fuertemente con el sonido de una S y a exhalar fuertemente con una A, Dahyun la imitó, poco a poco iba calmándose-

Dahyun: No olvidaste que soy claustrofóbica -Dijo un poco mas calmada, aunque se estuviera inflando como un globo por el aire-

Sana: Jamás lo olvidaría

Dahyun siempre quiso sentirse segura y Sana era esa persona que la hacia sentir así, y no, no había cambiado en absoluto.

Los minutos pasaron, ambas se quedaron en silencio, ninguna se digno a romper el hielo, seguían siendo unas orgullosas.

Dahyun: Sana... -era ella quien rompía el incómodo silencio, aunque seguían tomadas de las manos- tu... ¿recuerdas como nos conocimos?

Sana sonrió.

Sana: Claro, es raro que te lo diga, pero... es uno de los recuerdos que mas me gustan

Dahyun: Oye...

 

Sana: No me mal intérpretes, es hermoso porque... fue ahí cuando nos conocimos, no es un buen recuerdo para ti, pero... para mi si, ese día nos convertimos en amigas...

No olvidemos nuestra historia (Saida)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora