capitulo 36

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Sana parecia no entender mi lenguaje corporal, aveces pense que se hacia la estupida con las miradas muy directas que le bada pero era un capricho suyo el de verdad tenerme en su día a día; fue lindo ir a ver las decoraciones de mesa, tambien el poder elegir la comida y los dulces que servirían pero, no pude evitar sentir miedo de encontrarme con su prometido.

Era la persona que estaria casado con ella, pasarían una vida entera juntos hasta el divorció seguramente pero, nisiquiera se presentaba a los eventos o citas que son de los novios, era poco decir que tome su lugar en todo y estaba feliz aunque sabia que Sana no estaba comoda.

-solo faltan los manteles, estoy entre algunas opciones pero- sujetó una libreta en sus manos -te parece rosado o cielo azul?-

-la mesa sera de tela blanca y media tela violeta, es mejor buscar uno violeta también- le enseñe.

La variedad de colores derivados al violeta eran inmensos, en sus ojos se grabó uno en especial haci que deje de pensar en opciones, fuimos a la caja a pagar el costo de los manteles y luego salimos a comer juntos.

Entramos a un restaurante cerca de la tienda donde presumía ser una gran opción, fuimos a la mesa reservada y pedimos.

-no pense que planear una boda seria tan dificil- sonrió -falta tan poco y todavia no eligió el traje del novio-

-porque debes ser tu quien lo recoja o escoja?- pregunte algo molesta.

-el tiene muchas cosas que hacer por lo que, yo soy la encargada de los planes- empezo a reír.

-me trajiste aqui para hacerte compañia?- levante una ceja.

-eso era obvio no?- metio una cucharada a su boca.

Sonreía, seguía siendo impredecible pero facil de leer, sus movimientos siguen siendo suaves, sus ojos mostraban el brillo de siempre, sus labios eran iguales de pomposo sin ser gruesos, era igual que siempre, con su actitud de niña pequeña apesar de tener mas de 20 años seguramente; aveces era molesto que escogiera la comida como los niños pequeños pero adorable como siempre.

Apenas probé un bocado, ese cocinero abía exagerado con la sal en la salsa, Sana termino pagando todo lo que comimos haci que salimos de nuevo a buscar algunas cosas que le faltaban.

-falta solo tres semanas y cuatro días!- camino apresurada -es tan cansado!-

-Sana espera!- trate de seguirle el ritmo pero era sorprendente el como caminaba tan rapido con esos tacones.

-me siento tan frustrada...- cayo al suelo derrotada.

Sujete sus hombros para levantarla, nos sentamos en una banca para descansar de la caminata; el sol se estaba poniendo por lo que decidi llevarla a casa. Metidas en el auto se recupero su estado de animo normal, empezo a hablar incluso cuando bajo del coche y entraba a su casa, me despedi de ella para irme a la mía.

Dentro de tres días seria la fiesta en donde se presentarían las amigas de la familia, el problema en que estoy metida es que otra vez soy una de las anfitrionas de la fiesta por lo que tendria que estar metida ahí, llegue a mi casa encontrándo a mi hermano en la cocina, evite llegar a detalles sobre esta salida haci que subi rapido a mi cuarto; ese salon de encuentros seria grande, lleno de gente, musica, creo que de niños tambien pero lo mas importante era que vería a su prometido, no estoy preparada para esto....aun no puedo ver a la persona que amo junto a otra persona.

🌸MI PRINCESA DE FLORES🌸 <<SATZU>>Donde viven las historias. Descúbrelo ahora